martes, 24 de enero de 2012
El discurso y la historia de Mauricio Villeda
Vos el Soberano
Por Rodolfo Pastor Fasquelle
Quise entrañablemente a su honesto hermano Rubén que me acompañó en otras lides. Su padre homenajeó a mis ancestros y mi padre fue amigo de su padre.
Hijo de padre conocido, hermano de ex precandidato, Mauricio Villeda es un hombre conocido. Ya antes fue precandidato en nombre de otro y aunque su retórica y destreza han mejorado mucho respecto de la propia de antes y de la de sus antecesores inmediatos, demuestra también mas astucia. Se dice que un político es más exitoso en cuanto puede afirmar y negar sucesivamente las opiniones que le concitan simpatías y resistencias. Y hoy increíblemente Mauricio Villeda, el representante de Micheletti en la Comisión que debía negociar una salida a la crisis posterior al golpe en 2009 en Costa Rica pero que Oscar Arias declaró que no tenia ninguna intensión de resolver nada, el hombre que entonces defendió la tesis de que no había habido golpe y de que no había ninguna resistencia contra la sucesión de Micheletti en Honduras, hoy asegura y con pasión y vehemencia que él no es golpista.
Fantástico. Que él no ha golpeado a nadie, que no conspiró a favor de un golpe.
Está claro que en su concepto no pudo ser golpista porque en aquel entonces aseguró y siguió declarando a la prensa internacional durante meses, que no había habido golpe de Estado porque los militares no habían asumido los poderes del Estado y todos los demás poderes continuaban emplazados en su sitio. Muchas otras cosas dice que se desvían de la verdad, Villeda no buscaba la reconciliación cuando formaba parte de la Delegación de Micheletti.
Asegura además que bajo el régimen de Micheletti cesó el trafico de drogas en Honduras. Pero la DEA y las estadísticas internacionales dicen lo contrario.
Previo a su reunión con la Junta Directiva de la ANDI, igual que en su reunión en Choluteca repite ahora para los medios que no es golpista. Y que si bien es miembro de la prelatura del Opus Dei, eso es irrelevante, como que otro candidato sea judío y otro aun evangélico, porque la religión es algo personal con que nadie debería de interferir.
“Estado de necesidad” explica Villeda. Los militares no detuvieron y la judicatura no enjuicio a Zelaya, porque había inminente y grave peligro con detenerlo en Honduras, pero eso se contradice con la idea de que “Nadie se opuso” que es otro de sus argumentos para negar que hubiera un golpe de Estado. Y no acepta que Mel Zelaya regrese al Partido Liberal porque no comparte su ideología. Pero aunque no es golpista se siente muy honrado de compartir la ideología de los líderes más connotados del golpe de Estado y muy alegre de que lo apoyen desde todas las esquinas del poder fáctico, de los medios de comunicación, de los círculos corporativos. Que lo apoye Roberto Micheletti, y Saavedra, que lo apoyen Ferrari y Televicentro, que lo apoyen Canahuati y Facussé.
Mauricio es un cínico. Su discurso es una negación de su historia. Su historia personal es una negación de su discurso. No sé de otros que son más pragmáticos. Orellana no podría apoyarlo, el Obispo Santos no podría apoyarlo, aun siendo de la misma Prelatura que le dio la espalda, Fernando García no podría apoyarlo. Mucho menos una divinidad que fuera justa y verdadera. Y, si no tiene a Dios a su favor ¿que tan lejos puede llegar con el apoyo de solo golpistas? ¿Cuántos inteligentes podrán caer en su trampa.
Por Rodolfo Pastor Fasquelle
Quise entrañablemente a su honesto hermano Rubén que me acompañó en otras lides. Su padre homenajeó a mis ancestros y mi padre fue amigo de su padre.
Hijo de padre conocido, hermano de ex precandidato, Mauricio Villeda es un hombre conocido. Ya antes fue precandidato en nombre de otro y aunque su retórica y destreza han mejorado mucho respecto de la propia de antes y de la de sus antecesores inmediatos, demuestra también mas astucia. Se dice que un político es más exitoso en cuanto puede afirmar y negar sucesivamente las opiniones que le concitan simpatías y resistencias. Y hoy increíblemente Mauricio Villeda, el representante de Micheletti en la Comisión que debía negociar una salida a la crisis posterior al golpe en 2009 en Costa Rica pero que Oscar Arias declaró que no tenia ninguna intensión de resolver nada, el hombre que entonces defendió la tesis de que no había habido golpe y de que no había ninguna resistencia contra la sucesión de Micheletti en Honduras, hoy asegura y con pasión y vehemencia que él no es golpista.
Fantástico. Que él no ha golpeado a nadie, que no conspiró a favor de un golpe.
Está claro que en su concepto no pudo ser golpista porque en aquel entonces aseguró y siguió declarando a la prensa internacional durante meses, que no había habido golpe de Estado porque los militares no habían asumido los poderes del Estado y todos los demás poderes continuaban emplazados en su sitio. Muchas otras cosas dice que se desvían de la verdad, Villeda no buscaba la reconciliación cuando formaba parte de la Delegación de Micheletti.
Asegura además que bajo el régimen de Micheletti cesó el trafico de drogas en Honduras. Pero la DEA y las estadísticas internacionales dicen lo contrario.
Previo a su reunión con la Junta Directiva de la ANDI, igual que en su reunión en Choluteca repite ahora para los medios que no es golpista. Y que si bien es miembro de la prelatura del Opus Dei, eso es irrelevante, como que otro candidato sea judío y otro aun evangélico, porque la religión es algo personal con que nadie debería de interferir.
“Estado de necesidad” explica Villeda. Los militares no detuvieron y la judicatura no enjuicio a Zelaya, porque había inminente y grave peligro con detenerlo en Honduras, pero eso se contradice con la idea de que “Nadie se opuso” que es otro de sus argumentos para negar que hubiera un golpe de Estado. Y no acepta que Mel Zelaya regrese al Partido Liberal porque no comparte su ideología. Pero aunque no es golpista se siente muy honrado de compartir la ideología de los líderes más connotados del golpe de Estado y muy alegre de que lo apoyen desde todas las esquinas del poder fáctico, de los medios de comunicación, de los círculos corporativos. Que lo apoye Roberto Micheletti, y Saavedra, que lo apoyen Ferrari y Televicentro, que lo apoyen Canahuati y Facussé.
Mauricio es un cínico. Su discurso es una negación de su historia. Su historia personal es una negación de su discurso. No sé de otros que son más pragmáticos. Orellana no podría apoyarlo, el Obispo Santos no podría apoyarlo, aun siendo de la misma Prelatura que le dio la espalda, Fernando García no podría apoyarlo. Mucho menos una divinidad que fuera justa y verdadera. Y, si no tiene a Dios a su favor ¿que tan lejos puede llegar con el apoyo de solo golpistas? ¿Cuántos inteligentes podrán caer en su trampa.
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