Defensores en Línea
Por Sandra Rodríguez
Se cumple 40 años desde que el profesor Ángel Manfredo Velásquez Rodríguez, salió de su natal Langue, en el departamento de Valle, y no volvió más.
Su esposa doña Emma Guzmán de Velásquez nunca dejó esperarlo, tampoco de celebrar su vida cada 11 de agosto, este 2021 Manfredo habría cumplido 75 años. La memoria del esposo, padre, abuelo, hermano y tío permanece vigente en su familia, en las calles, en los libros y en la exigencia de justicia a nivel internacional por las víctimas de detención y desaparición forzada.
El profesor y dirigente estudiantil universitario fue víctima de un secuestro violento por agentes de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), en el estacionamiento de los cines Palace y Lido de Tegucigalpa el 12 de septiembre de 1981.
Por este crimen, fue llamado a declarar como testigo por su participación al juicio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el sargento José Isaías Vilorio, un corpulento detective miembro de la estructura del Batallón de la Muerte 3-16; sin embargo, un día antes de su viaje a San José, Costa Rica, el 5 de enero de 1988, fue asesinado por sus compinches, rescata la historia contenida en el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Ángel Manfredo Velásquez Rodríguez, es una de las víctimas que en este 2021 cumple 40 años de impunidad, si bien es uno de los primeros casos junto a profesor Saúl Godínez, por el cual fue encontrado culpable el Estado de Honduras por un crimen de Desaparición Forzada, al paso de cuatro décadas no se castiga aun a los responsables materiales e intelectuales, causante para que los hechos se repitan en la actualidad.
Velásquez Rodríguez y otros desaparecidos, fueron mencionados en una grabación enviada a la CIDH por el coronel Leonidas Torres Arias, ex jefe de Inteligencia Militar (G2) del Ejercito de Honduras, como víctimas del 3-16 que comandaba entonces el general Gustavo Álvarez Martínez y que dirigía el capitán de policía Alexander Hernández Santos.
Velásquez y Saúl Godinez Cruz, dos casos por los cuales fue condenado el Estado hondureño, también fueron mencionados con detalle por el desertor del 3-16, Florencio Caballero, quien describió en la Corte la muerte brutal de ambos: después de ejecutados en un lugar no precisado de Tegucigalpa fueron desmembrados a lo largo de la carretera del Norte hasta llegar a San Pedro Sula.
Vigencia de la memoria
Por lo que, el COFADEH mantiene una campaña virtual para rescatar la vigencia del pensamiento político de los detenidos desaparecidos en la época de los años ochenta en el ámbito público.
Sólo en 1981se registran al menos 48 detenidos desaparecidos de diferentes nacionalidades, víctimas de la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional en Honduras, amparada por el gobierno de los Estados Unidos.
Entre ellos hay tres nicaragüenses, veinte salvadoreños, cinco costarricense, un guatemalteco, un argentino, un ecuatoriano, ocho hondureños y nueve de nacionalidad desconocida.
Los hondureños todos eran hombres de reconocimiento público por su lucha revolucionaria que se extendía en la región centroamericana, entre la clandestinidad y el movimiento social de oposición.
El 11 de junio 1981Tomás Nativí y Fidel Martínez, fueron los primeros hondureños registrados como detenidos desaparecidos.
Para el 8 de agosto, el crimen de lesa humanidad se aplicó en los hermanos Domingo Eleuterio Rodríguez y Óscar G. Rodríguez; también fue detenido y desaparecido Jorge Zavala Eurake.
El 9 de septiembre, se registró la desaparición forzada de Óscar Alexis Colindres. Tres días después, el 12 de septiembre es detenido y desaparecido Ángel Manfredo Velásquez.
Finalmente, el COFADEH registra a Mario Valladares Batres, el 08 de octubre. Pero ya en 1980 se registra la desaparición de los hondureños Estanislao Maradiaga y Pedro Pavón Castro.
No ha sido fácil para el COFADEH mantener por casi cuatro décadas de manera vigente la búsqueda y exigencia de justicia para conocer la verdad sobre el destino de sus seres queridos.
Ángel Manfredo Velásquez, al igual que más de 184 víctimas, fue detenido desaparecido durante “la década pérdida” de los 80, por tener un pensamiento distinto y soñar con una patria libre para las futuras generaciones.
Su familia ha sido constantemente perseguida por mantener esta línea de lucha política y social. En 2010 la profesora Ilse Ivania Velásquez Rodríguez, fue asesinada por el impacto en su cabeza de bala policial durante una jornada de protesta magisterial, entre casos de persecución y hostigamiento a otros miembros de la familia de vocación magisterial.
40 años de espera
Manfredo Velasquez, detenido-desaparecido 1981Manfredo Velasquez, detenido-desaparecido el 12 de septiembre de 1981
En Langue, al sur del país, si bien hay una familia esperando el retorno de Manfredo, también el cementerio municipal donde ya descansan los restos de otros miembros de la familia, desde hace 40 años permanece una tumba vacía con su nombre de Ángel Manfredo Velásquez Rodríguez, el cuerpo no ha sido encontrado, las respuestas de su paradero no llegan, pese a la condena internacional contra el Estado del 29 de julio de 1989.
No volvió aquel hombre atento y servicial aun presente, tal como lo procuró su esposa y su madre doña Estelita, quien se fue de este mundo con las lágrimas que acompañan a las mujeres de pañuelos blancos, fundadoras del COFADEH quienes desde 1982 de manera organizada se han enfrentado a los poderes facticos del Honduras, para quienes los Detenidos Desaparecidos eran un traspié en su plan de exterminio y muerte.
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