jueves, 27 de septiembre de 2012
En taller de Derechos Humanos denuncian violación al Convenio 169
Por Sandra Rodríguez
La falta de tierras, escuelas y servicios básicos, son parte de las necesidades que soportan unas 60 comunidades, según lo denunciaron miembros y miembras del Consejo Nacional Indígena Maya – Chortí de Honduras, CONIMCHH, en el Occidente de Honduras.
Pese a que en 1989, el gobierno de Honduras firmó el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, la lucha por la tierra para los Maya- Chortí, continúa sin muchos avances.
Este convenio demanada de los Estados el respeto de los derechos humanos de dichos pueblos, sin embargo se ha quedado en papel, pues la realidad es otra, según lo manifestó un grupo del CONIMCHH, que participó en el taller sobre Derechos Humanos y Mecanismos de Protección, impartido por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras, COFADEH, en la ciudad de Copán, Ruinas.
La jornada inició con una breve reseña sobre lo que es el COFADEH, y su lucha a lo largo de treinta años en búsqueda de verdad y justicia, y contra la impunidad; así como la aplicación al respeto de los derechos humanos, acompañando a las víctimas y haciendo las respectivas denuncias a nivel nacional e internacional.
En el taller, del pasado 18 de septiembre, facilitado por la procuradora de derechos humanos Dina Meza, se realizaron exposiciones, con las que se manifestó la importancia de conocer ¿Qué y cuáles son los derechos humanos? Pues como dijo Carmen Aquino, dela Comisión Ciudadana de Transparencia, CCT, de Copán- Runas “el pueblo perece por falta de conocimientos”.
Los miembros del CONIMCHH, manifestaron que es importante la formación en derechos humanos, pues teniendo el conocimiento y a qué instituciones acudir, no será tan fácil que los sigan marginando, ni menospreciando, pues la lucha que inició hace unos veinte años por la tierra y la alimentación, se debe fortalecer .
La discriminación contra el pueblo Maya-Chortí, es muy evidente en una de las principales zonas turísticas de Honduras, donde funcionan grandes cadenas de hoteles y restaurantes, debido a que allí se encuentra uno de los parques arqueológicos de mayor legado Maya, Las Ruinas de Copán, de cuyas recaudaciones turísticas, sus herederos, no tiene ningún beneficio.
“Los fondos del parque arqueológico van todos para el Estado, no se da nada a la municipalidad, mucho menos a la CONIMCHH”.
Así lo denunció el grupo asistente al taller, pues ellos ni siquiera tienen vías de acceso en buen estado, edificios escolares, material didáctico y a veces ni docentes preparados para trabajar con las etnias.
Contrario a lo estipulado en el artículo 21, del Convenio 169 de la OIT, que establece que “los miembros de los pueblos interesados, deberán poder disponer de medios de formación profesional por lo menos iguales a los de los demás ciudadanos”, pero en varias comunidades las clases se imparten en casas particulares y templos religiosos, pues no hay suficientes aulas para los niños y niñas de pre-escolar, y donde no hay mentores, se debe asistir a escuelas vecinas.
Se dijo que sí hay material didáctico para que los y las niñas estudien en su lengua materna, Maya-Chortí, pero en la escuela de la comunidad de Miramar, el docente no conoce el dialecto, por lo que los folletos se convierten en un papel más, violentando el artículo 28 del convenio 169.
Otra necesidad es la de una radio comunitaria, pues la única información que reciben es través de las radioemisoras de los grupos oligárquicos, quienes no les dan acceso a espacios para denuncias y la información es tergiversada, por lo que más desinforma a la población que lucha por la igualdad de derechos.
“No tenemos acceso a las noticias por televisión, pues ni tenemos energía eléctrica, sólo algunas personas que tiene radio es que escuchan”, sin embargo se manifestó que no hay información en la que se sientan involucrados, ya que son noticias de las principales ciudades del país, declaró Vicente Agustín, del CONIMCHH.
Ya el convenio 169, en el artículo 30.2 habla que de ser necesario, se debe incurrir a la utilización de medios de comunicación de masas en lenguas de dichos pueblo, a fin de dar a conocer sus derechos y obligaciones, otras comunidades étnicas como la Garífuna tiene su radio comunitaria “Faluma Bimetu- Coco Dulce” y en Intibucá, los Lencas, cuentan con “La Voz Lenca” y “Gurajambala”, así mismo los habitantes de Zacate Grande, al sur de Honduras “La Voz de Zacate Grande”, entre otras.
Agustín, dijo que la capacitación impartida por el COFADEH es de mucha importancia porque las y los miembros de la comunidad Maya Chortí, han logrado identificar qué derechos se les violentan.
También compartió a defensoreselliena.com, que hace unos días la policía de la zona, lo detuvo por no portar sus documentos personales, por lo que el líder comunitario de Copán, les dijo que dicha acción era violatoria a sus derechos humanos, así que una hora después lo liberaron.
“Seguiremos nuestra lucha, por la tierra, alimentación, educación y vivienda digna. Hay comunidades que ya tienen sus parcelitas de tierras, y donde trabajar, pero aún faltan más familias”, puntualizó.
De la comunidad de Barbasco Cabañas, asistió Natividad García, quien manifestó que “saber de derechos humanos, me ayuda a valorar a las demás personas y que todos tenemos igualdad, con este conocimiento vamos despertando a la realidad y lo que debemos acceder porque nos corresponde, sin embargo nos quieren mantener engañados”.
Lamentó que su población no tenga donde cultivar yuca, caña, camote, maíz, y otros productos para su alimentación, sin embargo la lucha que iniciaron sus mártires en la década de los noventa, debe continuar, pues ellos son el ejemplo a seguir.
“Naty” dijo que la marginación que padecen es de parte de bandos políticos y de terratenientes, quienes tienen pastaje para su ganado, carne y lácteos, pero no deben sentirme más que nosotros.
“Por eso aunque hemos sido marginados, creemos en nuestra lucha, no somos un pueblo haragán, no nos vamos a las calles por no tener que hacer, lo hacemos porque necesitamos nuestras tierras, para nuestro trabajo, para la alimentación de nuestros hijos e hijas y para un mejor porvenir”.
También asistió al taller Santiago Ohajaca, vecino de la comunidad de El Carrizalón, manifestó que lo aprendido el pasado martes, le es de mucha importancia “porque me ayuda despertar sobre los derechos que tenemos en Honduras y en el mundo”.
“En nuestra comunidad, los niños y niñas están a la deriva, porque no hay edificio para la escuela, así mismo no hay acceso a la salud, porque al no haber carreteras, a veces los enfermos los trasladamos hasta en hamaca a la comunidad más cercana, que son 10 kilómetros de distancia.
Allí, la mayoría de los 800 habitantes, no tenemos tierras, pues estas son reclamadas por Jorge Guerra, denunció Ohajaca.
Y para Carmen Aquino, de la Comisión Ciudadana de Transparencia-de Copán Ruina, es importante saber de Derechos Humanos, “pues aunque conozcamos de estos temas, a la vez nos acostumbramos a que se nos violente y no denunciamos”.
Dijo que en el departamento copaneco, se viola el derecho de la Educación, porque no es totalmente gratuita y las familias de escasos recursos, no pueden cubrir los gastos, entonces viene la deserción.
Dijo que el turismo beneficia sólo a los empresarios y comerciantes de este rubro, las personas que no se dedican a actividades relacionadas con el turismo, cosechan la tierra, pero no todos tienen parcelas.
Lucha por la tierra ancestral
Los grupos indígenas y pobladores de la zona, siempre han buscado el dialogo con las autoridades estatales, pero al no tener respuestas, realizan manifestaciones, tomas de carreteras y hasta plantones en el parque Arqueológico de la Ruinas de Copán.
En Agosto de 1998 se realizó una peregrinación a Tegucigalpa y se hizo una toma de la Embajada de Costa Rica, se acompañó el evento de una huelga de hambre, en este caso hubo un fuerte desalojo, sin embargo se establecieron nuevos acuerdos.
En protesta por la tardanza en el cumplimiento de estos acuerdos, el 1 Septiembre hicieron la primera toma del Centro Ceremonial Copán Ruinas y el bloqueo de la carretera internacional en Ocotepeque al que el Estado respondió con un nuevo desalojo violento y el tiroteo a ocho hombres en Ocotepeque y la muerte de uno.
Posteriormente, realizaron la toma de las instalaciones del Instituto Nacional Agrario, INA, en Tegucigalpa y con esto, se logró la compra de 1,715 hectáreas para las comunidades de Carrizalón, Boca del Monte, Chilar, Laguna, San Rafael y Estanzuela, pero faltan más familias que puedan acceder a terrenos, que en su mayoría son reclamados por una familia de apellido Guerra.
Una reciente manifestación, fue el pasado 12 septiembre, cuando habitantes y turistas realizaron una toma de carreteras en Copán Ruinas, porque se les está racionando la energía eléctrica, sobretodo en horas de la noche. Por lo que fueron atacados por policías, quienes esparcieron gases lacrimógenos, alejando a los y las manifestantes.
Al ver el sumergimiento de la gente indígenas, por parte de terratenientes, inició la organización de las comunidades indígenas en el occidente de Honduras, para tener una lucha en común.
Al taller de derechos humanos impartido por el CODAFEH, fueron habitantes de Coshapa, Barbasco- Cabañas, Barbasco Copán, El Llano, San Rafael, Carrizalón, San Isidro, Ruinas, La Laguna, Miramar, Plan del Perico y Santa Rita, todas comunidades de Copán.
Los y las participantes, recordaron que en esta lucha por los derechos ancestrales, varios de sus miembros han sido asesinados, entre ellos el líder Cándido Amador, quien fue el impulsor de la lucha por la reivindicación de derechos de la etnia Maya-Chortí, pero fue asesinado por terratenientes que se han apoderado de las tierras de los indígenas, denunciaron.
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