La reciente visita de Joe Biden a Honduras y el encuentro regional de presidentes, efectuada en Tegucigalpa el pasado martes 6 de marzo, señaló una vez más la ominosa perspectiva imperial de incrementar su intervención en el istmo, con el pretexto de frenar la violencia causada por el crimen organizado.
Honduras, Salvador y Guatemala, son considerados como los países más violentos del planeta, llegando en el caso de Honduras al extremo de 86 homicidios por cada cien mil habitantes; mientras la ciudad de San Pedro Sula suplantó a Ciudad Juarez (México) como la más violenta del planeta.
La descomposición social existente en los países norte del istmo centroamericano, denominados como el Triángulo de la Muerte plantea un sinnúmero de preguntas que los estados-nación suelen responder con un incremento de la represión y la subsecuente violencia.
La visita de Joe Biden a Honduras se limitó a una estancia de algunas horas, en la cual "dialogo" con los presidentes de Panamá Costa rica, Nicaragua, Salvador, el Primer Ministro de Belice y su anfitrión hondureño. El menú estaba ya fabricado y digerido en la Casa Blanca, a pesar del revuelo causado por el militar de ultraderecha, Otto Perez, actual mandatario de Guatemala, el que 11 de febrero sugirió la legalización del uso y transporte de drogas.
Semanas antes en el marco del Festival de Literatura Hay en Cartagena en un conversatorio sobre la problemática de las drogas entre los escritores Carlos Fuentes, Sergio Ramírez y Juan Manuel Santos, presidente de Colombia que manifestó a favor de "despenalizar o legalizar las drogas"
Drogas y Prohibición
Es para 1875 cuando en San Francisco, California, se registra la prohibición de expender opio a los jóvenes de origen asiático, droga para aquel entonces era de uso común en los Estados Unidos al ser incluida en jarabes brebajes. En 1914 se emite el Acta Harrison, la que conllevó a la prohibición de opio y cocaína. Esta ley fue posteriormente copiada por la mayoría de los países occidentales. Es Para 1961 cuando se emite la Convención Unica sobre Estupefacientes y posteriormente como respuesta al fenómeno denominado de "contracultura" en los Estados Unidos, el que promovió el uso de drogas con propósitos hedonistas, surge en la administración del presidente estadounidense Richard Nixon, la fallida guerra contra las drogas.
En 1988 se creó el Acta de Lucha contra el Abuso de las Drogas, promovida por Joe Biden, el que de paso acuño el término de Zar de las Drogas. Dicha acta incluyó una condena mandatoria de cinco años de cárcel para la posesión del derivado de la cocaína conocido como crack. Siendo esta forma de consumo de la cocaína, de preferencia de la población afroamericana, contribuyendo con esta diferenciación a repletar las cárceles estadounidenses con negros en su gran mayoría jóvenes.
En la actualidad Estados Unidos posee el mayor porcentaje de prisioneros en el mundo, llegando a una cifra de 2.4 millones de personas confinadas tras las rejas. La gran mayoría de la población penitenciaria de ese país están confinados debido a la penalización del uso de las drogas, siendo desproporcionado el porcentaje de la población negra en prisión o bajo libertad condicional. En la actualidad la población encarcelada supera el número de esclavos que existían en 1850.
El Tráfico de Armas y Drogas en Honduras
En Honduras toparse con la muerte ya es cosa habitual. El número de armas que circula en el país alcanza una cifra espeluznante. Sin que hasta el momento la clase política-empresarial que controla el país desde hace décadas haya sido capaz de formular una moratoria a la venta legal de armas controlada por las Fuerzas Armadas a través de tiendas al público denominadas como la "Armería". Además de los cientos de armas de grueso calibre que circulan en el país, como sobrantes de la guerra fría librada en los años 80 y los frecuentes robos de arsenales de la policía y el ejército.
Existen suficientes armas extraviadas como para armar un ejército paralelo. Sin embargo, la noticia mas infame al respecto es sobre el lote de armas enviadas desde los Estados Unidos por la agencia estatal AFT al mismo tiempo que se dio el golpe de estado del año 2009. La operación náufrago (Castaway Operation), la que nunca ha sido aclarada por la administración Obama oficialmente al gobierno de Honduras quien mucho menos ha reclamado, sobre las 1700 armas enviadas al país.
Honduras reclama la necesidad de poseer radares para supuestamente lograr frenar el arribo de aeroplanos. No obstante los Estados Unidos mantiene sobrevolando el país aviones no tripulados RQ-4 Global Hawck, las avionetas frecuentemente aterrizan en el país, contando muchas veces con el apoyo de oficiales de la Policía Nacional, que el tenebroso ex ministro Oscar Alvarez, designo como controladores aéreos al servicio del narcotráfico.
Por supuesto que la cutícula que divide la legalidad del crimen en nuestro país es cada día mas endeble. Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han sucumbido ante los suculentos salarios y prebendas proporcionadas por el crimen organizado. Aun así El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el general Douglas Fraser, auguró este martes que las fuerzas armadas seguirán jugando un papel clave contra el crimen organizado en Guatemala, Honduras y El Salvador ante “el incremento alarmante de la brutalidad y los asesinatos”.
La Legalización y el arrebato inducido por la propuesta de Pérez
Guatemala es conocido como una narcodemocracia desde hace décadas. Militares y crimen organizado se han fundido en un sólo nudo que ha controlado el narcotráfico y buena parte de las actividades económicas de ese país, siendo los militares una pieza fundamental en el régimen de terror que imperó durante la guerra fría y hasta la fecha mantiene el país bajo su bota. "El Tenebroso cartel de los durmientes" tiene bajo su férula al pueblo Chapin, y en los últimos cuatro años son los ZETAS quienes controlan buena parte del corredor entre Honduras y México. Incluso se rumora desde hace años una estrecha alianza entre Otto Perez y el cartel de los Maldonados, de ahí que la propuesta de Perez se preste para múltiples interpretaciones, ya que incluye hasta la legalización del trasiego.
Interdicción en Centroamérica y el retorno al Caribe
Una vez más el pretexto del tráfico de las drogas sirven para militarizar bastas extensiones de territorio del planeta. Este es el caso de Afganistan y Colombia, los mayores productores de heroína y cocaína, al mismo tiempo escenarios de invasiones y guerras internas. No obstante los millones de dólares derrochados en cruentas guerras, que aceitan el complejo industrial militar del imperio, las drogas de formas "misteriosa' siguen fluyendo hacia los mercados de los países post industrializados; mientras las batallas continúan, los laboratorios ilegales y el lavado de activos prosperan.
La receta portada por Joe Biden a los presidentes centroamericanos es simple y llanamente proseguir con los estados fallidos o putrefactos inducidos por el imperio, para favorecer al verdadero crimen organizado: los carteles canadienses de las compañías mineras, los enormes latifundios dedicados a los agrocombsutibles, la construcción de represas hidroeléctricas y los parques industriales con manos de obra esclava.
El inicio tardío de un debate alrededor de la descriminalización es por supuesto aplaudible, no obstante que la propuesta venga de la ultraderecha guatemalteca siembra duda sobre los intereses existentes. Falta que los Estados Unidos aclare sobre la Operación Rápido y Furioso y sus réplicas, además del lavado de $ 340 mil millones efectuado por el Banco Wichovia, para que disipe las dudas existentes sobre su costosa e inefectiva guerra contra las drogas
Mientras tanto en Honduras se dará una metástasis de las bases Estadounidenses. Ya en el corazón del país está asentada - no muy lejos del presidio que ardió en días pasados - la base del Bravo Join Task Force, además de las nuevas bases de Karataska y Guanaja. Pronto con la Invasión 2.0 de la fórmula Biden, existirán por todo el país.
La Ceiba, Atlántida, 9 de marzo del 2012
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
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