lunes, 30 de abril de 2018

Futuro incierto tiene la misión contra la corrupción e impunidad en Honduras



Entre obstáculos y presiones funciona la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), estructura que en los últimos días fue tema de discusión nacional debido a dos denuncias divulgadas por los medios de comunicación.

Todo comenzó con la denuncia pública realizada por los ex integrantes de la Misión, Julio Arbizu y Daniel Urrutia, quienes en la cadena de noticias CNN aseguraron que el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro tenía acuerdos internos con Juan Orlando Hernández, asimismo denunciaron una serie de irregularidades en la relación MACCIH- OEA.

Menos de un día pasó, para que la industria mediática nacional diera a conocer otro dato, la entrega de bonos de la MACCIH a fiscales del Ministerio Público para que se investigara y judicializara a funcionarios del Estado hondureño.

Como ya es una costumbre la segunda tuvo más eco que la primera, y es que el dato filtrado por los medios hondureños sirvió para echar tierra y sacar de foco la denuncia de Urrutia y Arbizu, para tratar de desprestigiar el papel que la MACCIH ha hecho en el país en los últimos años, al menos así lo valoró el analista e integrante de la Junta de Convocantes al diálogo, Olban Valladares.

“Sí hay una campaña, es notoria, entendemos que las cosas no ocurren y no se filtran a los medios si no hay intereses en particular, por consiguiente esto es un paso más en una madeja perversa para desacreditar a la Maccih. Primero intentaron desacreditar a Juan Jiménez, y se logró que al final renunciara de la organización. Los hondureños no debemos permitir que las tramas perversas de las personas involucradas en corrupción tengan efecto”. 

Para Valladares, hay grupos interesados en sacar de circulación a la MACCIH, y estos grupos pertenecen a los diversos partidos políticos, que tienen en común la participación en actos de corrupción contra el Estado.

La denuncia de los bonos a fiscales generó un fuerte impacto mediático. Al conocerse la denuncia, el ex vocero de la Misión, Juan Jiménez Mayor, dijo públicamente que esta es una campaña sin sentido, que solo busca obstaculizar el trabajo de la Misión y desacreditar para afectarla en las investigaciones vigentes.

Y ese proceso generó confusión, para el caso el vicepresidente del Congreso Nacional, Mario Villafranca, aseguró que todo esto obliga a poner cuidado y atención sobre lo que pasa en el país, y por supuesto a lo interno de los órganos de investigación nacional.

“Es una situación bastante compleja, toda la población debe estar pensando que es verdad y que no lo es. Desde antes de llegar al Congreso dijimos que apoyaríamos a la MACCIH por ser un ente que trabaja contra la corrupción, pero esto que ha salido acerca de unos bonos para algunos fiscales, entonces creo que complica la situación. Pareciera que es algo en lo que tenemos que ser cuidadosos, y esperar saber la realidad”. 

En este momento en el Congreso Nacional se habla del papel del pleno en la discusión de renovación o no del convenio entre el Estado y la MACCIH, por lo tanto Villafranca asegura que lo mejor es esperar, aclarar la situación y luego tomar una decisión.

Mientras tanto el empresario e integrante del partido Liberal, Eliseo Castro cree que todo este ambiente de polémica no debe detener la lucha contra la corrupción en el país.

 “Esperamos que no sea una campaña negativa contra una entidad que ha brindado apoyo al país en el combate a la corrupción e impunidad. Pienso que el futuro de la MACCIH debe ser en sintonía al anhelo de la gente que quiere que continúe colaborando contra la corrupción”. 

Mientras tanto el secretario del Partido Nacional, Luis Colindres, se refirió a la denuncia de Urrutia y Arbizu: “cada una de las personas que genera comentarios debe tener las pruebas, cualquier especulación debe ser dilucidada por las diferentes instituciones, lo más importante es que en Honduras se encuentre trabajo, crecimiento y desarrollo”. 

Colindres no profundizó en los argumentos para desmentir la denuncia y bajo el parámetro de la diplomacia logró desviar el tema de discusión.

Un futuro incierto

Luis Guimaraes sería el nuevo vocero de la MACCIH, por el momento el gobierno no ha reconocido el nombramiento y su reconocimiento oficial está estancado, a criterio de analistas esto es parte de un proceso de verificación por parte del gobierno que dirige Juan Orlando para de esa forma blindarse ante los posibles peligros que esto pueda significar.

Rassel Tomé dice que el temor de Hernández es ser investigado y denunciado por la misma MACCIH: “Él tiene cola que le pisen y le está dando largas a no darle entrada al nuevo vocero de la MACCIH”.

Por su parte el diputado Jari Dixon asegura que el gobierno está esperando el momento para que se cumpla el convenio con la MACCIH, para que el Congreso discuta y suspenda el mismo, y de esa forma poner el punto y final a todas las campañas que se han orquestado en su contra.

“Pronto veremos un Congreso aprobando decretos para obstaculizar el trabajo de la MACCIH, lo mismo con la Corte Suprema de Justicia y toda la institucionalidad”.

La corrupción es uno de los flagelos que genera más pérdidas económicas al Estado hondureño, según datos del Consejo Nacional Anticorrupción, se han perdido ya más de 30 mil millones de Lempiras, producto del funcionamiento de varias redes de corrupción.

En ese sentido, ante los intentos de sacar a la MACCIH, la diputada liberal Edinora Brooks, cree que los hondureños y hondureñas están en la obligación de ser vigilantes y de esa forma presionar para que se respete, se otorgue independencia y se defienda cualquier intención de sacar de circulación a esta instancia del país.

Por el momento los puntos suspensivos rodean el futuro de la MACCIH, un futuro que se marca por las crisis internas, por las denuncias contra su secretario general, por las campañas de desprestigio, por la decisión del Congreso y por la espera del nombramiento de su nuevo vocero.

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