miércoles, 2 de junio de 2010
Interpretando las noticias de esta semana
Hibueras
Por Josetxo Ezcurra
Esta semana nos ha traído novedades interesantes, la primera es que muchos sostenedores del golpe de Estado, esos que “orgullosamente” pregonaban que “que para mantener la dignidad como país, no importaba quedar aislados o realizar sacrificios”, y que ahora responsabilizan a la comunidad internacional por las consecuencias negativas de la asonada, poco a poco se van dando cuenta de cómo están las cosas y que si bien es cierto el maquillaje pudo haber tenido efectos positivos en un primer momento, no tiene la resistencia necesaria para mantener la máscara que en el país no ha pasado nada. Los señores del poder y sus comparsas pensaban que a los seis meses todos los países harían borrón y cuenta nueva, que los dólares comenzarían a llegar y que todo seguiría como antes.
La verdad es que los seis meses ya casi han pasado y el reconocimiento no ha llegado, y no ha llegado porque tampoco las reparaciones son sinceras, vivimos engañados y engañándonos y no aprendemos ni de nuestros propios errores. A ellos les resulta fácil la demagogia de culpar a Chávez o a Correa por lo ocurrido porque los señores del golpe saben muy bien que en medio de la ignorancia política y la alienación mental la táctica del enemigo externo funciona casi siempre aunque no como quisieran.
Qué confianza podemos tener los hondureños en cada uno de los tres poderes si ellos mismos son los que le dieron el golpe de gracia a la Constitución? Con qué valor moral se puede actuar si los mismos diputados falsificaron una renuncia para justificar su propio accionar? Es que la Corte Suprema de Justicia nos puede decir que es apolítica y nos puede asegurar que impartirá justicia imparcial cuando ellos mismos están implicados en el rompimiento del orden Constitucional? Acaso el Partido Nacional no fue coautor de ese golpe? Pueden esos tres poderes ser juez y parte en una situación en la que resultan ser los protagonistas principales junto con las Fuerzas Armadas y los mandantes de la empresa privada?
Mientras tanto la gente sigue cada vez con mayores problemas económicos y de seguridad. Cada semana mueren más miembros o simpatizantes de la Resistencia y, hasta el momento, no existe ni la mínima respuesta sobre quiénes son los ejecutores intelectuales y materiales de esos crímenes que tienen el sello claro de los escuadrones de la muerte.
Lo habíamos dicho en Setiembre y lo repetimos ahora, ese golpe fue el tiro de gracia a la economía del país, ninguno de los que lo planificaron pensó –o si pensó demostró que no le importaba- en las consecuencias económicas. Ahora en su política de tender la mano para vivir de la caridad internacional se postran ante el FMI, que llega a “analizar las perspectivas económicas para el año 2010 y las estrategias económicas del paquetazo” que nos receta el gobierno cachureco. El FMI con palabras “suaves” resalta la irresponsabilidad de dar un golpe en medio de una crisis mundial pues la “incertidumbre política”, como le dicen ellos, agravó la catastrófica economía nacional, desestabilizando las cuentas fiscales y la balanza de pagos.
Ante la falta de "pisto" la recaudación de impuestos es prioritaria, pero ¿ Cómo se puede recaudar impuestos si los llamados a pagarlos defraudan al fisco y en lugar de partida doble llevan doble contabilidad? ¿ Cómo se puede recuperar un impuesto indirecto que la ciudadanía paga pero las empresas que lo recolectan no lo ingresan al Estado y además forman parte del mismo gobierno que tendría que controlarlas? ¿Es qué nadie se da cuenta de los enormes conflictos de interés que existen? Se nos olvida acaso que los mismos organismos contralores se han prestado siempre como encubridores de esas enormes defraudaciones fiscales?
Y qué decir de la emisión de moneda sin respaldo o de la incontenible carrera del endeudamiento interno? Y todavía hay gente sin patria que se atreve a defender lo indefendible. ¿Cómo es posible que Adolfo Facussé diga que no es problema para el país que los que dicen ser empresarios mantengan deudas millonarias con el Estado, evadan al fisco y se embolsen las recaudaciones? Claro que es problema! Y un grave problema porque nos da la medida del Estado que tenemos y quiénes son los que realmente tienen el poder y quiénes son los que ocupan puestos públicos para cuidar los intereses de esas cúpulas.
Cuando en el país el leiv motiv es el de enriquecerse a costa del pueblo, la responsabilidad es de muchos: hechores y encubridores. Causa tristeza ver como gente que ha nacido en el país por accidente o que ha llegado a él huyendo de la miseria en el propio, en lugar de comportarse mejor, ha imitado, perfeccionando, los comportamientos deshonestos. Si el sector público es ineficiente y clientelista, igualmente el sector privado es también ineficiente, clientelista y evasor de impuestos. Pregunta: ¿Qué país se puede construir con elementos de esta calaña?
Mientras tanto Pepe no sabe qué hacer y para no afrontar la realidad se dedica a viajar por los únicos 4 países que lo reciben: Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica y, de paso, cruza el charco como convidado de piedra únicamente para convencerse que los “países amigos”, de manera suavecita, le aconsejan que es mejor que dé señales reales de que las cosas están cambiando porque si los tres poderes siguen jugando a hacerse los tontos, no llegará ni plata ni reconocimiento. Por ello el hombre de la sonrisa nerviosa un día dobla y el otro repica. Ahora dice que va a recoger a Zelaya a Dominicana para que venga a su país, después que su misma bancada aprobó su expulsión. Ya ni sus correligionarios y amigos lo entienden, es como tener de presidente a Leonard Zelig (víctima de una rara enfermedad que se manifiesta en la transformación psicosomática –en el caso de Leonard- de su interlocutor en relación con el contexto en el que se encuentra) es así que desde el exterior le ruega al presidente de la Corte que no “encarcele a Zelaya". Clama por justicia sabiendo que en el país la justicia no existe. Pero no hay que decirlo gritando, hay que susurrarlo porque hay que aparentar que somos respetuosos de las leyes, de la Constitución y, que el poder judicial es incorruptible e imparcial.
Hay todavía quiénes a toda costa manejan discursos que la realidad ha desnudado, como el asesor del Ministerio Público y también ex magistrado de Corte Suprema, Rigoberto Espinal Irías que acusa a Pepe Lobo de falta de “respeto a la división de poderes”, dice Espinal “ que nuestros poderes son independientes y ejercen dentro del mandato constitucional” respondiendo a la afirmación de Lobo que públicamente declara que “ya ha cabildeado con la Corte el ingreso de Zelaya”. La verdad es que el cabildeo lo ha hecho pero no le ha dado resultado, pero no porque exista la tal “división de poderes” (ahí hay uno solo: el económico y sus tres divinas representaciones, el ejecutivo, legislativo y judicial) sino porque la CSJ sabe muy bien el rol que ha jugado en el golpe y hasta donde está implicada, igual que el Ministerio Público. Por ello no resulta extraño que se aclare con contundencia, como lo hace Jorge Rivera Avilez, que a Zelaya se “le respetará el debido proceso” según indica Danilo Izaguirre.
En lo que si tiene razón Espinal Irías es cuando afirma que “el país no ha logrado una verdadera reconciliación”. Eso es verdad. En el país no hay reconciliación y no podrá haberla hasta que las mismas autoridades comprendan que no pueden seguir mofándose del pueblo y encubriendo –por acción o por omisión- los asesinatos, secuestros, prevaricatos, impunidades, etc., que nos afectan.
Uno que se quedó hablando solo como ciego aullándole a la luna es don Abad. Su ceguera no le permitió ver lo que sucedía en el país y sus años le impiden darse cuenta que ya se le pasó el cuarto de hora y, lo que es peor, no ve el daño que le hace a la figura del Ombudsman. Se le olvidó a don Abad el significado de la figura de defensor del pueblo y debilitó tanto esa institución que logró que le cortaran los fondos con los que siempre ha vivido y que Lobo le nombrara una paralela, que hasta la fecha no ha hecho nada, pero que le permite a Lobo Sosa decir que se “preocupa por los derechos humanos”.
Pero la mayor desfachatez de esta semana la ha protagonizado el ex presidente Maduro, -ahora autodenominado máximo defensor de la Constitución-quedarán para la historia sus frases: “en Honduras nadie puede estar por encima de la ley” “la única forma en la que se logra la paz, es respetando las instituciones, el progreso es con un estado de derecho sólido y respetando las instituciones, la única forma que logra el servicio de salud es cumpliendo la Constitución, no una nueva que van a escribir un par de personas que quieren quedarse en el poder” (aunque la frase es ilegible se entiende). Estas frases son la síntesis cruda de la amnesia individual y colectiva en la que vivimos. Ya se le olvidó a Maduro cómo llegó al poder cuando la misma Constitución no se lo permitía, como logró mantener su candidatura con la patraña de inscribir a un testaferro; patraña utilizada también por Elvin Santos, por mientras se acondicionaba la ley a su capricho y conveniencia? Se le olvidó cómo se tomaba las calles con sus seguidores y quemaba llantas? Y todavía los hondureños no nos indignamos cuando estos ejemplares de la política juegan con nuestra memoria y con la decencia de los que todavía conocemos el significado de esta palabra. No existe en toda la Constitución de la República ningún artículo que permita utilizar un testaferro mientras el “candidato” resuelve sus problemas legales y logra resoluciones a su favor. ¿Cómo es posible entonces que los hondureños permitamos esto, y que nos den “capote” demostrándonos lo pusilánimes que somos?
Por Josetxo Ezcurra
Esta semana nos ha traído novedades interesantes, la primera es que muchos sostenedores del golpe de Estado, esos que “orgullosamente” pregonaban que “que para mantener la dignidad como país, no importaba quedar aislados o realizar sacrificios”, y que ahora responsabilizan a la comunidad internacional por las consecuencias negativas de la asonada, poco a poco se van dando cuenta de cómo están las cosas y que si bien es cierto el maquillaje pudo haber tenido efectos positivos en un primer momento, no tiene la resistencia necesaria para mantener la máscara que en el país no ha pasado nada. Los señores del poder y sus comparsas pensaban que a los seis meses todos los países harían borrón y cuenta nueva, que los dólares comenzarían a llegar y que todo seguiría como antes.
La verdad es que los seis meses ya casi han pasado y el reconocimiento no ha llegado, y no ha llegado porque tampoco las reparaciones son sinceras, vivimos engañados y engañándonos y no aprendemos ni de nuestros propios errores. A ellos les resulta fácil la demagogia de culpar a Chávez o a Correa por lo ocurrido porque los señores del golpe saben muy bien que en medio de la ignorancia política y la alienación mental la táctica del enemigo externo funciona casi siempre aunque no como quisieran.
Qué confianza podemos tener los hondureños en cada uno de los tres poderes si ellos mismos son los que le dieron el golpe de gracia a la Constitución? Con qué valor moral se puede actuar si los mismos diputados falsificaron una renuncia para justificar su propio accionar? Es que la Corte Suprema de Justicia nos puede decir que es apolítica y nos puede asegurar que impartirá justicia imparcial cuando ellos mismos están implicados en el rompimiento del orden Constitucional? Acaso el Partido Nacional no fue coautor de ese golpe? Pueden esos tres poderes ser juez y parte en una situación en la que resultan ser los protagonistas principales junto con las Fuerzas Armadas y los mandantes de la empresa privada?
Mientras tanto la gente sigue cada vez con mayores problemas económicos y de seguridad. Cada semana mueren más miembros o simpatizantes de la Resistencia y, hasta el momento, no existe ni la mínima respuesta sobre quiénes son los ejecutores intelectuales y materiales de esos crímenes que tienen el sello claro de los escuadrones de la muerte.
Lo habíamos dicho en Setiembre y lo repetimos ahora, ese golpe fue el tiro de gracia a la economía del país, ninguno de los que lo planificaron pensó –o si pensó demostró que no le importaba- en las consecuencias económicas. Ahora en su política de tender la mano para vivir de la caridad internacional se postran ante el FMI, que llega a “analizar las perspectivas económicas para el año 2010 y las estrategias económicas del paquetazo” que nos receta el gobierno cachureco. El FMI con palabras “suaves” resalta la irresponsabilidad de dar un golpe en medio de una crisis mundial pues la “incertidumbre política”, como le dicen ellos, agravó la catastrófica economía nacional, desestabilizando las cuentas fiscales y la balanza de pagos.
Ante la falta de "pisto" la recaudación de impuestos es prioritaria, pero ¿ Cómo se puede recaudar impuestos si los llamados a pagarlos defraudan al fisco y en lugar de partida doble llevan doble contabilidad? ¿ Cómo se puede recuperar un impuesto indirecto que la ciudadanía paga pero las empresas que lo recolectan no lo ingresan al Estado y además forman parte del mismo gobierno que tendría que controlarlas? ¿Es qué nadie se da cuenta de los enormes conflictos de interés que existen? Se nos olvida acaso que los mismos organismos contralores se han prestado siempre como encubridores de esas enormes defraudaciones fiscales?
Y qué decir de la emisión de moneda sin respaldo o de la incontenible carrera del endeudamiento interno? Y todavía hay gente sin patria que se atreve a defender lo indefendible. ¿Cómo es posible que Adolfo Facussé diga que no es problema para el país que los que dicen ser empresarios mantengan deudas millonarias con el Estado, evadan al fisco y se embolsen las recaudaciones? Claro que es problema! Y un grave problema porque nos da la medida del Estado que tenemos y quiénes son los que realmente tienen el poder y quiénes son los que ocupan puestos públicos para cuidar los intereses de esas cúpulas.
Cuando en el país el leiv motiv es el de enriquecerse a costa del pueblo, la responsabilidad es de muchos: hechores y encubridores. Causa tristeza ver como gente que ha nacido en el país por accidente o que ha llegado a él huyendo de la miseria en el propio, en lugar de comportarse mejor, ha imitado, perfeccionando, los comportamientos deshonestos. Si el sector público es ineficiente y clientelista, igualmente el sector privado es también ineficiente, clientelista y evasor de impuestos. Pregunta: ¿Qué país se puede construir con elementos de esta calaña?
Mientras tanto Pepe no sabe qué hacer y para no afrontar la realidad se dedica a viajar por los únicos 4 países que lo reciben: Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica y, de paso, cruza el charco como convidado de piedra únicamente para convencerse que los “países amigos”, de manera suavecita, le aconsejan que es mejor que dé señales reales de que las cosas están cambiando porque si los tres poderes siguen jugando a hacerse los tontos, no llegará ni plata ni reconocimiento. Por ello el hombre de la sonrisa nerviosa un día dobla y el otro repica. Ahora dice que va a recoger a Zelaya a Dominicana para que venga a su país, después que su misma bancada aprobó su expulsión. Ya ni sus correligionarios y amigos lo entienden, es como tener de presidente a Leonard Zelig (víctima de una rara enfermedad que se manifiesta en la transformación psicosomática –en el caso de Leonard- de su interlocutor en relación con el contexto en el que se encuentra) es así que desde el exterior le ruega al presidente de la Corte que no “encarcele a Zelaya". Clama por justicia sabiendo que en el país la justicia no existe. Pero no hay que decirlo gritando, hay que susurrarlo porque hay que aparentar que somos respetuosos de las leyes, de la Constitución y, que el poder judicial es incorruptible e imparcial.
Hay todavía quiénes a toda costa manejan discursos que la realidad ha desnudado, como el asesor del Ministerio Público y también ex magistrado de Corte Suprema, Rigoberto Espinal Irías que acusa a Pepe Lobo de falta de “respeto a la división de poderes”, dice Espinal “ que nuestros poderes son independientes y ejercen dentro del mandato constitucional” respondiendo a la afirmación de Lobo que públicamente declara que “ya ha cabildeado con la Corte el ingreso de Zelaya”. La verdad es que el cabildeo lo ha hecho pero no le ha dado resultado, pero no porque exista la tal “división de poderes” (ahí hay uno solo: el económico y sus tres divinas representaciones, el ejecutivo, legislativo y judicial) sino porque la CSJ sabe muy bien el rol que ha jugado en el golpe y hasta donde está implicada, igual que el Ministerio Público. Por ello no resulta extraño que se aclare con contundencia, como lo hace Jorge Rivera Avilez, que a Zelaya se “le respetará el debido proceso” según indica Danilo Izaguirre.
En lo que si tiene razón Espinal Irías es cuando afirma que “el país no ha logrado una verdadera reconciliación”. Eso es verdad. En el país no hay reconciliación y no podrá haberla hasta que las mismas autoridades comprendan que no pueden seguir mofándose del pueblo y encubriendo –por acción o por omisión- los asesinatos, secuestros, prevaricatos, impunidades, etc., que nos afectan.
Uno que se quedó hablando solo como ciego aullándole a la luna es don Abad. Su ceguera no le permitió ver lo que sucedía en el país y sus años le impiden darse cuenta que ya se le pasó el cuarto de hora y, lo que es peor, no ve el daño que le hace a la figura del Ombudsman. Se le olvidó a don Abad el significado de la figura de defensor del pueblo y debilitó tanto esa institución que logró que le cortaran los fondos con los que siempre ha vivido y que Lobo le nombrara una paralela, que hasta la fecha no ha hecho nada, pero que le permite a Lobo Sosa decir que se “preocupa por los derechos humanos”.
Pero la mayor desfachatez de esta semana la ha protagonizado el ex presidente Maduro, -ahora autodenominado máximo defensor de la Constitución-quedarán para la historia sus frases: “en Honduras nadie puede estar por encima de la ley” “la única forma en la que se logra la paz, es respetando las instituciones, el progreso es con un estado de derecho sólido y respetando las instituciones, la única forma que logra el servicio de salud es cumpliendo la Constitución, no una nueva que van a escribir un par de personas que quieren quedarse en el poder” (aunque la frase es ilegible se entiende). Estas frases son la síntesis cruda de la amnesia individual y colectiva en la que vivimos. Ya se le olvidó a Maduro cómo llegó al poder cuando la misma Constitución no se lo permitía, como logró mantener su candidatura con la patraña de inscribir a un testaferro; patraña utilizada también por Elvin Santos, por mientras se acondicionaba la ley a su capricho y conveniencia? Se le olvidó cómo se tomaba las calles con sus seguidores y quemaba llantas? Y todavía los hondureños no nos indignamos cuando estos ejemplares de la política juegan con nuestra memoria y con la decencia de los que todavía conocemos el significado de esta palabra. No existe en toda la Constitución de la República ningún artículo que permita utilizar un testaferro mientras el “candidato” resuelve sus problemas legales y logra resoluciones a su favor. ¿Cómo es posible entonces que los hondureños permitamos esto, y que nos den “capote” demostrándonos lo pusilánimes que somos?
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