viernes, 22 de noviembre de 2013

La fe de un pueblo y Xiomara Castro



Por Rebeca Becerra

Los seres humanos no podemos vivir sin fe. La fe es la confianza o creencia en algo o alguien, la fe va de la mano de la confianza. Si bien la fe puede ser religiosa también puede significar la creencia en algo de lo cual no existen pruebas [1] pero que durante el camino pueden darse.

La fe es un concepto judío que se deriva de la palabra hebrea emuná que significa tres cosas: Firmeza, seguridad y fidelidad [2]. La fe es un impulso y una cualidad especial del ser humano, hay personas tan espirituales que transmiten esa firmeza, seguridad y esperanza hacía los demás. La fe, es una fuerza que concreta nuestros deseos de llegar a hacer algo en la vida.

La fe siembra esperanzas y aquellos/as que violen estos principios desviándolos a otros fines sin objetividad o para beneficio personal están jugando con lo más íntimo del ser humano, son violadores/as que manipulan voluntades para engrandecer sus propios intereses en una bien estudiada plataforma de mentiras, engaños y falsas promesas.

La fe es una fuerza que concreta metas y objetivos. Es un término que representa armonía social, que es el impulsor de la unidad en el trabajo y el entusiasmo permanente del progreso. Un pueblo con una fe desorientada o un pueblo con un líder o lideresa sin fe, nunca podrá alcanzar la unidad y la armonía necesarias. En este sentido la fe es humana, vive dentro del ser humano y crece a medida que avanzamos en nuestros proyectos.

El pueblo hondureño ha sido manipulado en su fe por los partidos políticos tradicionales, y debido a esto poco a poco fue perdiendo las esperanzas de vivir en una sociedad más justa, igualitaria e incluyente. Hemos estado viviendo una consciencia social distorsionada que ha creado una élite de poder  corrupta y mentirosa controlando la fe a través de las instituciones religiosas y despojando al pueblo de la capacidad de soñar.

Esta fe perdida ha sido recuperada en la figura de Xiomara Castro de Zelaya, aspirante a la presidencia por el partido Libertad y Refundación LibRe. Xiomara representa para el pueblo hondureño esa fe que habíamos perdido, esa fe que después del golpe de Estado de 2009 hemos ido recuperando paso a paso entendiendo que a través del proyecto LibRe podemos refundar un país con la fe y el aporte de todas y todos los hondureños.

Xiomara Castro es una mujer con un alto grado de espiritualidad, de firmeza y sin lugar a dudas da la confianza necesaria para poder emprender un nuevo proyecto político en el país. Es la mujer que a través de los principios de la fe está logrando la armonía y la unidad de las familias hondureñas.

Si bien la ruptura de las imágenes tradicionales de las y los candidatos a la presidencia se rompe en Sur América con Hugo Chávez, hombre de una gran fe, con Lula Da Silva, con Evo Morales, Pepe Mujica y Rafael Correa; en Honduras es Xiomara Castro que con su humildad, su alto grado de solidaridad, su presencia de tranquilidad y su fe en un pueblo que agoniza en una de las peores crisis que ha atravesado la historia de Honduras, quien logra una ruptura de las características esquemáticas de los politiqueros tradicionales hondureños, que suelen hacer shows con las creencias religiosas del pueblo, que ahora ya sabe que son estrategias de manipulación política para conseguir a como dé lugar llegar al poder.

La fe y espiritualidad de Xiomara Castro es plural, en ella caben todas las religiones y creencias, además ha logrado acuerpar grupos de diversos sectores de la sociedad, que habían sido excluidos por los partidos tradicionales. Es ese tipo de lideresas que transmite valores éticos y morales, la que escucha a todas y todos aquellos que se le acercan, la que siempre te volverá la cara con una sonrisa maternal que hipnotiza a las personas, la que saluda a todos/as sin distinciones, la que se viste con ropas comunes con las cuales se ha identificado el pueblo, la que sabemos no malgastará el presupuesto del Estado en llenar closets con ropas, carteras y zapatos de marca altamente carísimos, porque eso no forma parte de su personalidad. Será nuestra próxima Presidenta, una Presidenta que rompiendo esquemas ha puesto a trepidar a los dirigentes de los partidos políticos tradicionales y emergentes de derecha, a puesto a trepidar a los grupos oligárquicos y es que la personalidad y la fe de esta mujer puede más que una campaña oscura y sucia que han montado en contra del partido LibRe y su candidata a la presidencia. Ahora no dudamos que romper esquemas es sumamente importante para el desarrollo de la política en el país y la búsqueda de mejores caminos para una verdadera democracia.



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