martes, 8 de junio de 2010
Comprobado: EEUU dio dinero para apoyar el golpe de Hugo Banzer de 1971 en Bolivia
BoliviaSol
Por Luis Rumbaut
Augusto Pinochet y Hugo Banzer, dictadores de Chile y Bolivia.
Augusto Pinochet y Hugo Banzer, dictadores de Chile y Bolivia.
Existen varios excelente sitios en inglés dedicados a Bolivia y a temas relacionados. Uno de ellos es Abiding in Bolivia, donde encontramos un informe exclusivo sobre la colaboración de Nixon y Kissinger con el golpe de Hugo Banzer en 1971.
De ese informe, traducimos las minutas de una reunión de 8 julio 1971 del Comité de los 40 (un grupo de la rama ejecutiva presidido por Henry Kissinger y encargado de la supervisión de operaciones encubiertas), que incluyó la discusión de una propuesta de la CIA de dar $140.000 a un grupo de políticos de oposición y líderes militares, dinero que sabían sería usado para derrocar al Presidente Juan José Torres. (El Sub Secretario de Estado U. Alexis Johnson: “Lo que estamos en realidad es un golpe en sí, ¿no?”).
Torres fue derrocado por un golpe de estado el 21 de agosto de 1971, dirigido por Hugo Banzer. Partió al exilio, primero en Perú, después a Chile y finalmente a la Argentina. Fue secuestrado y asesinado en Buenos Aires el 2 de junio de 1976, en el contexto del Plan Cóndor.
Aunque el comité decidió esperar hasta oír del embajador Ernest Siracusa (quien se oponía a la medida), el plan al fin fue aprobado. El mismo día que comenzaba el golpe, en Santa Cruz, Bolivia, un empleado de la NSC [Consejo Nacional de Seguridad] informó a Kissinger que la CIA había transferido dinero a dos miembros de alto rango de la oposición.
La propuesta de la CIA tenía sus raíces en una conversación en junio entre Richard Nixon y Henry Kissinger, en la cual decidieron que las concesiones de Torres a la izquierda boliviana habían ido demasiado lejos:
Kissinger: Tenemos un problema mayor en Bolivia, también.
Nixon: Así entiendo. Connally lo mencionó. ¿Qué quieres hacer al respecto?
Kissinger: Le he dicho a [el Segundo Director de Planes de la CIA, Tomás] Karamessines que arranque una operación de inmediato. Hasta el embajador allí, quien ha estado algo flojo, dice ahora que debemos comenzar a jugar con los militares allí, o la cosa se va por el tragante.
Nixon: Anjá.
Kissinger: Debe entregarlo el lunes.
Nixon: ¿Qué cree Karamessines que necesitamos? ¿Un golpe?
Kissinger: Veremos que es posible, en el contexto que sea. Dentro de dos meses nos habrán desplazado. Ya se libraron del Cuerpo de Paz, que es un activo nuestro, pero ahora quieren botar a la USIA y a la gente militar. Y no sé si podemos siquiera pensar en un golpe, pero tenemos que ver cómo luce el terreno por allá.
La CIA casi con seguridad tenía razón de que, aparte de todo involucramiento de EEUU, “un intento por sacar a Torres en los próximos meses, si no antes, [era] inevitable.” Pero, aunque reconocían que apoyar al golpe era una “operación de alto riesgo”, decidieron que igual sería ser colgados por oveja que por cordero:
El gobierno de EEUU será el culpable lógico en las mentes de los bolivianos. Lo que es más, esperamos totalmente que la CIA caerá bajo fuego, y que parecen inevitables las acusaciones de un involucramiento de la CIA. Ya que la CIA ha sido acusada regularmente (y falsamente) de innumerables complots y actividades en Bolivia, una acusación más no debe causar una reacción pública excesiva.
El 26 de agosto, tres días después de que Banzer se declaró en el poder, Kissinger y Nixon hablaron por teléfono. Kissinger resumió para el presidente su reciente reunión con las viudas de los soldados muertos en acción en Viet Nam, y el presidente le dijo a Kissinger que “El problema con Reagan es muy claro. De veras es simplista.” Al final de la conversación, Kissinger apuntó que “en Bolivia ha habido un golpe. Ha conllevado a un gobierno de derecha”.
¿La respuesta de Nixon?: “¿Y qué me dice de Chile?”
Por Luis Rumbaut
Augusto Pinochet y Hugo Banzer, dictadores de Chile y Bolivia.
Augusto Pinochet y Hugo Banzer, dictadores de Chile y Bolivia.
Existen varios excelente sitios en inglés dedicados a Bolivia y a temas relacionados. Uno de ellos es Abiding in Bolivia, donde encontramos un informe exclusivo sobre la colaboración de Nixon y Kissinger con el golpe de Hugo Banzer en 1971.
De ese informe, traducimos las minutas de una reunión de 8 julio 1971 del Comité de los 40 (un grupo de la rama ejecutiva presidido por Henry Kissinger y encargado de la supervisión de operaciones encubiertas), que incluyó la discusión de una propuesta de la CIA de dar $140.000 a un grupo de políticos de oposición y líderes militares, dinero que sabían sería usado para derrocar al Presidente Juan José Torres. (El Sub Secretario de Estado U. Alexis Johnson: “Lo que estamos en realidad es un golpe en sí, ¿no?”).
Torres fue derrocado por un golpe de estado el 21 de agosto de 1971, dirigido por Hugo Banzer. Partió al exilio, primero en Perú, después a Chile y finalmente a la Argentina. Fue secuestrado y asesinado en Buenos Aires el 2 de junio de 1976, en el contexto del Plan Cóndor.
Aunque el comité decidió esperar hasta oír del embajador Ernest Siracusa (quien se oponía a la medida), el plan al fin fue aprobado. El mismo día que comenzaba el golpe, en Santa Cruz, Bolivia, un empleado de la NSC [Consejo Nacional de Seguridad] informó a Kissinger que la CIA había transferido dinero a dos miembros de alto rango de la oposición.
La propuesta de la CIA tenía sus raíces en una conversación en junio entre Richard Nixon y Henry Kissinger, en la cual decidieron que las concesiones de Torres a la izquierda boliviana habían ido demasiado lejos:
Kissinger: Tenemos un problema mayor en Bolivia, también.
Nixon: Así entiendo. Connally lo mencionó. ¿Qué quieres hacer al respecto?
Kissinger: Le he dicho a [el Segundo Director de Planes de la CIA, Tomás] Karamessines que arranque una operación de inmediato. Hasta el embajador allí, quien ha estado algo flojo, dice ahora que debemos comenzar a jugar con los militares allí, o la cosa se va por el tragante.
Nixon: Anjá.
Kissinger: Debe entregarlo el lunes.
Nixon: ¿Qué cree Karamessines que necesitamos? ¿Un golpe?
Kissinger: Veremos que es posible, en el contexto que sea. Dentro de dos meses nos habrán desplazado. Ya se libraron del Cuerpo de Paz, que es un activo nuestro, pero ahora quieren botar a la USIA y a la gente militar. Y no sé si podemos siquiera pensar en un golpe, pero tenemos que ver cómo luce el terreno por allá.
La CIA casi con seguridad tenía razón de que, aparte de todo involucramiento de EEUU, “un intento por sacar a Torres en los próximos meses, si no antes, [era] inevitable.” Pero, aunque reconocían que apoyar al golpe era una “operación de alto riesgo”, decidieron que igual sería ser colgados por oveja que por cordero:
El gobierno de EEUU será el culpable lógico en las mentes de los bolivianos. Lo que es más, esperamos totalmente que la CIA caerá bajo fuego, y que parecen inevitables las acusaciones de un involucramiento de la CIA. Ya que la CIA ha sido acusada regularmente (y falsamente) de innumerables complots y actividades en Bolivia, una acusación más no debe causar una reacción pública excesiva.
El 26 de agosto, tres días después de que Banzer se declaró en el poder, Kissinger y Nixon hablaron por teléfono. Kissinger resumió para el presidente su reciente reunión con las viudas de los soldados muertos en acción en Viet Nam, y el presidente le dijo a Kissinger que “El problema con Reagan es muy claro. De veras es simplista.” Al final de la conversación, Kissinger apuntó que “en Bolivia ha habido un golpe. Ha conllevado a un gobierno de derecha”.
¿La respuesta de Nixon?: “¿Y qué me dice de Chile?”
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