Los hechos ocurridos en 1821 marcan en 2012 casi la misma línea de lucha de clases de hace 191 años. Un puñado de burgueses locales partidarios de los Carrera, los Aicinenas y otros engarrapatados a los privilegios de los señores feudales, versus un pueblo sometido a la mayordomía, a la aparcería y, peor aún, a la esclavitud.
Hoy un grupo de diputíteres, empresarios corruptos, militares y policías mercenarios, junto con políticos cipayos al servicio del Pentágono, todos golpistas, quieren hacernos creer que ellos son patriotas al cantar el Himno en el llamado mes de la patria. Y que deberíamos ponerlos en un altar.
Con absoluta desfachatez dicen que la Ley de Educación que permite a los cristianos fundamentalistas imponer sus dogmas sobre la laicidad de la educación pública, es un cambio profundo (jajajaja)
Juan Orlando Hernández dijo ayer en San Pedro Sula que las Alianzas Público-Privadas y las Ciudades Modelo, que entregan los negocios públicos y el territorio nacional a los filibusteros y piratas neoliberales, son cambios profundos de los últimos años (jjajaja)
En una fecha como hoy, 1 de septiembre, no podemos menos que condenar esta actitud lacayuna de la más retrasada y antipatriótica clase política hondureña.
No podemos admitir que hablen así impunemente encima de nuestras inteligencias, hay que decirles que no tienen Madre y que son traidores a la Patria.
Son traidores porque las decisiones tomadas por esta pandilla de delincuentes que hoy izaron banderas en todo el país, nos tienen envueltos en la incertidumbre, la violencia, la desigualdad y la miseria.
¿Por qué vienen hablando de patriotismo si han entregado el territorio a las bases militares de Estados Unidos, que matan a los indígenas miskitos, tawakas y garífunas, y criminalizan a las organizaciones campesinas?
¿Por qué hablan con el pecho erguido frente a la Bandera Nacional, si entregan los ríos, las minas y las reservas petrolíferas a las mafias extractivistas de Canadá, Estados Unidos y Europa, que destruyen todo?
¿Qué es eso de Patria en la boca de estos pillos que dieron el golpe de Estado y que hoy son incapaces de detener la nueva crisis a la que el país está abocado?
¿Por qué son tan cínicos hablando de cambios profundos en la patria, si lo que han hecho es entregar la soberanía jurídica, el territorio y la independencia de Honduras a la DEA, al FMI, a Paul Rommy, al Rey del Porno, a Tirios y Troyanos?
¿Qué hacer frente a ellos? Primero, nos parece que es correcta la decisión de la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras de NO marchar con el ejército blanco hacia el Estadio Tiburcio Carías el 14 y 15 de septiembre próximo.
Es correcta la decisión porque en esos días los aspirantes a cargos de elección popular harán Patria engañando a las juventudes de los colegios privados, con un comportamiento chusco de clase pudiente.
Segundo, nos parece acertada la decisión del Frente Nacional de Resistencia Popular – que NO del partido LIBRE -- de convocar a la sociedad hondureña, incluyendo a las juventudes estudiantiles, a una movilización popular por la refundación nacional, en todo el país.
Mantener la identidad de pueblo movilizado es esencial. Y esta vez debería ser diferente su masivo encuentro, no solamente una caminata desordenada y sin conducción, sino una pizarra gigantesca con todos los símbolos de la refundación de Honduras, para que los retrasados la entiendan.
Y la movilización del 15 tampoco debería ser una pasarela de candidaturas a cargos de elección popular, sino una fiesta katracha con todas las señales de nuestra cultura popular, para enfrentar creativamente el desplome de la vieja patria de los golpistas.
En esa fiesta los rostros de las víctimas estrán presentes, porque Honduras sufre hoy la peor tragedia en materia de derechos humanos, derivada de la vieja impunidad y agravada por ese acto violento y atroz que fue el golpe de Estado, y que sigue siendo su continuidad hasta nuestros días.
De modo que no podemos distraernos en ningún discurso de falsa normalidad, de paz y reconciliación que usae los criminales desde el poder aparente y desde el poder oculto. El pueblo sigue desafiado a imponer su voz y su voluntad, del modo que sea.
Por esos celebramos aquí la resistencia negra e indígena en sus territorios, tomando posesión con sus ancestros de todos los patrimonios comunes. El agua. Los suelos. El bosque. Las plantas. El mito. La magia. La lengua. La vida.
Es un deber patriótico, este sí lo es, entender que Honduras está en un punto muy frágil, con un enorme potencial para entrar a una nueva etapa crítica. Y hay que estar preparados para dar lo mejor de nosotras, otra vez.
Buenas noches!
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