martes, 22 de junio de 2010

Honduras ocupa tercer lugar a nivel mundial en muerte de sindicalistas

Revistazo


Con 12 sindicalistas asesinados de un total de 101 que se registraron a nivel mundial en el 2009,  Honduras se ubica en la tercera posición en muerte de sindicalistas y líderes sindicales, según el informe anual de la Confederación Sindical Internacional  (CSI).

Tegucigalpa, Honduras.- El documento revela que el año anterior se incrementaron en un 30 por ciento, los asesinatos de sindicalistas, se atribuyen este hecho a la presión que realizaron las organizaciones sindicales exigiendo el cumplimiento de los derechos  fundamentales de los trabajadores por la recuperación de empleos, misma que se profundizó durante la crisis económica global.

El informe agrega que de las 101 víctimas, Honduras es únicamente  superada por Colombia con 48 asesinatos de sindicalistas y Guatemala con 16. La CSI lo considera, “una escalada de violencia que se desarrolló en los últimos años contra sindicalistas los líderes sindicales.

Otros de los países que fueron afectados con este problema son: México y Bangladesh con seis asesinatos, ambos comparten la cuarta posición, seguido de Brasil que reportó cuatro. Tres se registran en la República  Dominicana e igual número en Filipinas y con un deceso violento India, Iraq y Nigeria.

Para el secretario General de la CSI Guy Ryder,  “el  empeoramiento de la situación en Guatemala, Honduras y varios otros  países es también motivo de extrema preocupación". El informe  de este año vuelve a registrar una extensa lista de violaciones sufridas por sindicalistas que luchan por defender los intereses de los trabajadores, en esta ocasión en 140 países”.

Aumenta la Represión
Agregó que otras violaciones  no se registran  debido a que mujeres  y hombres trabajadores se ven privados de los medios necesarios para hacerse oír, o prefieren no  denunciar  las violaciones  por miedo  a perder sus empleos o incluso para su seguridad física.

Junto con la lista de asesinatos, el Informe proporciona documentación detallada de acosos, intimidaciones y otras formas de  persecución anti-sindical.

El documento señala que en cada una de las regiones se documentaron numerosos casos  de represión  de huelgas y ataques contra huelguistas.

Trabajadores y trabajadoras que se manifestaban para reclamar sus salarios, denunciar  condiciones de trabajo extremas o los efectos perniciosos de la crisis financiera y económica mundial, fueron objeto de agresiones, arrestos y detenciones, en países como Argelia, Argentina, Belarús, Birmania, Côte d’Ivoire, Egipto, Honduras, India, Irán, Kenya, Nepal,  Pakistán y Turquía.

Asimismo, numerosos sindicalistas permanecen en  prisión y en 2009 se sumaron a ellos un centenar más. Muchos otros fueron arrestados en Irán, Honduras, Pakistán, Corea del Sur, Turquía y  Zimbabue concretamente.

Los empleadores continúan  las  presiones y  acciones encaminadas a destruir los sindicatos. En varios países, diversas empresas amenazaron a los trabajadores con cerrar las plantas de producción si optaban por organizar o afiliarse a un sindicato.

Muchas veces, sencillamente se negaron a negociar con los representantes legales de los trabajadores y trabajadoras, sin que las autoridades hiciesen nada  al respecto.

Flexibilizan leyes
Ryder sostuvo que, "el  informe de la CSI de este año muestra que la mayoría de los  trabajadores y trabajadoras del mundo todavía carecen de una protección efectiva de sus derechos a organizar sindicatos y negociar colectivamente, un factor importante del incremento a largo plazo de la desigualdad económica dentro y entre los países.

Los ingresos  inadecuados para la mayoría de la mano de obra mundial contribuyó a  provocar la crisis económica global, y está haciendo que resulte mucho más difícil encauzar la economía por la vía del crecimiento sostenible”.

Algunos códigos laborales fueron enmendados para permitir  una mayor "flexibilidad" y para desbaratar los sistemas de seguridad  social, lo cual suele tener un impacto importante en el sistema  existente de relaciones industriales y redunda en un recorte de los  derechos sindicales.

El debilitamiento de las normas del trabajo internacionalmente reconocidas –dice el Informe– dejó al descubierto que  cada vez son más los trabajadores que  se enfrenten a la  inseguridad y vulnerabilidad en el empleo: el 50% de la mano de obra  global tiene un trabajo vulnerable.

Esto afecta a los trabajadores y  trabajadoras en las zonas francas industriales  especialmente en el  Sudeste asiático y en América Central; a los empleados del servicio  doméstico, sobre todo en Oriente Medio y el Sudeste asiático; a los  migrantes y a los trabajadores/as agrícolas. Conviene mencionar que las mujeres representan la mayoría de la mano de obra en estos sectores.

Por  otro lado, se ha constatado el crecimiento del empleo informal y el  desarrollo de nuevas formas de empleo "atípico", tanto en las regiones como en los distintos sectores industriales. Las dificultades que encuentran estos trabajadores a la hora de organizarse o de ejercer sus derechos sindicales guardan relación directa con su posición vulnerable en el mercado laboral.

Vulnerabilidad
El Informe también pone de relieve muchos casos en los que, aun cuando los derechos sindicales están oficialmente protegidos por la legislación, las restricciones en la cobertura legal y una aplicación débil o inexistente se suman a la vulnerabilidad de los trabajadores que luchan en las profundidades de la crisis.
En un gran número de países las huelgas están severamente restringidas o rotundamente prohibidas.

Por otro lado, unos procedimientos complejos, la imposición del arbitraje obligatorio y el recurso a definiciones  excesivamente amplias de los "servicios esenciales" hacen que el ejercicio de los derechos sindicales resulte a menudo imposible en la práctica, con lo que se priva a los trabajadores y trabajadoras de sus derechos legítimos a contar con una representación sindical y a participar en acciones  industriales.

El informe de la CSI constata que en 2009 se celebró el 60º Aniversario del Convenio 98 de la OIT sobre el derecho de sindicalización y de  negociación colectiva. Países como Canadá, China, India, Irán, República de Corea, México, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam  todavía no lo han ratificado, lo que implica que aproximadamente la mitad de la población económicamente activa del mundo no está cubierta por dicho convenio.

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