jueves, 24 de junio de 2010
Los burócratas se van a Sudáfrica
Vos El Soberano
Por Omar Rivera
Nada tiene que ver con la capacidad financiera que los altos funcionarios del Estado tengan para financiarse un viaje a la fase final del campeonato mundial de fútbol de la Fifa, que se celebra en Sudáfrica; la irritación colectiva se relaciona a la enorme irresponsabilidad que los encumbrados burócratas han mostrado al dedicarse a disfrutar de un espectáculo deportivo –celebrado a miles de kilómetros de Tegucigalpa- cuando la simultaneidad de crisis en Honduras, nos colocan al borde del abismo.
El que abandona la conducción del Gobierno para irse a “pijiniar” al continente africano, debe tener un enorme grado de desconsideración con los hondureños a los cuales prometió un “cambio ya”; no hay duda, que la mentira es herramienta de quien en campaña promete cielo, tierra y mar, y cuando llega al poder, se olvida de cumplir.
Aún estaban en los albergues los damnificados de la tormenta Agatha, existía una emergencia nacional sanitaria a raíz del elevado número de casos de dengue, el conflicto magisterial no se había resuelto y los obreros amenazaban con irse a paro nacional por la indecisión gubernamental de decretar un nuevo salario mínimo, cuando la excursión estatal partió hacia la tierra de Mandela; pero ninguno de estos problemas evitó que el presidente Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, su familia y su séquito oficial se trasladaran a Nelspruit a observar el partido entre las selecciones nacionales de Honduras y Chile, en el primer encuentro del grupo H de la Copa del Mundo de fútbol. Pepe, su esposa e hijos, un designado presidencial y varios ministros, así como “invitados especiales” del mandatario, hicieron maletas y se fueron de Safari.
Aquí en Honduras –además de los problemas antes mencionados- hubo crisis en el suministro de la energía eléctrica, el crimen hacia de las suyas en los barrios y colonias de las principales ciudades del país, y el numero de automóviles robados en la Zona Metropolitana del Valle de Sula superaba los 500 en el periodo comprendido entre el febrero y junio. Mientras los designados a la Presidencia de la República evitaban sustituir a Lobo Sosa como jefe del Poder Ejecutivo, más gobiernos rechazaban a los embajadores nominados a representar a Honduras en el exterior, y el gobernante hondureño se perdía una excelente oportunidad para cabildear el reingreso del país al Sistema de Integración Centroamericana (SICA), durante una reunión, que con motivo de la inauguración el “Puerto de La Unión Centroamericana”, en La Unión, El Salvador, se celebró con la participación de sus homólogos Mauricio Funes de El Salvador; Álvaro Colom de Guatemala; y el nicaragüense Daniel Ortega.
Como si el acto fuese de agrado de los hondureños, imitaron a Pepe Lobo, el presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, y el alcalde capitalino Ricardo Álvarez. El congresista Hernández se hizo acompañar a una nutrida comitiva de parlamentarios, mientras que Álvarez no tuvo reservas en conformar una escolta de cercanos colaboradores. Ni la mora legislativa, ni mucho menos los baches de Tegucigalpa y Comayagüela, evitaron que estos “presidenciables” azules se la dieran para Sudáfrica.
Mientras aquí se daba asueto a los empelados públicos para que pudiesen ver los partidos por la televisión, allá en África, la crema y nata de la burocracia catracha hacía sonar las vuvuzelas celebrando los goles de Chile.
Pobre país.
Posdata: Múltiples denuncias dicen que el periplo oficial al Sudáfrica fue financiado con recursos del Estado, vale la pena que –como lo han solicitado varios sector de la sociedad- el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y el Ministerio Público, investiguen si esto es cierto.
Tegucigalpa, MDC - 20 de junio de 2010
Por Omar Rivera
Nada tiene que ver con la capacidad financiera que los altos funcionarios del Estado tengan para financiarse un viaje a la fase final del campeonato mundial de fútbol de la Fifa, que se celebra en Sudáfrica; la irritación colectiva se relaciona a la enorme irresponsabilidad que los encumbrados burócratas han mostrado al dedicarse a disfrutar de un espectáculo deportivo –celebrado a miles de kilómetros de Tegucigalpa- cuando la simultaneidad de crisis en Honduras, nos colocan al borde del abismo.
El que abandona la conducción del Gobierno para irse a “pijiniar” al continente africano, debe tener un enorme grado de desconsideración con los hondureños a los cuales prometió un “cambio ya”; no hay duda, que la mentira es herramienta de quien en campaña promete cielo, tierra y mar, y cuando llega al poder, se olvida de cumplir.
Aún estaban en los albergues los damnificados de la tormenta Agatha, existía una emergencia nacional sanitaria a raíz del elevado número de casos de dengue, el conflicto magisterial no se había resuelto y los obreros amenazaban con irse a paro nacional por la indecisión gubernamental de decretar un nuevo salario mínimo, cuando la excursión estatal partió hacia la tierra de Mandela; pero ninguno de estos problemas evitó que el presidente Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, su familia y su séquito oficial se trasladaran a Nelspruit a observar el partido entre las selecciones nacionales de Honduras y Chile, en el primer encuentro del grupo H de la Copa del Mundo de fútbol. Pepe, su esposa e hijos, un designado presidencial y varios ministros, así como “invitados especiales” del mandatario, hicieron maletas y se fueron de Safari.
Aquí en Honduras –además de los problemas antes mencionados- hubo crisis en el suministro de la energía eléctrica, el crimen hacia de las suyas en los barrios y colonias de las principales ciudades del país, y el numero de automóviles robados en la Zona Metropolitana del Valle de Sula superaba los 500 en el periodo comprendido entre el febrero y junio. Mientras los designados a la Presidencia de la República evitaban sustituir a Lobo Sosa como jefe del Poder Ejecutivo, más gobiernos rechazaban a los embajadores nominados a representar a Honduras en el exterior, y el gobernante hondureño se perdía una excelente oportunidad para cabildear el reingreso del país al Sistema de Integración Centroamericana (SICA), durante una reunión, que con motivo de la inauguración el “Puerto de La Unión Centroamericana”, en La Unión, El Salvador, se celebró con la participación de sus homólogos Mauricio Funes de El Salvador; Álvaro Colom de Guatemala; y el nicaragüense Daniel Ortega.
Como si el acto fuese de agrado de los hondureños, imitaron a Pepe Lobo, el presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, y el alcalde capitalino Ricardo Álvarez. El congresista Hernández se hizo acompañar a una nutrida comitiva de parlamentarios, mientras que Álvarez no tuvo reservas en conformar una escolta de cercanos colaboradores. Ni la mora legislativa, ni mucho menos los baches de Tegucigalpa y Comayagüela, evitaron que estos “presidenciables” azules se la dieran para Sudáfrica.
Mientras aquí se daba asueto a los empelados públicos para que pudiesen ver los partidos por la televisión, allá en África, la crema y nata de la burocracia catracha hacía sonar las vuvuzelas celebrando los goles de Chile.
Pobre país.
Posdata: Múltiples denuncias dicen que el periplo oficial al Sudáfrica fue financiado con recursos del Estado, vale la pena que –como lo han solicitado varios sector de la sociedad- el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y el Ministerio Público, investiguen si esto es cierto.
Tegucigalpa, MDC - 20 de junio de 2010
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