sábado, 26 de junio de 2010

Las miradas del Anarquismo


El 1 de Mayo, esa fecha donde los trabajadores conmemoramos nuestro día, guarda una historia de lucha donde compañeros dieron su vida para lograr los derechos que tenemos hoy.

En 1884, la AFL (American Federation of Labor/Federación Norteamericana del Trabajo), dictó un Plan de Lucha para lograr la jornada de 8 horas en Estados Unidos. Las jornadas de trabajo, por ese entonces, sobrepasaban en muchísimas horas más por día ese margen, y las condiciones laborales eran insalubres y semiesclavizantes en la mayoría de las industrias americanas.

La AFL, en el marco de este Plan de Lucha, estableció que a partir del 1 de Mayo de 1886, todas las empresas estadounidenses debían aplicar la jornada de trabajo de 8 horas. Si esto no se cumplía, habría una serie de luchas para lograrlo.

El 1 de Mayo de 1886 los sindicatos de Chicago, liderados por el inmigrante alemán August Spies y el estadounidense Albert Parsons, ambos anarquistas, decretan huelga y movilización para el de 3 de mayo de ese año. Ese 3 de mayo, en medio de la protesta, la policía local reprimió y mató a un número no determinado de trabajadores. El 4 de mayo, un día después de la muerte de los trabajadores, hay un acto multitudinario en la Plaza de Haymarket. Cuando las policía arremete contra los trabajadores, una bomba que “habría salido” de las filas anarquistas mató un policía e hirió a varios.

Lo que siguió fue el estado de sitio y el toque de queda en los Estados Unidos y, sobre todo, centenares de trabajadores golpeados y torturados, acusados de la muerte de los policías. En junio de 1886 se inició una causa plagada de irregularidades contra 31 anarquistas. En 1887, sin pruebas de culpabilidad, se condenó a muerte a 5 líderes sindicales, y otros 3 fueron encarcelados. Uno de los condenados a la pena capital, el alemán Louis Linng, murió en un dudoso “suicidio” en la cárcel. El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de: August Spies, Albert Parsons, y los inmigrantes alemanes Georg Engel y Adolph Fischer, ambos también anarquistas.

A estos luchadores, hoy se los conoce como los Mártires de Chicago. En casi todo el mundo –excepto en los Estados Unidos-, se adoptó la jornada del 1 de Mayo de 1886 como Día del Trabajador.

Momentos antes de la ejecución, José Martí, corresponsal del periódico argentino La Nación en Chicago, observó. Y escribió:

“Plegaria es el rostro de Spies, firmeza el de Fischer, orgullo el de Parsons. Engel hace un chiste a propósito de su capucha.
Spies grita: “¡La voz que van a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora!”.

Los mártires de Chicago
El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista), August Spies (alemán, 31 años, periodista), Adolph Fischer (alemán, 30 años, periodista) y Georg Engel (alemán, 50 años, tipógrafo). Louis Linng (alemán, 22 años, carpintero) se había suicidado antes en su propia celda. A Michael Swabb (alemán, 33 años, tipógrafo) y Samuel Fielden (inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil) les fue conmutada la pena por cadena perpetua y Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor) fue condenado a 15 años de trabajos forzados.

Cuarenta años después, serían condenados otros dos inmigrantes italianos, a quienes se les llamó los Mártires de Boston, sus nombres:

Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti



Desde aquellos Mártires de Chicago y Bostón hasta nuestros días, han transitado la historia muchísimos luchadores que nos permiten seguir recorriendo el camino del hoy.

El Congreso Obrero Internacional de Paris
En 1889 se reúne en Paris un Congreso Obrero Internacional, del cual nacería posteriormente la II Internacional. En ese congreso se resolvió que los obreros de todo el mundo paralizacen las tareas todos los primeros de Mayo en homenaje a los mártires de Chicago, y por la conquista de una legislación protectora.

En nuestro país, el 30 de marzo de 1890 se realiza una reunión en el Club Vorwarts (que era una asociación de socialistas de origen alemán) donde se resuelve formar un Comité Obrero Internacional que organice la conmemoración del 1ro de Mayo en Argentina, haciendo suyo el programa adoptado en París. Se tomaron además otros acuerdos: crear una federación de obreros del país, editar un periódico obrero, presentar al Congreso Nacional un petitorio solicitando la sanción de leyes de trabajo.

Fuente: Belloni, Alberto."Del Anarquismo al peronismo"

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