jueves, 12 de abril de 2018
Ni twitts ni muros podrán frenar la masiva migración al norte
La violencia y la falta de oportunidades obligaron a Marina, una joven de 25 años a abandonar su vida en una populosa colonia impregnada por la inseguridad, en la segunda ciudad más importante de Honduras, San Pedro Sula.
Marina, junto a decenas de hondureños y hondureñas salieron del país rumbo a los Estados Unidos a mediados de marzo, y se incorporaron en territorio mexicano, en una de las mayores peregrinaciones de migrantes y personas desplazadas que recorren anualmente gran parte de la región centroamericana hasta llegar a la frontera con Estado Unidos.
La situación política, la inseguridad y el desempleo han obligado a miles de hondureños y hondureñas que abandonen el país y salgan a diario rumbo a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
La peligrosa ruta
La ruta hacia la nación norteamericana se ha convertido en un verdadero viacrucis para miles de centroamericanos que deciden arriesgarlo todo para cumplir el sueño de tener una vida digna.
Desde mediados del mes de marzo, más de mil personas iniciaron en el territorio centroamericano la “Caravana de Migrantes 2018”, integrada principalmente por personas que salen de la región, desplazadas por las condiciones políticas y de inseguridad.
La peregrinación desató la furia del presidente de los Estados unidos Donald Trump, quien través de una serie de Twitts dejó claro su política antiinmigrante.
“La caravana de gente de Honduras que ahora viene por México y se dirige a nuestra frontera de las “leyes débiles”, es mejor que se detenga antes que llegue allí. La Vaca Cahs Nafta, está en juego, al igual que la ayuda extranjera a Honduras, y los países que permiten que esto suceda. ¡El Congreso debe actuar ahora!”, publicó el mandatario en las redes sociales.
Para Irineo Mujica, coordinador de la caravana y representante de la organización “Pueblos Sin Fronteras”, es necesario que el gobierno de Estados Unidos respete el derecho que tiene la gente a migrar. Enfatizó que los países de la región deben crean políticas públicas para dejar de ser países que expulsan ciudadanos.
“Le pedidos al gobierno de los Estados Unidos que respete nuestros derechos. La gente tiene derecho a pedir refugio en México y Estados Unidos. No es posible que ahora amenace con quitar la ayuda a nuestros países”, expresó el defensor.
De las más de mil personas que integran la caravana, se estima que al menos 100 buscan llegar a la frontera con Estados Unidos. El 80% son de Honduras, el resto se ha unido de países como Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
El poder del Imperio
La serie de Twitts publicados por el gobernante estadounidense, Donald Trump, fueron interpretados de diversas maneras por analistas, pero todos concluyen en la alta injerencia que tiene la nación norteamericana en los países centroamericanos.
Karla Rivas, representante de la Red Jesuita con Migrantes, expresa que los Twitts de Trump son un claro mensaje para los países de Centroamérica al recordarles quien es el que manda en la región, porque les ha amenazado con quitarles dinero.
Rivas dice que hay que analizar la situación en dos vías: “una por la suspensión de ayuda a nuestros países, que sería un escenario ideal porque el dinero se utiliza para financiar militares y policías que son violadores de derechos humanos. Por otra parte, utilizar el dinero para frenar la migración construyendo muros o discursos no es posible, porque la migración cada vez más se está convirtiendo en la ruta por la que la gente está salvando sus vidas.
A criterio de Karen Valladares, integrante del Foro Nacional para las Migraciones en Honduras (FONAMIH), por más que Donald Trump endurezca las medidas antiinmigrantes, no se frenará la realidad migratoria cuando en nuestros países sigue aumentando el hambre en muchas familias.
“Estamos sumergidos bajo escenarios de impunidad, violencia y falta de oportunidades, esto seguramente va a seguir permeando en que la migración continúe independientemente de los Twitts o muros que Trump quiere hacer en el país de destino de muchos centroamericanos”, afirmó Valladares.
Karen Valladares cree que el Estado de Honduras debe crear cuanto antes mecanismos claros y reales que beneficien a la población en general y no se continúe siendo parte de escenarios de robos e impunidad.
El territorio mexicano dejó de ser un país de tránsito y se convirtió en destino, pues como resultando de las duras medidas impuestas por Trump, el paso por la frontera cada vez es más difícil, por lo que los ciudadanos y ciudadanas deciden radicarse en ciudades fronterizas o donde hay mayores oportunidades de trabajo en México.
Datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (COMAR), indican que, durante el año 2017, alrededor de cuatro mil hondureños solicitaron asilo, sin embargo, se aprobó únicamente para 378.
Honduras ha sido un país que históricamente ha presentado problemas de pobreza, desigualdad y debilidad institucional, sin embargo, a raíz del golpe de Estado del 28 de junio del 2009, la situación se ha agravado y actualmente nos enfrentamos a una creciente militarización; reducción de espacios de participación de sociedad civil; la ausencia de diálogos reales y productivos entre gobierno y sociedad civil; la falta de eficacia y efectividad de las instituciones estatales, lo que incrementa la expulsión de ciudadanos y ciudadanas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario