miércoles, 27 de julio de 2011

Iglesia católica divulga comunicado rechazando la muerte de comunicadores

Adital

Por Jeane Freitas
Periodista da Adital

Molestos y ofendidos por el número de asesinatos de comunicadores y la forma bárbara como estos vienen siendo practicados, la Comisión Nacional de Comunicaciones Sociales (de la Conferencia Episcopal de Honduras), divulgó un comunicado manifestando que "iglesia y sociedad hondureña acompañan con indignación la violencia que ha alcanzado niveles de suprema irracionalidad”.

Desde el golpe militar de 2009, que derrocó al presidente José Manuel Zelaya Rosales, 13 periodistas fueron asesinados, dos de ellos en lo que va del año. El caso más reciente ha sido el periodista Jeremías Nery Orellana, director de la radio popular comunitaria Joconguera y miembro del Frente Nacional de la Resistencia Popular (FNRP). La Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH), pidió al gobierno investigar el caso.

Ante el actual cuadro, el documento de la Comisión Nacional de Comunicaciones Sociales, reconoce la delicada condición de los profesionales de la comunicación que trabajan con informaciones que tocan intereses, y por esa razón, sufren presiones para no manifestar la verdad, además de propuestas de soborno y chantajes. En medio de los desafíos, los comunicadores se ven ante la "vulnerabilidad como periodistas que carecen de toda seguridad y el consiguiente riesgo de perder la vida”, denuncian.

Para los miembros de la Comisión, "los dueños de los Medios de Comunicación y las autoridades competentes tienen la obligación moral de proteger en lo posible a los periodistas, sobre todo los que han sido amenazados y los que trabajan en áreas sensitivas en los Medios”, exigen.

"Nos duelen todos los muertos, no importa la condición social, su historia penal o si la causa haya sido pasional, política, conflictos de tierras, ajuste de cuentas, "limpieza social", peleas entre pandillas, por defender el orden o por delinquir. Toda vida es sagrada”, afirma el documento.

La reputación y el buen nombre de las personas están en juego, y por esta razón, los periodistas deben continuar su compromiso con la verdad de los hechos, siempre con prudencia y pruebas, demanda la Comisión Nacional.

Los miembros de la entidad apelan por fin a las autoridades para que investiguen todos los casos, a fin de encontrar a los culpables y castigarlos, para impedir que la impunidad incentive más aún, los crímenes que están ocurriendo.

"Si logra imperar el miedo en los comunicadores, la verdad dejará de ser conocida y al ser sepultada imperará la oscuridad y la consecuente desorientación de la opinión pública. Lamentamos pues la muerte por asesinato de periodistas en Honduras y pedimos al Señor que cese la violencia en nuestra tierra”.
Traducción: Ricardo Zúniga

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