Ya todo está listo para que Mi País, sí, nuestro empobrecido y humillado país, se llene de afiches, canciones y discursos con tanto candidato que promete Refundar con toda su Fuerza, siguiendo el Colorado Modelo de una Familia que toda la vida ha mamado como Toro una de las tetas del Estado, porque la otra la han mamado los Azules, Unidos en co-gobierno al Modelo de enclave y multinacionales.
Por eso mismo nadie discute que Primero los pobres son los que sufren las consecuencias y los utilizados en campañas tan vacías y onerosas, y aunque haya sectores que dicen luchar para evitar un nuevo 28 de Junio, en la práctica perdieron Libertad para impulsar una Refundación porque en los hechos aceptaron un pacto de gobernabilidad sobre la base de arroparse en la misma cobija electoral azul, roja y blanca.
Por mucho que algunos digan que hacen campaña como Pueblo Organizado, Progresista en Resistencia, al final de cuentas todos se pintan de Azules, Unidos en torno a sus cuotas particulares de poder, sabiendo que Ya Ni podemos comer con tanto desempleo y alza a los precios de los productos básicos, y sin embargo abunda el dinero para hacernos creer que del Corazón Azul electoral nacerá una Nueva Honduras.
Ya Ni siquiera podemos creer en los Movimientos de Resistencia porque sus miembros prefirieron hacer causa común con los Auténticos Nacionalistas y Liberales, quienes nos han dejado refundidos después de tantos años de decir que toman el Toro por los cuernos, pero en los hechos se quedan Colorados aceptando que los Azules negocien la entrega de la soberanía a través de las Ciudades Modelo a cambio de entregar unas migajas a los que en papeletas y consignas se siguen situando en Resistencia.
¿Acaso una Nueva Honduras será Refundada desde unas elecciones cuyo proceso lo controla un sistema que tiene su Fuerza en el Corazón de Colorados y Azules, Unidos en torno a unas pocas Familias que defienden Auténticos intereses oligárquicos y que nos engañan haciéndonos creer que en su lista de prioridades están Primero los pobres?
Así vamos con nuestras amarguras por estas calles de afiches de nuestra Honduras, en donde unos 800 millones de lempiras se gastarán en las campañas de las 14 corrientes internas de estas tres maquinarias electorales. Cada una de ellas llama a todo el pueblo a que Salvemos Honduras, pero desde el hambre y con corazón ardiente, emerge la indignada voz de un pueblo que declara y proclama a voz en cuello: ¿Cuándo este pueblo será Libre de tanta campaña politiquera, espuria, sucia y vacía?
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