Disgustados por un Estado cada vez más intervencionista los empresarios más capaces de Estados Unidos América se retiraron a la Quebrada de Galt, una comuna libertaria. Ese fue el tema de la obra magna de Ayn Rand, "La rebelión del Atlas" (Atlas Shrugged en inglés), un texto sagrado para los de ideas libertarianistas desde que fue publicado en 1957. En realidad, la creación de un enclave así ha sido el sueño de muchos seguidores de un Estado pequeño (o del todo ninguno). Algunos lo han intentado, pero sus esfuerzos siempre han terminado en desastre (ver tabla http://www.economist.com/node/21541391).
Ahora, por primera vez, los libertarios tienen una posibilidad real de poner en práctica sus ideas. Además de una gran zona especial de desarrollo, el gobierno de Honduras tiene la intención de aprobar dos zonas más pequeñas. Y dos empresas recien creadas de tendencia libertarianista ya han firmado un memorando de entendimiento preliminar con el gobierno de Honduras para su desarrollo.
Una empresa se llama Corporación de Desarrollo de las Ciudades Futuras (Future Cities Development Corporation). Fue co-fundada por Patri Friedman, nieto de Milton Friedman, el premio Nobel de Economía, y hasta hace poco director ejecutivo del Instituto Seasteading (Seasteading Institute), un grupo que produce investigaciones sobre cómo construir comunas basadas en los océanos. El otro se llama Free Cities Groups (Grupo de Ciudades Libres) y es una idea original de Michael Strong y Kevin Lyons, dos empresarios y activistas libertarianistas.
Ambos comparten un objetivo: la construcción de "ciudades libres". En abril pasado los tres hablaron en una conferencia organizada por la Universidad Francisco Marroquín, un bastión de las ideas libertarianistas en Guatemala. En septiembre, ellos y Giancarlo Ibargüen, presidente de la universidad, pusieron en marcha el Instituto de Ciudades Libre (Free Cities Institute), un grupo de expertos para fomentar la causa.
Como sucede a menudo con los seguidores, las divisiones dentro de la causa son profundas. Las dos empresas provienen de diferentes partes del espectro libertarianista. Friedman es un abierto crítico de la democracia. Es “inadecuada para un estado libertarianista", escribió en un ensayo en 2009 -debido a que está "equipada contra los defensores de las libertades" (que siempre pierden) y es ineficiente. En lugar de dar a sus ciudadanos una voz, según él, deberían ser libres para salir; las ciudades deben competir para ellos, ofreciendo los mejores servicios.
Los partidarios de la segunda empresa parecen ser menos radicales. Uno de los fundadores de varias escuelas charter, el Sr. Strong es ahora la fuerza detrás de FLOW, un movimiento que pretende combinar el pensamiento libertarianista "con amor, compasión, conciencia social y ambiental", dice su página en la internet (http://www.flowidealism.org/michael.html). Él también prefiere la salida sobre la voz en (es decir, que él piensa que salirse y unirse es una mejor manera de limitar el poder ejecutivo que las urnas). Pero también cree que el consentimiento democrático es necesario en ciertas áreas, como la justicia penal. Su meta en Honduras más que poner en práctica los ideales libertarios es reducir la pobreza y acelerar el desarrollo económico.
Algunos en el gobierno de Honduras tiene inclinaciones libertarianistas, que es una de las razones por las que las autoridades se han movido tan rápidamente. Sin embargo, cuando los desarrolladores maestros para las nuevas zonas se elijan el próximo año, las fuertes credenciales políticas no serán suficientes, e incluso puede llegar a ser un inconveniente. Friedman está haciendo hincapié en la diferencia entre sus creencias políticas y su firma. "La ideología hace un mal negocio", dice, añadiendo que el desarrollo futuro de las ciudades quiere centrarse en las necesidades de la gente que vive en la ciudad.
Sin embargo, el mayor obstáculo para los arranques libertarianistas puede ser que la comisión de transparencia, que se encargará de supervisar las regiones de desarrollo, es poco probable que les den rienda suelta. El "estatuto constitutional” de las zonas de desarrollo, que el Congreso Nacional de Honduras aprobó en agosto (http://www.red.hn/materials), no deja mucho margen de maniobra en áreas clave, no por lo menos, en lo que respecta a la democracia: en última instancia, sus ciudadanos van a votar.
Ambas firmas, sin embargo, tienen vínculos con prominentes defensores de las libertades que tienen los bolsillos llenos. El Sr. Strong es cercano a John Mackey, co-fundador y director ejecutivo de Whole Foods, una cadena de supermercado de gama alta, aunque el Sr. Strong dice que el señor Mackey ya tiene demasiadas cosas en el plato. Los contactos del Sr. Friedman parecen ser más prometedoras: el Instituto Seasteading ha recibido mucho dinero en efectivo de Peter Thiel, un multimillonario de Silicon Valley en California, fundador de los servicios de pago por Internet PayPal y uno de los primeros inversionistas de Facebook, la red social más grande.
Las ambiciones del Sr. Thiel van mucho más allá de explorar el próximo gran paso en la tecnología. "Ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles", escribió en un ensayo en 2009. Esta es la razón por la que los libertarianistas deben encontrar una vía de escape de la política, añadió. "porque ya no quedan lugares verdaderamente libres en nuestro mundo, sospecho que el modo de escapar debe implicar algún tipo de proceso nuevo y hasta entonces no probado que nos lleva a un país por descubrir." En ese entonces él tenía el océano o el espacio en la mente. Honduras sería sin duda más conveniente.
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