martes, 10 de septiembre de 2019

Gobiernos ceden a la voluntad de Trump y dan la espalda a los migrantes



En entrevista con Radio Progreso, la coordinadora del programa de asuntos migratorios de la Universidad Iberoamericana de México, Mariana Zaragoza, manifestó que tanto México como los países centroamericanos, sobre todo Honduras, Guatemala y El Salvador, cedieron en sus intereses y complacieron las demandas del gobierno estadounidense de Donald Trump en su política de persecución y criminalización contra la población migrante.

“… Y me queda claro que los gobiernos en Centroamérica, como es el caso de Honduras, son pequeñas oligarquías impuestas que no se van a arriesgar a tener una postura firme que proteja a su población, porque no lo están haciendo en el día a día y tampoco lo van hacer ante Estados Unidos.

Guatemala y El Salvador también están en un proceso complicado. Guatemala con las elecciones en puertas, la Cicig desapareciendo y buscando garantías de impunidad para sus gobiernos. El Salvador ya hemos visto el corte de gobierno que tiene este presidente…” dijo Zaragoza.

Mariana aseguró que había muchas opciones para negociar frente a esta imposición. “Creo que cedimos demasiado fácil y que las consecuencias son sumamente graves, y las consecuencias no son solamente para la población migrante centroamericana porque hay mucha población africana que nosotros les llamamos extra continentales que vienen de países del occidente de África, muchísima población haitiana y población cubana”, dijo Mariana Zaragoza.

Radio Progreso (RP) dialogó con Mariana Zaragoza (MZ), coordinadora del programa de asuntos migratorios de la Universidad Iberoamericana de México, sobre la realidad de la población migrante.

RP. ¿Qué ve en los rostros de los migrantes que cruzan México?

MZ. A mí se me viene a la mente todo lo que han tenido que pasar para llegar hasta allí, se me viene a la mente qué tuvo que haber pasado para que decidieran dejar todo y venirse aquí con las condiciones que hay y con el trato que están recibiendo parte del gobierno mexicano. Veo personas que necesitan de una oportunidad de una vida digna y veo una enorme necesidad de seguir luchando en México para que seamos un país cada día más hospitalario.

RP. ¿Qué nos puede decir de la presencia de las familias en la ruta migrante?

MZ. Eso ha sido muy fuerte. Creo que a partir de las caravanas fue más visible, siempre han llegado familias pero las caravanas del éxodo centroamericano que llegaron a partir de octubre del año 2018 lo mostró aún más. Ver niñas, niños llegando a México acompañados de sus mamás, mujeres embarazadas, toda esa diversidad de perfiles y no solamente perfiles sino personas que tienen necesidades de protección específica.

RP. Las caravanas y las familias en la ruta migratoria, ¿era un escenario previsible?

MZ. Yo creo que nadie se lo esperaba. En México hay una idea de la migración en tránsito principalmente centroamericana masculina, de hombres jóvenes que salen por razones solamente económicas, hoy sabemos que son múltiples causas.

RP. ¿La migración está tomando rostro de mujer?

MZ. Sí. Está tomando rostro de mujer, rostro también de niñas, niños y adolescente. También está tomando rostro de mujeres transexuales, está tomando diferentes rostros y nos hace falta sensibilizar y diversificar todavía más esos perfiles, que se vea de dónde vienen y por qué salen huyendo. Creo que en México tenemos todavía un reto muy grade porque a los medios de comunicación, y las narrativas en general, tienen esta necesidad de mostrar a las personas subiendo al tren, como las ideas más tradicionales, todavía nos queda todo un reto.

RP. ¿Cómo se ve desde la academia lo que pasa con la migración forzada?

MZ. Creo que tenemos un reto bien grande por salir a la realidad y narrar la realidad no sólo desde informes y desde nuestros escritorios. Estamos haciendo un esfuerzo bien fuerte como programa de incidencia porque nosotros tenemos una pata puesta en la incidencia social a través de la Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica y Norteamérica, es de salir y de fortalecer los procesos que ya se están haciendo. Así que desde la academia los números son importantes, el análisis es importante pero escuchar a las personas es aún más.

RP. ¿Cómo se explica la postura del gobierno de AMLO en el tratamiento a los migrantes?

MZ. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, comenzó con una política migratoria amigable, con un discurso de derechos humanos, incluso cuando estaban en campaña, en conversaciones con la que ahora es la actual Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se planteaba hasta la desaparición de las estaciones migratorias que son los centros de detención migratorio que imperan en México, que prácticamente son cárceles migratorias o peor aún. Había mucha esperanza en el nuevo gobierno, pensábamos que iba a ver un cambio radical en la gestión migratoria. Hubo unas primeras señales con las caravanas de enero.

RP. ¿Y qué pasó?

MZ. Esa caravana que salió de Honduras el 15 de enero, a su llegada a México fue una llegada amigable donde se otorgaron tarjetas de visitantes por razones humanitarias, fueron más de 13 mil tarjetas que se entregaron, pero nunca fue acompañaba por un plan, nunca hubo un plan que tuviera una mirada compleja a la situación de las personas, y se le dijo a las autoridades federales porque necesitamos que se entienda lo migratorio desde sus raíces estructurales hasta las necesidades específicas que tienen las personas, eso no sucedió y lo que pasó fue un caos en la gestión migratoria.

RP. Y Donald Trump, ¿qué papel jugó?

MZ. A la par de un gobierno como Donald Trump que estuvo presionando, entendemos que no es fácil para México ser vecino, pero creemos que el gobierno mexicano cedió completamente y cambió a una postura migratoria radical al discurso que venía manejando, y no dudo que tenían buenas intenciones, pero nunca la supieron llevar a cabo en la implementación y todo cambió radicalmente. Todos vimos el chantaje de junio por parte del gobierno de Trump hacia el gobierno mexicano donde amenazada con subir un 5% los aranceles si no lograban contener la migración.

RP. ¿Qué tanto pudo influir que el resto de países no acompañaran al gobierno de México?

MZ. Creo que cada uno de los gobiernos cedió en sus intereses, y me queda claro que los gobiernos en Centroamérica, como es el caso de Honduras, son pequeñas oligarquías impuestas que no se van a arriesgar a tener una postura firme que proteja a su población porque no lo están haciendo en el día a día y tampoco lo van hacer ante Estados Unidos. Guatemala y El Salvador también están en un proceso complicado. Guatemala con las elecciones en puertas, la Cicig desapareciendo y buscando garantías de impunidad para sus gobiernos, y El Salvador, ya hemos visto el corte de gobierno que tiene este presidente. No creo que era un momento en que los gobiernos de la región se hubieran querido alear porque también el gobierno mexicano estaba recién llegado.

RP. ¿Se pudo hacer algo más?

MZ. Creo que había muchas tablas para negociar frente a esta imposición, creo que cedimos demasiado fácil y creo que las consecuencias son sumamente graves, y las consecuencias no son solamente para la población migrante centroamericana porque hay mucha población africana que nosotros les llamamos extra continentales  que vienen de países del occidente de África, muchísima población haitiana y población cubana.

RP. ¿Los migrantes para Estados Unidos qué significan?

MZ. Creo que tienen muchos significados. Los migrantes para Estados Unidos en este momento son discurso político nacionalista, racista que puede permitir la campaña política y la reelección de Donald Trump.

RP. ¿Usted si cree que Donald Trump pueda reelegirse utilizando de nuevo la criminalización contra los migrantes?

MZ. Quiero pensar que no, pero puede existir una posibilidad que sí, ya lo hizo y se está generando mucho odio, se va polarizando la sociedad, esos discursos van permeando y en México ya está permeando, es una estrategia a la que le están apostando.

RP. ¿Estos tiempos difíciles son propicios para qué?

MZ. Son tiempos para que, desde las bases nos organicemos, creo que son tiempos propicios en donde no hay que esperar que desde arriba haya muchos cambios, pero abajo, este contexto nos puede unir, es el momento justo. El Movimiento Social, migratorio y las organizaciones tenemos que encontrar nuestros puntos de encuentro más que nuestros puntos de desencuentros porque estamos en un momento en el que necesitamos unión y fuerza, porque justamente la estrategia de estos gobiernos es dividirnos, es desmovilizarnos.

No hay comentarios: