martes, 8 de junio de 2010
La noche estrellada
Silvio Rodríguez
Segunda cita
Hoy vi por segunda vez La noche estrellada, de Vincent Van Gogh. La primera fue hace 32 años, también en un día caluroso.
Cuentan que el pueblo que yace bajo la danza de estrellas es imaginario, una suerte de evocación de Holanda, porque Van Gogh ya se había ido a buscar lo que soñaba que le esperaba en Francia. No sé si será por lo alucinado de la escena, pero esta pintura me recuerda las imágenes que acompañan a Una noche en la árida montaña, la obra de Modesto Mussorgsky que Disney escogió para su película Fantasía. Siempre me parece que los diseñadores del episodio deben haber estudiado La noche estrellada. La iglesita con la que dicen que Van Gogh evoca a su país, se parece al campanario que atraviesan aquellos espectros desvanecidos. Y el caos entre infernal y tierno de los diablos recuerda el universo atormentado del holandés, que iba como alma en pena por un país que no era el suyo.
Don McLean hace años escribió una canción llamada Vincent, sobre Van Gogh y La noche estrellada. Los que no la conozcan, búsquenla, porque es maravillosa.
Hoy, caminando hacia el MOMA, entre el gentío neoyorquino encontré cuatro damas cubanas y nos pusimos a conversar. Me contaron que habían venido a escucharme desde Miami y que no llegaron a tiempo al concierto. Les comenté que el 10 había otro, que por qué no se quedaban. Una de ellas, una negra bien puesta, arqueó las cejas y me dijo: “Ay, mijito, mañana es lunes y tenemos que regresar al pan nuestro de cada día”. Yo no tenía ni un disco a mano, así que nos hicimos unas fotos frente a la catedral de San Patricio.
Con todo respeto por el imponente patrón de Nueva York, creo que aquel grupo sonreía a la cámara pensando en cierta Virgencita de un remoto pueblito llamado El Cobre, donde las noches suelen ser fantásticamente estrelladas.
La noche estrellada, de Vincent Van Gogh
Vicent, de Don McLean
Don Mclean - Vincent (traducida)
Estrellada
Noche estrellada
Pinta tu paleta de azul y gris
Dibuja un día de verano
Con ojos que conocen la oscuridad de mi alma
Sombras en las colinas
Trazan los árboles y los narcisos
Captan la brisa y el frío del invierno
En colores sobre la nevada tierra de lino
Y ahora comprendo
Lo que tratabas de decirme
Cómo sufriste por tu lucidez
Y cómo trataste de liberarlos
No escucharon, no sabían cómo
Quizá ahora escucharían…
Noche estrellada
Luminosas flores de brillante resplandor
Torbellino de nubes en la niebla violeta
Se reflejan en los ojos de porcelana azul de Vincent
Los colores cambian de matiz
Campos matutinos de trigo ámbar
Rostros curtidos por el dolor
Aplacado por la tierna mano del artista
Ahora comprendo
Lo que tratabas de decirme
Y cómo sufriste por tu lucidez
Y cómo trataste de liberarlos
No escucharon, no sabían cómo
Quizás ahora escucharían
No te podían querer
Aunque aún tu amor era sincero
Y cuando no te quedaba esperanza
En esa noche estrellada
Te quitaste la vida como suelen hacer los amantes
Pero podría haberte dicho, Vincent
Que este mundo no se hizo para alguien tan bello como tú
Noche estrellada
Retratos colgados en salas vacías
Cabezas sin marcos en paredes sin nombre
Con ojos que observan el mundo y no puede olvidar
Como los extraños que conociste
Harapientos hombres con andrajosas vestimentas
La espina de plata de sangrante rosa
Yace aplastada y rota en la virgen nieve
Ahora creo que comprendo
Lo que intentaste decirme
Cómo sufriste por tu lucidez
Y cómo intentabas liberarlos
No te escucharon y te siguen sin escuchar
Quizá nunca lo hagan.
Don Mclean - Vincent
Starry starry night, paint your palette blue and grey
Look out on a summer’s day with eyes that know the darkness in my soul
Shadows on the hills, sketch the trees and the daffodils
Catch the breeze and the winter chills, in colors on the snowy linen land
Now I understand what you tried to say to me
How you suffered for you sanity
How you tried to set them free
They would not listen they did not know how, perhaps they’ll listen now
Starry starry night, flaming flowers that brightly blaze
Swirling clouds in violet haze reflect in Vincent’s eyes of china blue
Colors changing hue, morning fields of amber grain
Weathered faces lined in pain are soothed beneath the artist’s loving hand
Now I understand what you tried to say to me
How you suffered for you sanity
How you tried to set them free
They would not listen they did not know how, perhaps they’ll listen now
For they could not love you, but still your love was true
And when no hope was left in sight, on that starry starry night
You took your life as lovers often do,
But I could have told you, Vincent,
This world was never meant for one as beautiful as you
Starry, starry night, portraits hung in empty halls
Frameless heads on nameless walls with eyes that watch the world and can’t forget.
Like the stranger that you’ve met, the ragged man in ragged clothes
The silver thorn of bloody rose, lie crushed and broken on the virgin snow
Now I think I know what you tried to say to me
How you suffered for you sanity How you tried to set them free
They would not listen they’re not listening still
Perhaps they never will.
Don McLean, (nació el 2 de octubre de 1945 en New Rochelle, Nueva York) es un cantautor estadounidense, principalmente famoso por su balada de 1971 “American Pie”, sobre un acontecimiento que se conoce como El día que murió la música y se basa en la muerte de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Booper en un accidente aéreo
Segunda cita
Hoy vi por segunda vez La noche estrellada, de Vincent Van Gogh. La primera fue hace 32 años, también en un día caluroso.
Cuentan que el pueblo que yace bajo la danza de estrellas es imaginario, una suerte de evocación de Holanda, porque Van Gogh ya se había ido a buscar lo que soñaba que le esperaba en Francia. No sé si será por lo alucinado de la escena, pero esta pintura me recuerda las imágenes que acompañan a Una noche en la árida montaña, la obra de Modesto Mussorgsky que Disney escogió para su película Fantasía. Siempre me parece que los diseñadores del episodio deben haber estudiado La noche estrellada. La iglesita con la que dicen que Van Gogh evoca a su país, se parece al campanario que atraviesan aquellos espectros desvanecidos. Y el caos entre infernal y tierno de los diablos recuerda el universo atormentado del holandés, que iba como alma en pena por un país que no era el suyo.
Don McLean hace años escribió una canción llamada Vincent, sobre Van Gogh y La noche estrellada. Los que no la conozcan, búsquenla, porque es maravillosa.
Hoy, caminando hacia el MOMA, entre el gentío neoyorquino encontré cuatro damas cubanas y nos pusimos a conversar. Me contaron que habían venido a escucharme desde Miami y que no llegaron a tiempo al concierto. Les comenté que el 10 había otro, que por qué no se quedaban. Una de ellas, una negra bien puesta, arqueó las cejas y me dijo: “Ay, mijito, mañana es lunes y tenemos que regresar al pan nuestro de cada día”. Yo no tenía ni un disco a mano, así que nos hicimos unas fotos frente a la catedral de San Patricio.
Con todo respeto por el imponente patrón de Nueva York, creo que aquel grupo sonreía a la cámara pensando en cierta Virgencita de un remoto pueblito llamado El Cobre, donde las noches suelen ser fantásticamente estrelladas.
La noche estrellada, de Vincent Van Gogh
Vicent, de Don McLean
Don Mclean - Vincent (traducida)
Estrellada
Noche estrellada
Pinta tu paleta de azul y gris
Dibuja un día de verano
Con ojos que conocen la oscuridad de mi alma
Sombras en las colinas
Trazan los árboles y los narcisos
Captan la brisa y el frío del invierno
En colores sobre la nevada tierra de lino
Y ahora comprendo
Lo que tratabas de decirme
Cómo sufriste por tu lucidez
Y cómo trataste de liberarlos
No escucharon, no sabían cómo
Quizá ahora escucharían…
Noche estrellada
Luminosas flores de brillante resplandor
Torbellino de nubes en la niebla violeta
Se reflejan en los ojos de porcelana azul de Vincent
Los colores cambian de matiz
Campos matutinos de trigo ámbar
Rostros curtidos por el dolor
Aplacado por la tierna mano del artista
Ahora comprendo
Lo que tratabas de decirme
Y cómo sufriste por tu lucidez
Y cómo trataste de liberarlos
No escucharon, no sabían cómo
Quizás ahora escucharían
No te podían querer
Aunque aún tu amor era sincero
Y cuando no te quedaba esperanza
En esa noche estrellada
Te quitaste la vida como suelen hacer los amantes
Pero podría haberte dicho, Vincent
Que este mundo no se hizo para alguien tan bello como tú
Noche estrellada
Retratos colgados en salas vacías
Cabezas sin marcos en paredes sin nombre
Con ojos que observan el mundo y no puede olvidar
Como los extraños que conociste
Harapientos hombres con andrajosas vestimentas
La espina de plata de sangrante rosa
Yace aplastada y rota en la virgen nieve
Ahora creo que comprendo
Lo que intentaste decirme
Cómo sufriste por tu lucidez
Y cómo intentabas liberarlos
No te escucharon y te siguen sin escuchar
Quizá nunca lo hagan.
Don Mclean - Vincent
Starry starry night, paint your palette blue and grey
Look out on a summer’s day with eyes that know the darkness in my soul
Shadows on the hills, sketch the trees and the daffodils
Catch the breeze and the winter chills, in colors on the snowy linen land
Now I understand what you tried to say to me
How you suffered for you sanity
How you tried to set them free
They would not listen they did not know how, perhaps they’ll listen now
Starry starry night, flaming flowers that brightly blaze
Swirling clouds in violet haze reflect in Vincent’s eyes of china blue
Colors changing hue, morning fields of amber grain
Weathered faces lined in pain are soothed beneath the artist’s loving hand
Now I understand what you tried to say to me
How you suffered for you sanity
How you tried to set them free
They would not listen they did not know how, perhaps they’ll listen now
For they could not love you, but still your love was true
And when no hope was left in sight, on that starry starry night
You took your life as lovers often do,
But I could have told you, Vincent,
This world was never meant for one as beautiful as you
Starry, starry night, portraits hung in empty halls
Frameless heads on nameless walls with eyes that watch the world and can’t forget.
Like the stranger that you’ve met, the ragged man in ragged clothes
The silver thorn of bloody rose, lie crushed and broken on the virgin snow
Now I think I know what you tried to say to me
How you suffered for you sanity How you tried to set them free
They would not listen they’re not listening still
Perhaps they never will.
Don McLean, (nació el 2 de octubre de 1945 en New Rochelle, Nueva York) es un cantautor estadounidense, principalmente famoso por su balada de 1971 “American Pie”, sobre un acontecimiento que se conoce como El día que murió la música y se basa en la muerte de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Booper en un accidente aéreo
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