viernes, 25 de junio de 2010
De la FORA Anarcosindicalista a la CORS, Herramienta Sindical de la FACA
Radio Cualquiera
Para comenzar a hablar del anarquismo a principios del siglo XX en la Argentina, tenemos que separar lo que es anarcosindicalismo y lo que es anarquismo como política sindical. Se tiende a identificar el desarrollo de la FORA en la Argentina como anarcosindicalismo, sin embargo, el anarcosindicalismo es una conjunción tardía. Lo que nosotros conocemos como sindicalismo anarquista a principios de siglo, es una experiencia original que no ha tenido similar en Europa. La FORA es una organización político-sindical. Organiza obreros, pero no en tanto obreros sino en tanto anarquistas, comprometidos con la “finalidad” del Comunismo Anárquico.
No es exactamente una central sindical como se ha tendido a verla, no organiza sindicatos sino sociedades de resistencia. Su estrategia es la resistencia, pero no considera que en caso de pasar a la ofensiva tendrá a su cargo -en forma casi excluyente- la organización de la nueva sociedad como planeaba el anarcosindicalismo industrialista de los años ‘20 y ‘30 en Europa. Incluso confiaban la organización de la sociedad a la constitución de comunas y otros entes municipales autónomos, pareciera que para los foristas el conocimiento de un oficio no se consideraba una cualidad privilegiada en lo que hace al diseño de la nueva sociedad. Coherentes con una visión preindustrial del movimiento proletario no podían percibir que las asociaciones obreras creadas en el “lugar de trabajo” mismo, en el mismo centro del poder industrial y capitalista, cargan con un poder decisivo para la transformación de la sociedad. Este, el anarco sindicalismo, fue la respuesta que dio el anarquismo a la sociedad industrial, al movimiento obrero industrial, durante la década del 20. Las características más conocidas del anarcosindicalismo se da en lo que fue la CNT española.
El "nivel en un círculo" masón como primer uso por el Consejo Federal de España de la Asociación Internacional de los Trabajadores. Nótese la inclusión de la plomada, una de las herramientas de trabajo de la masonería y un símbolo de la rectitud de conducta.
En la Argentina, a partir de 1922, va a surgir una central obrera anarcosindicalista que es la Unión Sindical Argentina (USA). Esta organización se constituye a partir de lo que fue la Revolución Rusa, que partió aguas en el movimiento anarquista local y surgió como corriente un sector que reivindicaba la dictadura del proletariado a los que los foristas llamaban anarco bolcheviques. Esta central obrera no fue un caso exclusivo de la Argentina, esto ocurrió en varios países de América Latina. En Brasil, por ejemplo, se dio origen al Partido Comunista Brasilero a partir de una central obrera de este tipo. En la Argentina se forma la ALA (Alianza Libertaria Argentina) como un Partido Anarquista. El permanente enfrentamiento entre anarquistas que estaban por la construcción de una organización especifica y los que estaban por la construcción de una organización anarcosindicalista, o por lo menos una organización sindical que diera contención a todas las corrientes, se manifestó durante los años 20 en forma violenta, lo que significaba tiroteos en el puerto permanentemente, entre trabajadores foristas y trabajadores de la USA.
Debido a esto se dice qué dentro de los años 20 los anarquistas se mataron más entre ellos que lo que los mató la represión: hacia el año 24 “La Protesta” resuelve atacar un local de un grupo anarquista en La Pampa, editores del periódico “Pampa Libre”, y en ese ataque mueren varios militantes. Los enfrentamientos van a continuar durante los años 27 y 28. En el año 29 Severino Di Giovanni, permanentemente atacado desde “La Protesta”, resuelve eliminar a López Arango, secretario de redacción de este periódico.
Lo que quiero clarificar con esto es que los continuos enfrentamientos durante los años 20 dentro del movimiento anarquista van a determinar una debilidad flagrante antes del año 30, cuando asuma, tras el golpe, Uriburu.
El golpe de Uriburu tiene como finalidad concreta destruir ese movimiento, prácticamente lo logró a través de una represión feroz, creo que hasta la última comisaría perdida en algún pueblo de La Pampa o Jujuy tuvo militantes anarquistas presos; se llenaron tocas las cárceles del país, se llenó la isla Martín García, se llenaron los barcos de la Armada en el puerto; el anarquismo proveyó los cuerpos para los fusilamientos y para las torturas.
En 1932, mediante elecciones fraguadas, se busco la recomposición de la institucionalidad democrática. La década del 30 se va a denominar la década infame no sólo por el retroceso del país, por la corrupción, sino también por el fraude electoral. Justo asume, precisamente, sobre la base del fraude patriótico, y sobre esa base del fraude patriótico también va a haber otro gobierno conservador en el ‘38. La represión permanece durante todos los años ‘30, en el año ‘35, a cinco años del golpe, y en una sola noche, son aprehendidos mas de 3500 obreros, foristas y anarquistas, que van a ser alojados en las peores cárceles del país. La peor de esas, la más conocida, la más famosa, es el penal de Usuahia. Esta cárcel tenía las características de lo que era la Siberia en Rusia: era un penal desaparecido en medio de la nieve, donde eran alojados los presos “peligrosos” (y para el régimen presos peligrosos era algún asesino que había salido en el diario Crítica, famoso porque había masacrado a 20 o 30 personas, y los anarquistas). Allí se ponía a los anarquistas a picar piedras durante años. Hay militantes que pasan allí 7, 8 y hasta 10 años.
En 1930 se inaugura la cárcel de Devoto, en Buenos Aires (todavía se está discutiendo si la demuelen o no, si la tiran abajo). A esa cárcel la inauguran los anarquistas, y en los tres pabellones que hay las autoridades dedican un pabellón exclusivo para ellos. Esto permite que estos anarquistas, que no pudieron discutir a lo largo de 10 años, se vean obligados a discutir ahora, a partir de la obligada convivencia en el penal.
En este sentido, es curioso ver como las autoridades carcelarias se plantean esta concepción casi de entomólogo, o sea, de ir juntando los bichos y clasificándolos. Entonces hay un pabellón de comunistas, un pabellón de socialistas y un pabellón de anarquistas. En el pabellón de anarquistas, durante los meses de agosto, septiembre y octubre de 1931, se desarrolla un congreso del que no sabemos muy bien cuanta gente participó, y del que sólo se conserva una carta publicada en un periódico de la colectividad italiana en Nueva York (la Adunata dei Refratari –en italiano-), donde aparecen 73 firmantes de un acuerdo interno. Este acuerdo interno firmado por 73 militantes del congreso, nos permite hacernos una idea de la cantidad de participantes, que yo considero entre 600 o 700 . ¿Porque digo 600 o 700? Por que si bien en el pabellón residían permanentemente 300 militantes, todos los días ingresaban nuevos presos y nuevos presos eran trasladados a cárceles del interior.
En este congreso se hizo una autocrítica por los conflictos vividos durante los años 20 y se llegó a la conclusión de que el sectarismo y la lucha interna, llevaron a debilitar el movimiento de tal manera, que fuera incapaz de resistir el golpe del ‘30. Cuando se da el golpe ninguna de las centrales obreras existentes en esa coyuntura fueron capaces de, siquiera, llamar a un paro o a una huelga; y me refiero tanto a la -CGT recientemente creada, como a los remanentes de la USA, como a la FORA y al Sindicato Socialista: todos ellos prefieren expresar una cierta neutralidad frente al golpe. Muchos militantes de la época, con bastante lucidez, comenzaban a pensar ya en los días previos al 6 de septiembre de 1930 que el golpe se venia, que tenía un carácter fascista, y que iba a significar una inmensa represión para el movimiento popular en general, no sólo para el anarquismo en particular. Estos militantes convocaron a la FORA y a los demás organismos sociales a crear un tipo de alianza para enfrentarlo. Uno puede encontrar notas en ese sentido en La Protesta, escritas por Diego Abad de Santillán, en La Antorcha, por Badaracco, por González Pacheco, por militantes como el Secretario General de la Federación Obrera Marítima, Morán, que convocan a un paro, a tratar de coordinar algún tipo de acción de resistencia. Lo cierto es que no hubo resistencia que esa neutralidad, que supongo yo, en algún momento se planteó como forma de no confrontar al gobierno militar, no les sirvió absolutamente para nada.
La bandera rojinegra une los tradicionales colores del anarquismo y el socialismo en un mismo paño
El gobierno militar no sólo llenó de cárceles el país, sino que institucionalizó la tortura: la picana eléctrica se estableció como forma de tratamiento para todo preso político del país. Uno de los que primero uso la picana era Lugones, jefe de la policía de Buenos Aires, hijo del escritor Leopoldo Lugones. También empiezan a aparecer los primeros fusilados. Casi inmediatamente después del golpe van a fusilar a Joaquín Penina, un militante tolstoiano, al que la policía de Santa Fe descubre con volantes y panfletos, lo saca de la casa y lo fusila en la calle. Un tiempo después es aprehendido Di Giovanni y es fusilado junto a Scarfó; pero, al margen de estos fusilados, pomposamente, con marchas militares, con pelotón de fusilamientos y demás, también desaparece Morán, secretario general de la Federación Marítima, quien es detenido y no aparece nunca más (se lo supone fondeado en el Riachuelo).
De la misma manera desaparece Rosigna, que había sido detenido en Montevideo después de una persecución novelesca. Allá pasará varios años preso en la misma cárcel que violara a través de un túnel desde el exterior en la famosa “Fuga de la Carbonería El Buen Trato”. Le sale la extradición y es trasladado a una comisaría en la provincia de Buenos Aires, y al igual que Moran, no va a aparecer nunca más.
Esta es la situación de la que emerge el movimiento anarquista durante los años 30. El congreso del año 31 al que hacíamos referencia mas arriba, permite una recomposición frente a esa decadencia. Surge la idea de reunir a los anarquistas del país en un congreso que se va a desarrollar en Rosario en el año 1932. El movimiento anarquista para el año 32 no es un movimiento masivo, es decir, no tiene el carácter masivo que había tenido durante los años 20, pero sigue siendo un movimiento extenso.
Con esta “extensión” me refiero al hecho de que no hay lugar en el país donde no se hayan constituido agrupaciones anarquistas, o donde no haya sindicatos de carácter anarquistas.
Es decir que numéricamente se ha deteriorado el movimiento, pero mantiene vira extensión a lo largo de todo el país. En el congreso de 1932 participan agrupaciones, de Rosario, Santa Fe, La Plata, Buenos Aires, que tradicionalmente fueron los lugares donde se asentó el movimiento libertario, porque además fueren tradicionalmente los lugares donde se asentó el movimiento obrero, el movimiento obrero de un país que era clásicamente agrícola y ganadero, que por sus características tenía su asentamiento fundamental en los alrededores del Gran Buenos Aires, La Pampa húmeda, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Pero en el congreso del 32 vamos a encontrar también agrupaciones de Córdoba, de Mendoza, de Jujuy, de Salta, de Tucumán, de Río Negro, de Santiago del Estero, es decir, lo que nosotros podemos ver es que, aunque deteriorado numéricamente, el movimiento sigue siendo importante.
Este movimiento, en el congreso del año 32, resuelve la construcción de una organización especifica. Es curioso ver en los debates de entonces como se plantea la construcción de una organización específica como si no hubiera existido previamente una organización especifica, como si no se recordara que durante los años 20 se había desarrollado la Alianza Libertaria Argentina (ALA), que había tenido agrupaciones en una enorme cantidad de provincias, o sea que era una organización de carácter nacional. Sin embargo, como esta organización había sido tachada de anarco bolchevique, los anarquistas que se reúnen en e! año 32 en Rosario resuelven no hacer mención a este antecedente. A partir de entonces se resuelve hacer una serie de giras por todo el país, giras de propaganda en función de la construcción de una organización específica.
Esta organización especifica finalmente tiene fundación en la ciudad de La Plata, en un congreso que se desarrolla en la clandestinidad, porque en el año 35 había vuelto a apretar la represión. Esta represión era esporádica, había durado con una tendencia descomunal hasta el año 32. En el año 32 se resuelve justamente este congreso en Rosario porque en Santa Fe había elecciones, y eso permite cierta tranquilidad como para poder realizar un congreso público, pero hacia el año 35 nuevamente la represión ha crecido y este congreso se desarrolla en la clandestinidad.
En este congreso, en La Plata, se funda la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA), que es el intento más serio que hubo en la Argentina de una organización especifica. En realidad la fundación en el ‘35 es puramente formal, pues la organización ya existe desde hace 2 o 3 años, ya tiene un órgano de prensa que se distribuye a nivel nacional, que es Acción Libertaria, ya tiene una inserción gremial muy poderosa (justamente en el congreso del 32 una de las discusiones es la necesidad de activar el trabajo intersindical en las organizaciones sindicales reformistas, para lo cual había que empezar a abandonar el trabajo exclusivo de la FORA y comenzar a trabajar con todo el movimiento obrero). A partir de las discusiones respecto al trabajo sindical que debían darse los anarquistas, se comienzan a construir intersindicales, y eso permite a la FACA una inserción en el movimiento obrero de todo el país, bastante considerable para esa época. En Entre Ríos, por ejemplo, se funda la Federación Comarcal de Entre Ríos, que comienza a funcionar en Diamante y en varias ciudades del interior de la provincia.
Sobre el río Uruguay, el accionar especifico de esta Federación se suma al de otra agrupación anarquista que se ha constituido en Buenos Aires aproximadamente por la misma época, que era la agrupación Spartacus, más decididamente plataformista.
La plataforma de Mahkno llamo a un documento “La Plataforma de los Comunistas Anarquistas”, que va a iniciar un profundo debate en Francia hacia el año 26, con los emigrados anarquistas que proceden de la Revolución Rusa, a partir de una reflexión critica sobre los errores cometidos, errores que permitieron el copamiento de la Revolución, su derrota y su exilio, además de la muerte de la mayor parte del movimiento. Estos compañeros desarrollan en Francia la discusión sobre la necesidad de construcción de un partido, de una organización anarquista férrea que mantenga una unidad ideológica, ya no la concepción de una federación amplia que agrupe anarquistas de distintas tendencias y corrientes. Ya no una organización de la propaganda sino una organización de acción revolucionaria. Esta discusión se traslada a la Argentina, y la hace propia la Alianza Obrera Spartacus.
A fines de 1935 se desarrolla la huelga de la construcción, la huelga nacional de la construcción, una huelga que duró más de 3 meses y en la que participaron miles de obreros. En diciembre de ese año, y en enero del año ‘36, se declara la huelga general en apoyo a los compañeros de la construcción. Es una huelga de carácter insurreccional que mantiene ocupada la ciudad de Buenos Aires y alrededores a lo largo de 3 días. En este contexto insurreccional se da el lanzamiento de la FACA. Inmediatamente después, en julio del 36, estalla la guerra en España, y todo el movimiento anarquista, así como la izquierda en general, va a estar abocada a la solidaridad con la causa de la Republica. Desde 1936 hasta 1939 (en realidad formalmente no fue hasta el 39 sino hasta el 41, porque los emigrados españoles, los exiliados españoles, van a seguir siendo atendidos por diversas agrupaciones solidarias construidas por el movimiento anarquista, por el movimiento socialista y por el movimiento comunista, tras la derrota de las fuerzas republicanas), se desarrolla una intensa actividad solidaria, que desvía la atención del movimiento anarquista.
Hacia el año 1942 se plantea una recomposición del aparato sindical y se constituye la CORS (Comisión Obrera de Relaciones Sindicales). Esta es la forma en que la FACA encara la construcción sindical, en función de constituir una central obrera paralela en alianza con la USA, que apenas sobrevivía de su escisión de la CGT en 1933.
Estoy haciendo este raconto para llegar al peronismo, al surgimiento del peronismo en la Argentina.
El Anarquismo frente al Peronismo y la aparcición de la “Nueva Izquierda”
El peronismo por primera vez le planteaba a la izquierda el desarrollo de un movimiento popular, es decir, un movimiento ampliamente popular, pero al mismo tiempo con un carácter burgués, con una cantidad de elementos que eran tradicionalmente de la derecha. Toda la izquierda en la Argentina sufrió frente al peronismo una fuerte decadencia, que no está motivada por la represión.
Yo, francamente, no creo que haya habido una gran represión del peronismo hacia la izquierda; lo que si creo, es que la izquierda se encontró frente a un movimiento que expropió muchas de las que eran sus banderas tradicionales, expropiadas y colocadas dentro de un discurso que no era tradicionalmente de izquierda. Quien más sufre este tipo de canje, de cambios, de movilización de elementos del discurso, es el anarquismo. Figuras tradicionales del anarquismo, como el “descamisado” por ejemplo, son apropiadas por el peronismo, que las va a colocar en el centro de su folklore. Los anarquistas eran “los negros”, “los descamisados”, y de pronto existía un movimiento de carácter popular, también como había sido el anarquismo, pero con un militar a la cabeza, y una cantidad de sectores burgueses y de derecha en sus filas, que incorporaban todo lo que eran estas imágenes tradicionales de los ácratas.
Toda la izquierda frente al peronismo se encapsuló. Para el anarquismo ese encapsulamiento, ese encierro, resultó funesto. En el año 1955 el anarquismo amanece destruido. Es un movimiento sectario, encerrado, aislado, y en ese marco va a comenzar a surgir en Argentina, y en América Latina, la “nueva izquierda”.
La “nueva izquierda” va a hacer un fuerte cuestionamiento a lo que son las concepciones tradicionales de la izquierda, y el anarquismo no está alejado de esa discusión. A fines de los años ‘60 va a empozar a desarrollarse, en La Plata, un agrupamiento que va a ser el inicio de la RL (Resistencia Libertaria).
Esto no está desconectado del surgimiento do la “nueva izquierda”, porque grupos como la RL están surgiendo a lo largo de todo el País. Por lo que he relevado hasta ahora, grupos del mismo carácter surgen en Córdoba y en Buenos Aires Podemos mencionar, por ejemplo, los GAR (Grupos Anarquistas Revolucionarios), al LAC (Linea Anarco Comunista), la Acción Directa, que era un periódico de carácter nacional que se distribuía en todo el país.
A diferencia del anarquismo tradicional, de origen obrero, este nuevo anarquismo surge de sectores pequeño burgueses, manifestándose de forma urgente, sobre todo tras el Cordobazo, la necesidad de insertarse en las masas. Una de las discusiones prioritarias, una de las discusiones paradigmáticas de los años 70, es el tema de la proletarización. Esto incluyó a todo el movimiento de la izquierda y de la “nueva izquierda”. En cuanto al anarquismo significó que todos estos agrupamientos que tenían origen pequeño burgués, se incluyan en el ámbito fabril. Insertarse en el ámbito fabril no significaba simplemente conseguir un trabajo en una fábrica. Se hablaba de proletarización desde el punto de vista cultural y social, es decir, desde una inserción en la convivencia. Se buscaba un cambio de sociedad, un cambio de mundo y de concepción de mundo.
En el caso de La Plata, la RL comenzó a tener inserción en los astilleros, por supuesto en el movimiento docente, y en el movimiento comercial, donde tradicionalmente lo tenía por su origen pequeño burgués. En Buenos Aires va a tener inserción en Alpargatas, en el gremio de plomeros, donde ya existía, donde se había conservado tradicionalmente, pero ahora también se amplia a una inserción en el gremio textil, el gremio de la pintura. En Córdoba estos pequeños núcleos logran inserción en lo que es el SMATA (mecánicos), el caucho y en proyectos barriales. En Córdoba, precisamente, se va a desarrollar un congreso clandestino en el cual participan agrupaciones de Buenos Aires, de La Plata, de Córdoba, una agrupación de Rosario, la Federación Anarquista Uruguaya (FAU) y su aparato militar, la OPR ( Organización Popular y Revolucionaria). También concurren a ese congreso lo que fue la Comunidad del Sur, compañeros de una agrupación mendocina.
En este congreso se va a intentar la construcción de una organización especifica a nivel nacional, pero no se llegó más allá de un acuerdo sobre un par de documentos, algún tipo do coordinación. Sin embargo, lo cierto es que algunas de las organizaciones concurrentes si fijan una coordinación, y así surge la Resistencia Libertaria a nivel nacional.
De esta coordinación participan el grupo El Libertario, de Córdoba, lo que es la vieja RL, de La Plata, y Acción Directa, de Buenos Aires.
Estos grupos se funden en agrupamientos dentro de lo que es RL, y surge Resistencia Anticapitalista Libertaria (RAL).
1974 y 1975 son años de represión. Durante el ‘75 comienzan las primeras desapariciones. Nos desaparecen compañeros en Córdoba, nos desaparecen compañeros en La Plata. Nosotros teníamos por norma de seguridad descolgar a los compañeros que estaban haciendo la conscripción (en esa época todavía existía la conscripción obligatoria que se levantó en el 90 bajo Gobierno menemista), así y todo, un compañero que hace la conscripción en la Plata es desaparecido, torturado durante 15 o 20 días, y finalmente aparece y nosotros lo sacamos de Buenos Aires.
Con esto quiero significar que, si bien a veces se tiende a pensar que la represión aparece con la dictadura, la desaparición de militantes comienza en realidad en el año ‘74, y va a estar impulsada por sectores de la derecha del Gobierno, y por el radicalismo. Aquellos radicales que durante años se llenaron la boca hablando de la democracia, y de lo democráticos que son y demás, tienden a olvidar que quien hace la campaña en contra de la llamada “guerrilla industrial”, por la cual comienzan a desaparecer delegados de fábrica de todo el país y militantes gremiales clasistas, es Balbin, el “democrático” diputado Balbín.
La RL se definía como una organización clasista que promovía la constitución de un poder obrero. Es decir, su estrategia general apuntaba a la construcción de un poder desde la clase obrera misma, una organización de clase que tendiera a dirigir la sociedad. El planteo lo podemos abarcar dentro de lo que es el clasismo, porque apunta a lo que es el consejismo, a una revolución de consejos obreros, emparentada de algún modo con la vieja estrategia del anarcosindicalismo.
Esa era la estrategia general, en el marco de esa estrategia general se apuntaba a lo que en la época se denominaba “la guerra popular y prolongada”. Una guerra de resistencia que se daba en todos los ámbitos, no sólo en el ámbito político, sino también en el ámbito gremial, en el ámbito estudiantil, en el ámbito cultural, en el cual era posible la transformación social en tanto y en cuanto el movimiento popular y la clase obrera en particular, fuera constituyéndose como clase hegemónica. Se pensaba en el movimiento obrero como vanguardia de la revolución, sobre todo a partir de su posibilidad de articular un discurso hacia el conjunto de los sectores explotados de la sociedad, y conducirlos hacia una transformación social.
Para principios de marzo del 76, creo que fue el 9 de marzo de 1976, nos pegan un golpe muy grande en Córdoba, donde desaparecen un buen número de compañeros. La organización se recompone sobre la base de trasladar infraestructura y compañeros hacia Buenos Aires y hacia La Plata. Hacia fines del ‘77… -yo estoy reconstruyendo la historia, y parece que estoy haciendo la historia de la represión y no de la organización. La organización tiene en la coyuntura una táctica de resistencia, puramente de resistencia, pero así y todo mantiene su inserción social e incluso crece como organización dentro de determinados sindicatos. Es el caso del sindicato del caucho, que es controlado a principios del año 76, el gremio textil, en el cual se comienza a desarrollar una labor muy fuerte, apoyada en una serie de agrupaciones de base en fábricas de Capital Federal, Buenos Aires y La Plata, en el año 76 y 77. El gremio gráfico en capital federal. En 1977, a fines del 77, es ocupada la planta de Alpargatas en Varela. La fábrica permanece ocupada con los tanques rodeando la planta durante tres días. El conflicto se gana, pero inmediatamente después del conflicto, desaparecen tres delegados, incluso nos vemos obligados a trasladar compañeros de La Plata a Buenos Aires.
A mediados del 77 comienzan en La Plata los operativos rastrillos, que consistían básicamente en el cierre de una zona compuesta por 4, 5 o 6 manzanas, que el ejercito revisaba casa por casa. Esto es algo que la represión pudo hacer en La Plata, pero que afortunadamente nunca logró hacer en Buenos Aires, por que allí era mucho más difícil de controlar. Por eso nos vimos obligados, al igual que otras organizaciones políticas, a trasladar a una enorme cantidad de compañeros, y toda la infraestructura, a Buenos Aires. A mediados del 78, cuando se está desarrollando el Mundial de fútbol, nos dan lo que podríamos denominar el golpe final.
La RL no se recupera de la desaparición, en ese momento, de más del 80 % de los militantes mas activos de la organización, de los cuales cerca de un 20 % permanecen desaparecidos. A lo largo de los meses de julio, agosto y septiembre, tras simulacros de fusilamiento, van apareciendo distintos compañeros, algunos de los cuales pasan a la clandestinidad (aunque decir que pasan a la clandestinidad implicaría un proceso de militancia, alguien que pasa a la clandestinidad es porque está en actividad. Acá los compañeros que reaparecen pasan a esconderse, a desaparecer voluntariamente, a ocultarse o a irse del país.
Esta es la realidad del año ‘78, no hubo posibilidades de una discusión interna que saldara cualquier tipo de errores políticos, los errores políticos que pueden haber llevado a la derrota o a la caída. En conclusión, este debate, esta autocrítica o esta critica, esta discusión, no se pudo desarrollar jamás, y esta es la realidad.
Para comenzar a hablar del anarquismo a principios del siglo XX en la Argentina, tenemos que separar lo que es anarcosindicalismo y lo que es anarquismo como política sindical. Se tiende a identificar el desarrollo de la FORA en la Argentina como anarcosindicalismo, sin embargo, el anarcosindicalismo es una conjunción tardía. Lo que nosotros conocemos como sindicalismo anarquista a principios de siglo, es una experiencia original que no ha tenido similar en Europa. La FORA es una organización político-sindical. Organiza obreros, pero no en tanto obreros sino en tanto anarquistas, comprometidos con la “finalidad” del Comunismo Anárquico.
No es exactamente una central sindical como se ha tendido a verla, no organiza sindicatos sino sociedades de resistencia. Su estrategia es la resistencia, pero no considera que en caso de pasar a la ofensiva tendrá a su cargo -en forma casi excluyente- la organización de la nueva sociedad como planeaba el anarcosindicalismo industrialista de los años ‘20 y ‘30 en Europa. Incluso confiaban la organización de la sociedad a la constitución de comunas y otros entes municipales autónomos, pareciera que para los foristas el conocimiento de un oficio no se consideraba una cualidad privilegiada en lo que hace al diseño de la nueva sociedad. Coherentes con una visión preindustrial del movimiento proletario no podían percibir que las asociaciones obreras creadas en el “lugar de trabajo” mismo, en el mismo centro del poder industrial y capitalista, cargan con un poder decisivo para la transformación de la sociedad. Este, el anarco sindicalismo, fue la respuesta que dio el anarquismo a la sociedad industrial, al movimiento obrero industrial, durante la década del 20. Las características más conocidas del anarcosindicalismo se da en lo que fue la CNT española.
El "nivel en un círculo" masón como primer uso por el Consejo Federal de España de la Asociación Internacional de los Trabajadores. Nótese la inclusión de la plomada, una de las herramientas de trabajo de la masonería y un símbolo de la rectitud de conducta.
En la Argentina, a partir de 1922, va a surgir una central obrera anarcosindicalista que es la Unión Sindical Argentina (USA). Esta organización se constituye a partir de lo que fue la Revolución Rusa, que partió aguas en el movimiento anarquista local y surgió como corriente un sector que reivindicaba la dictadura del proletariado a los que los foristas llamaban anarco bolcheviques. Esta central obrera no fue un caso exclusivo de la Argentina, esto ocurrió en varios países de América Latina. En Brasil, por ejemplo, se dio origen al Partido Comunista Brasilero a partir de una central obrera de este tipo. En la Argentina se forma la ALA (Alianza Libertaria Argentina) como un Partido Anarquista. El permanente enfrentamiento entre anarquistas que estaban por la construcción de una organización especifica y los que estaban por la construcción de una organización anarcosindicalista, o por lo menos una organización sindical que diera contención a todas las corrientes, se manifestó durante los años 20 en forma violenta, lo que significaba tiroteos en el puerto permanentemente, entre trabajadores foristas y trabajadores de la USA.
Debido a esto se dice qué dentro de los años 20 los anarquistas se mataron más entre ellos que lo que los mató la represión: hacia el año 24 “La Protesta” resuelve atacar un local de un grupo anarquista en La Pampa, editores del periódico “Pampa Libre”, y en ese ataque mueren varios militantes. Los enfrentamientos van a continuar durante los años 27 y 28. En el año 29 Severino Di Giovanni, permanentemente atacado desde “La Protesta”, resuelve eliminar a López Arango, secretario de redacción de este periódico.
Lo que quiero clarificar con esto es que los continuos enfrentamientos durante los años 20 dentro del movimiento anarquista van a determinar una debilidad flagrante antes del año 30, cuando asuma, tras el golpe, Uriburu.
El golpe de Uriburu tiene como finalidad concreta destruir ese movimiento, prácticamente lo logró a través de una represión feroz, creo que hasta la última comisaría perdida en algún pueblo de La Pampa o Jujuy tuvo militantes anarquistas presos; se llenaron tocas las cárceles del país, se llenó la isla Martín García, se llenaron los barcos de la Armada en el puerto; el anarquismo proveyó los cuerpos para los fusilamientos y para las torturas.
En 1932, mediante elecciones fraguadas, se busco la recomposición de la institucionalidad democrática. La década del 30 se va a denominar la década infame no sólo por el retroceso del país, por la corrupción, sino también por el fraude electoral. Justo asume, precisamente, sobre la base del fraude patriótico, y sobre esa base del fraude patriótico también va a haber otro gobierno conservador en el ‘38. La represión permanece durante todos los años ‘30, en el año ‘35, a cinco años del golpe, y en una sola noche, son aprehendidos mas de 3500 obreros, foristas y anarquistas, que van a ser alojados en las peores cárceles del país. La peor de esas, la más conocida, la más famosa, es el penal de Usuahia. Esta cárcel tenía las características de lo que era la Siberia en Rusia: era un penal desaparecido en medio de la nieve, donde eran alojados los presos “peligrosos” (y para el régimen presos peligrosos era algún asesino que había salido en el diario Crítica, famoso porque había masacrado a 20 o 30 personas, y los anarquistas). Allí se ponía a los anarquistas a picar piedras durante años. Hay militantes que pasan allí 7, 8 y hasta 10 años.
En 1930 se inaugura la cárcel de Devoto, en Buenos Aires (todavía se está discutiendo si la demuelen o no, si la tiran abajo). A esa cárcel la inauguran los anarquistas, y en los tres pabellones que hay las autoridades dedican un pabellón exclusivo para ellos. Esto permite que estos anarquistas, que no pudieron discutir a lo largo de 10 años, se vean obligados a discutir ahora, a partir de la obligada convivencia en el penal.
En este sentido, es curioso ver como las autoridades carcelarias se plantean esta concepción casi de entomólogo, o sea, de ir juntando los bichos y clasificándolos. Entonces hay un pabellón de comunistas, un pabellón de socialistas y un pabellón de anarquistas. En el pabellón de anarquistas, durante los meses de agosto, septiembre y octubre de 1931, se desarrolla un congreso del que no sabemos muy bien cuanta gente participó, y del que sólo se conserva una carta publicada en un periódico de la colectividad italiana en Nueva York (la Adunata dei Refratari –en italiano-), donde aparecen 73 firmantes de un acuerdo interno. Este acuerdo interno firmado por 73 militantes del congreso, nos permite hacernos una idea de la cantidad de participantes, que yo considero entre 600 o 700 . ¿Porque digo 600 o 700? Por que si bien en el pabellón residían permanentemente 300 militantes, todos los días ingresaban nuevos presos y nuevos presos eran trasladados a cárceles del interior.
En este congreso se hizo una autocrítica por los conflictos vividos durante los años 20 y se llegó a la conclusión de que el sectarismo y la lucha interna, llevaron a debilitar el movimiento de tal manera, que fuera incapaz de resistir el golpe del ‘30. Cuando se da el golpe ninguna de las centrales obreras existentes en esa coyuntura fueron capaces de, siquiera, llamar a un paro o a una huelga; y me refiero tanto a la -CGT recientemente creada, como a los remanentes de la USA, como a la FORA y al Sindicato Socialista: todos ellos prefieren expresar una cierta neutralidad frente al golpe. Muchos militantes de la época, con bastante lucidez, comenzaban a pensar ya en los días previos al 6 de septiembre de 1930 que el golpe se venia, que tenía un carácter fascista, y que iba a significar una inmensa represión para el movimiento popular en general, no sólo para el anarquismo en particular. Estos militantes convocaron a la FORA y a los demás organismos sociales a crear un tipo de alianza para enfrentarlo. Uno puede encontrar notas en ese sentido en La Protesta, escritas por Diego Abad de Santillán, en La Antorcha, por Badaracco, por González Pacheco, por militantes como el Secretario General de la Federación Obrera Marítima, Morán, que convocan a un paro, a tratar de coordinar algún tipo de acción de resistencia. Lo cierto es que no hubo resistencia que esa neutralidad, que supongo yo, en algún momento se planteó como forma de no confrontar al gobierno militar, no les sirvió absolutamente para nada.
La bandera rojinegra une los tradicionales colores del anarquismo y el socialismo en un mismo paño
El gobierno militar no sólo llenó de cárceles el país, sino que institucionalizó la tortura: la picana eléctrica se estableció como forma de tratamiento para todo preso político del país. Uno de los que primero uso la picana era Lugones, jefe de la policía de Buenos Aires, hijo del escritor Leopoldo Lugones. También empiezan a aparecer los primeros fusilados. Casi inmediatamente después del golpe van a fusilar a Joaquín Penina, un militante tolstoiano, al que la policía de Santa Fe descubre con volantes y panfletos, lo saca de la casa y lo fusila en la calle. Un tiempo después es aprehendido Di Giovanni y es fusilado junto a Scarfó; pero, al margen de estos fusilados, pomposamente, con marchas militares, con pelotón de fusilamientos y demás, también desaparece Morán, secretario general de la Federación Marítima, quien es detenido y no aparece nunca más (se lo supone fondeado en el Riachuelo).
De la misma manera desaparece Rosigna, que había sido detenido en Montevideo después de una persecución novelesca. Allá pasará varios años preso en la misma cárcel que violara a través de un túnel desde el exterior en la famosa “Fuga de la Carbonería El Buen Trato”. Le sale la extradición y es trasladado a una comisaría en la provincia de Buenos Aires, y al igual que Moran, no va a aparecer nunca más.
Esta es la situación de la que emerge el movimiento anarquista durante los años 30. El congreso del año 31 al que hacíamos referencia mas arriba, permite una recomposición frente a esa decadencia. Surge la idea de reunir a los anarquistas del país en un congreso que se va a desarrollar en Rosario en el año 1932. El movimiento anarquista para el año 32 no es un movimiento masivo, es decir, no tiene el carácter masivo que había tenido durante los años 20, pero sigue siendo un movimiento extenso.
Con esta “extensión” me refiero al hecho de que no hay lugar en el país donde no se hayan constituido agrupaciones anarquistas, o donde no haya sindicatos de carácter anarquistas.
Es decir que numéricamente se ha deteriorado el movimiento, pero mantiene vira extensión a lo largo de todo el país. En el congreso de 1932 participan agrupaciones, de Rosario, Santa Fe, La Plata, Buenos Aires, que tradicionalmente fueron los lugares donde se asentó el movimiento libertario, porque además fueren tradicionalmente los lugares donde se asentó el movimiento obrero, el movimiento obrero de un país que era clásicamente agrícola y ganadero, que por sus características tenía su asentamiento fundamental en los alrededores del Gran Buenos Aires, La Pampa húmeda, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Pero en el congreso del 32 vamos a encontrar también agrupaciones de Córdoba, de Mendoza, de Jujuy, de Salta, de Tucumán, de Río Negro, de Santiago del Estero, es decir, lo que nosotros podemos ver es que, aunque deteriorado numéricamente, el movimiento sigue siendo importante.
Este movimiento, en el congreso del año 32, resuelve la construcción de una organización especifica. Es curioso ver en los debates de entonces como se plantea la construcción de una organización específica como si no hubiera existido previamente una organización especifica, como si no se recordara que durante los años 20 se había desarrollado la Alianza Libertaria Argentina (ALA), que había tenido agrupaciones en una enorme cantidad de provincias, o sea que era una organización de carácter nacional. Sin embargo, como esta organización había sido tachada de anarco bolchevique, los anarquistas que se reúnen en e! año 32 en Rosario resuelven no hacer mención a este antecedente. A partir de entonces se resuelve hacer una serie de giras por todo el país, giras de propaganda en función de la construcción de una organización específica.
Esta organización especifica finalmente tiene fundación en la ciudad de La Plata, en un congreso que se desarrolla en la clandestinidad, porque en el año 35 había vuelto a apretar la represión. Esta represión era esporádica, había durado con una tendencia descomunal hasta el año 32. En el año 32 se resuelve justamente este congreso en Rosario porque en Santa Fe había elecciones, y eso permite cierta tranquilidad como para poder realizar un congreso público, pero hacia el año 35 nuevamente la represión ha crecido y este congreso se desarrolla en la clandestinidad.
En este congreso, en La Plata, se funda la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA), que es el intento más serio que hubo en la Argentina de una organización especifica. En realidad la fundación en el ‘35 es puramente formal, pues la organización ya existe desde hace 2 o 3 años, ya tiene un órgano de prensa que se distribuye a nivel nacional, que es Acción Libertaria, ya tiene una inserción gremial muy poderosa (justamente en el congreso del 32 una de las discusiones es la necesidad de activar el trabajo intersindical en las organizaciones sindicales reformistas, para lo cual había que empezar a abandonar el trabajo exclusivo de la FORA y comenzar a trabajar con todo el movimiento obrero). A partir de las discusiones respecto al trabajo sindical que debían darse los anarquistas, se comienzan a construir intersindicales, y eso permite a la FACA una inserción en el movimiento obrero de todo el país, bastante considerable para esa época. En Entre Ríos, por ejemplo, se funda la Federación Comarcal de Entre Ríos, que comienza a funcionar en Diamante y en varias ciudades del interior de la provincia.
Sobre el río Uruguay, el accionar especifico de esta Federación se suma al de otra agrupación anarquista que se ha constituido en Buenos Aires aproximadamente por la misma época, que era la agrupación Spartacus, más decididamente plataformista.
La plataforma de Mahkno llamo a un documento “La Plataforma de los Comunistas Anarquistas”, que va a iniciar un profundo debate en Francia hacia el año 26, con los emigrados anarquistas que proceden de la Revolución Rusa, a partir de una reflexión critica sobre los errores cometidos, errores que permitieron el copamiento de la Revolución, su derrota y su exilio, además de la muerte de la mayor parte del movimiento. Estos compañeros desarrollan en Francia la discusión sobre la necesidad de construcción de un partido, de una organización anarquista férrea que mantenga una unidad ideológica, ya no la concepción de una federación amplia que agrupe anarquistas de distintas tendencias y corrientes. Ya no una organización de la propaganda sino una organización de acción revolucionaria. Esta discusión se traslada a la Argentina, y la hace propia la Alianza Obrera Spartacus.
A fines de 1935 se desarrolla la huelga de la construcción, la huelga nacional de la construcción, una huelga que duró más de 3 meses y en la que participaron miles de obreros. En diciembre de ese año, y en enero del año ‘36, se declara la huelga general en apoyo a los compañeros de la construcción. Es una huelga de carácter insurreccional que mantiene ocupada la ciudad de Buenos Aires y alrededores a lo largo de 3 días. En este contexto insurreccional se da el lanzamiento de la FACA. Inmediatamente después, en julio del 36, estalla la guerra en España, y todo el movimiento anarquista, así como la izquierda en general, va a estar abocada a la solidaridad con la causa de la Republica. Desde 1936 hasta 1939 (en realidad formalmente no fue hasta el 39 sino hasta el 41, porque los emigrados españoles, los exiliados españoles, van a seguir siendo atendidos por diversas agrupaciones solidarias construidas por el movimiento anarquista, por el movimiento socialista y por el movimiento comunista, tras la derrota de las fuerzas republicanas), se desarrolla una intensa actividad solidaria, que desvía la atención del movimiento anarquista.
Hacia el año 1942 se plantea una recomposición del aparato sindical y se constituye la CORS (Comisión Obrera de Relaciones Sindicales). Esta es la forma en que la FACA encara la construcción sindical, en función de constituir una central obrera paralela en alianza con la USA, que apenas sobrevivía de su escisión de la CGT en 1933.
Estoy haciendo este raconto para llegar al peronismo, al surgimiento del peronismo en la Argentina.
El Anarquismo frente al Peronismo y la aparcición de la “Nueva Izquierda”
El peronismo por primera vez le planteaba a la izquierda el desarrollo de un movimiento popular, es decir, un movimiento ampliamente popular, pero al mismo tiempo con un carácter burgués, con una cantidad de elementos que eran tradicionalmente de la derecha. Toda la izquierda en la Argentina sufrió frente al peronismo una fuerte decadencia, que no está motivada por la represión.
Yo, francamente, no creo que haya habido una gran represión del peronismo hacia la izquierda; lo que si creo, es que la izquierda se encontró frente a un movimiento que expropió muchas de las que eran sus banderas tradicionales, expropiadas y colocadas dentro de un discurso que no era tradicionalmente de izquierda. Quien más sufre este tipo de canje, de cambios, de movilización de elementos del discurso, es el anarquismo. Figuras tradicionales del anarquismo, como el “descamisado” por ejemplo, son apropiadas por el peronismo, que las va a colocar en el centro de su folklore. Los anarquistas eran “los negros”, “los descamisados”, y de pronto existía un movimiento de carácter popular, también como había sido el anarquismo, pero con un militar a la cabeza, y una cantidad de sectores burgueses y de derecha en sus filas, que incorporaban todo lo que eran estas imágenes tradicionales de los ácratas.
Toda la izquierda frente al peronismo se encapsuló. Para el anarquismo ese encapsulamiento, ese encierro, resultó funesto. En el año 1955 el anarquismo amanece destruido. Es un movimiento sectario, encerrado, aislado, y en ese marco va a comenzar a surgir en Argentina, y en América Latina, la “nueva izquierda”.
La “nueva izquierda” va a hacer un fuerte cuestionamiento a lo que son las concepciones tradicionales de la izquierda, y el anarquismo no está alejado de esa discusión. A fines de los años ‘60 va a empozar a desarrollarse, en La Plata, un agrupamiento que va a ser el inicio de la RL (Resistencia Libertaria).
Esto no está desconectado del surgimiento do la “nueva izquierda”, porque grupos como la RL están surgiendo a lo largo de todo el País. Por lo que he relevado hasta ahora, grupos del mismo carácter surgen en Córdoba y en Buenos Aires Podemos mencionar, por ejemplo, los GAR (Grupos Anarquistas Revolucionarios), al LAC (Linea Anarco Comunista), la Acción Directa, que era un periódico de carácter nacional que se distribuía en todo el país.
A diferencia del anarquismo tradicional, de origen obrero, este nuevo anarquismo surge de sectores pequeño burgueses, manifestándose de forma urgente, sobre todo tras el Cordobazo, la necesidad de insertarse en las masas. Una de las discusiones prioritarias, una de las discusiones paradigmáticas de los años 70, es el tema de la proletarización. Esto incluyó a todo el movimiento de la izquierda y de la “nueva izquierda”. En cuanto al anarquismo significó que todos estos agrupamientos que tenían origen pequeño burgués, se incluyan en el ámbito fabril. Insertarse en el ámbito fabril no significaba simplemente conseguir un trabajo en una fábrica. Se hablaba de proletarización desde el punto de vista cultural y social, es decir, desde una inserción en la convivencia. Se buscaba un cambio de sociedad, un cambio de mundo y de concepción de mundo.
En el caso de La Plata, la RL comenzó a tener inserción en los astilleros, por supuesto en el movimiento docente, y en el movimiento comercial, donde tradicionalmente lo tenía por su origen pequeño burgués. En Buenos Aires va a tener inserción en Alpargatas, en el gremio de plomeros, donde ya existía, donde se había conservado tradicionalmente, pero ahora también se amplia a una inserción en el gremio textil, el gremio de la pintura. En Córdoba estos pequeños núcleos logran inserción en lo que es el SMATA (mecánicos), el caucho y en proyectos barriales. En Córdoba, precisamente, se va a desarrollar un congreso clandestino en el cual participan agrupaciones de Buenos Aires, de La Plata, de Córdoba, una agrupación de Rosario, la Federación Anarquista Uruguaya (FAU) y su aparato militar, la OPR ( Organización Popular y Revolucionaria). También concurren a ese congreso lo que fue la Comunidad del Sur, compañeros de una agrupación mendocina.
En este congreso se va a intentar la construcción de una organización especifica a nivel nacional, pero no se llegó más allá de un acuerdo sobre un par de documentos, algún tipo do coordinación. Sin embargo, lo cierto es que algunas de las organizaciones concurrentes si fijan una coordinación, y así surge la Resistencia Libertaria a nivel nacional.
De esta coordinación participan el grupo El Libertario, de Córdoba, lo que es la vieja RL, de La Plata, y Acción Directa, de Buenos Aires.
Estos grupos se funden en agrupamientos dentro de lo que es RL, y surge Resistencia Anticapitalista Libertaria (RAL).
1974 y 1975 son años de represión. Durante el ‘75 comienzan las primeras desapariciones. Nos desaparecen compañeros en Córdoba, nos desaparecen compañeros en La Plata. Nosotros teníamos por norma de seguridad descolgar a los compañeros que estaban haciendo la conscripción (en esa época todavía existía la conscripción obligatoria que se levantó en el 90 bajo Gobierno menemista), así y todo, un compañero que hace la conscripción en la Plata es desaparecido, torturado durante 15 o 20 días, y finalmente aparece y nosotros lo sacamos de Buenos Aires.
Con esto quiero significar que, si bien a veces se tiende a pensar que la represión aparece con la dictadura, la desaparición de militantes comienza en realidad en el año ‘74, y va a estar impulsada por sectores de la derecha del Gobierno, y por el radicalismo. Aquellos radicales que durante años se llenaron la boca hablando de la democracia, y de lo democráticos que son y demás, tienden a olvidar que quien hace la campaña en contra de la llamada “guerrilla industrial”, por la cual comienzan a desaparecer delegados de fábrica de todo el país y militantes gremiales clasistas, es Balbin, el “democrático” diputado Balbín.
La RL se definía como una organización clasista que promovía la constitución de un poder obrero. Es decir, su estrategia general apuntaba a la construcción de un poder desde la clase obrera misma, una organización de clase que tendiera a dirigir la sociedad. El planteo lo podemos abarcar dentro de lo que es el clasismo, porque apunta a lo que es el consejismo, a una revolución de consejos obreros, emparentada de algún modo con la vieja estrategia del anarcosindicalismo.
Esa era la estrategia general, en el marco de esa estrategia general se apuntaba a lo que en la época se denominaba “la guerra popular y prolongada”. Una guerra de resistencia que se daba en todos los ámbitos, no sólo en el ámbito político, sino también en el ámbito gremial, en el ámbito estudiantil, en el ámbito cultural, en el cual era posible la transformación social en tanto y en cuanto el movimiento popular y la clase obrera en particular, fuera constituyéndose como clase hegemónica. Se pensaba en el movimiento obrero como vanguardia de la revolución, sobre todo a partir de su posibilidad de articular un discurso hacia el conjunto de los sectores explotados de la sociedad, y conducirlos hacia una transformación social.
Para principios de marzo del 76, creo que fue el 9 de marzo de 1976, nos pegan un golpe muy grande en Córdoba, donde desaparecen un buen número de compañeros. La organización se recompone sobre la base de trasladar infraestructura y compañeros hacia Buenos Aires y hacia La Plata. Hacia fines del ‘77… -yo estoy reconstruyendo la historia, y parece que estoy haciendo la historia de la represión y no de la organización. La organización tiene en la coyuntura una táctica de resistencia, puramente de resistencia, pero así y todo mantiene su inserción social e incluso crece como organización dentro de determinados sindicatos. Es el caso del sindicato del caucho, que es controlado a principios del año 76, el gremio textil, en el cual se comienza a desarrollar una labor muy fuerte, apoyada en una serie de agrupaciones de base en fábricas de Capital Federal, Buenos Aires y La Plata, en el año 76 y 77. El gremio gráfico en capital federal. En 1977, a fines del 77, es ocupada la planta de Alpargatas en Varela. La fábrica permanece ocupada con los tanques rodeando la planta durante tres días. El conflicto se gana, pero inmediatamente después del conflicto, desaparecen tres delegados, incluso nos vemos obligados a trasladar compañeros de La Plata a Buenos Aires.
A mediados del 77 comienzan en La Plata los operativos rastrillos, que consistían básicamente en el cierre de una zona compuesta por 4, 5 o 6 manzanas, que el ejercito revisaba casa por casa. Esto es algo que la represión pudo hacer en La Plata, pero que afortunadamente nunca logró hacer en Buenos Aires, por que allí era mucho más difícil de controlar. Por eso nos vimos obligados, al igual que otras organizaciones políticas, a trasladar a una enorme cantidad de compañeros, y toda la infraestructura, a Buenos Aires. A mediados del 78, cuando se está desarrollando el Mundial de fútbol, nos dan lo que podríamos denominar el golpe final.
La RL no se recupera de la desaparición, en ese momento, de más del 80 % de los militantes mas activos de la organización, de los cuales cerca de un 20 % permanecen desaparecidos. A lo largo de los meses de julio, agosto y septiembre, tras simulacros de fusilamiento, van apareciendo distintos compañeros, algunos de los cuales pasan a la clandestinidad (aunque decir que pasan a la clandestinidad implicaría un proceso de militancia, alguien que pasa a la clandestinidad es porque está en actividad. Acá los compañeros que reaparecen pasan a esconderse, a desaparecer voluntariamente, a ocultarse o a irse del país.
Esta es la realidad del año ‘78, no hubo posibilidades de una discusión interna que saldara cualquier tipo de errores políticos, los errores políticos que pueden haber llevado a la derrota o a la caída. En conclusión, este debate, esta autocrítica o esta critica, esta discusión, no se pudo desarrollar jamás, y esta es la realidad.
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