En el marco del Congreso Móvil en Gracias, Lempira, la bancada del partido Libertad y Refundación, continuó con sus acciones de protesta parlamentaria, para de esa forma exigir el nombramiento de sus representantes ante los nuevos entes electorales.
Las acciones de protesta se dieron con pitos, pancartas y consignas, en las que el diputado Fabricio Sandoval, participó activamente. Sandoval, denunció en Radio Progreso que, el diputado nacionalista Oswaldo Ramos Soto, lo amenazó a muerte en la sesión de Congreso celebrada en Gracias, Lempira.
“Fue sorpresivo que el diputado Oswaldo Ramos, se me acercara a la luz de todas las personas que estaban allí, lo hizo cuando yo hacía ruido con mi pito y me dijo: yo sí soy malo a mí no me vengas a silbar acá, yo si te puedo mandar a matar”.
Sandoval asegura que la amenaza lo tomó por sorpresa y preocupación, pues la sentencia de Soto es peligrosa y violenta. “Lo que me dijo lo vieron diputados, alcaldes y gente que estaba cerca”, expresó el afectado.
“Le dije que este silbato no manta a matar a nadie, y me repitió: yo si soy malo, acá no me vengas a silbar, yo si te puedo mandar a matar”.
Cuando escuchó por segunda vez la amenaza, Fabricio afirma que se hizo a un lado, para evitar cualquier confrontación con el diputado, que además fue galardonado por el Congreso y nombrado como diputado vitalicio por su amplia trayectoria en este poder del Estado.
Sandoval culminó haciendo un llamado a la cordura y responsabilizando a Soto sobre cualquier atentado contra él o su familia.
“Cualquier cosa que me pase a mí, a mi familia es responsabilidad de Juan Orlando Hernández y del diputado Oswaldo Ramos Soto, yo los llamo a la cordura, él sabe lo que me dijo y no puede negarlo, estamos a tiempo de hacer los asuntos de manera pública y no andar con amenazas”.
Sandoval forma parte del grupo de diputados que fue afectado por las agresiones tanto verbales como físicas generadas en Gracias, Lempira, pues el diputado Edgardo Castro, Yester Múñoz, Jari Dixon y Sergio Castellanos, recibieron gas pimienta por parte de la seguridad del Congreso Nacional, al momento de protestar, lo que ocasionó que en el caso de Castro fuera trasladado de emergencia a un centro asistencial del municipio.
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