jueves, 22 de abril de 2010
Hostigan a comunicadores de La Voz de Zacate Grande
Defensores en Linea
La presencia de cinco agentes de la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC) de Amapala, Valle, en las instalaciones de la recién creada radio comunitaria La Voz de Zacate Grande, alarmó a la comunidad de Puerto Grande, que creía que los policías habían llegado para cerrar la emisora.
De acuerdo al relato de los comunicadores sociales José Rivera y Herbert Morales, los agentes policiales llegaron a la zona, transportados a través del Golfo de Fonseca en una lancha propiedad del terrateniente Miguel Facussé junto a varios de los guardias de la seguridad privada, que resguarda las mansiones de descanso del terrateniente.
Los policías que nos mostraron identificación, expresaron a la comunidad que su presencia en el lugar era de rutina y que procederían a tomar fotografías de las instalaciones de La Voz de Zacate Grande.
Asimismo los agentes consultaron a los comunicadores que se encontraban ejerciendo labores de locución en la radio comunitaria, sobre el alcance que tiene la emisora, cuya señal se escucha en el 97.1 del FM y que llega a 8 comunidades asentadas en la península en un radio de acción de 25 kilómetros.
Los agentes de la DGIC sostuvieron a los pobladores y pobladoras que ellos habían sido enviados por el Ministerio Público del departamento de Valle, por lo que el Fiscal General Luis Alberto Rubí, deberá aclarar estos hechos.
De acuerdo a denuncias de los pobladores, desde que se iniciaron los trabajos de construcción de la emisora, el terrateniente Miguel Facussé ha enviado emisarios para amenazar a la comunidad y exponer su rotunda oposición para que funcione una radio comunitaria en la zona.
El pasado miércoles 14 de abril, se inauguraron formalmente las transmisiones de La Voz de Zacate Grande y desde tempranas horas de la madrugada guardias de seguridad de Miguel Facussé realizaron ráfagas de disparos al aire con sus armas de fuego, para amedrentar a los vecinos y vecinas.
Al término de la celebración a la que asistieron defensores y defensoras de derechos humanos, dirigentes y dirigentas comunitarias, líderes y lideresas indígenas y negras, religiosas, estudiantes y miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, el joven Jose Adín Vargas Osorio fue agredido en su rostro y hombro por un guardia de seguridad de Miguel Facussé.
Al respecto, procuradoras de derechos humanos del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), periodistas italianos, artistas argentinos y pobladoras y pobladores, estuvieron en peligro de muerte, cuando los vehículos en que se conducían fueron rodeados por al menos 8 guardias de seguridad que portaban escopetas 12 y fusiles M-16 (de uso militar), cuando se realizó la labor de documentar la denuncia.
El Cofadeh documentó el caso y denunció que los guardias de seguridad de Miguel Facussé actúan en total impunidad a vista y paciencia de las autoridades policiales y judiciales. En su momento la Coordinadora General del Cofadeh, Bertha Oliva expresó "que las comunidades de Zacate Grande están en total indefensión".
El Cofadeh considera que el hostigamiento policial y paramilitar en la zona, promovida por el terrateniente Miguel Facussé representa una fuerte amenaza para la integridad física y psicológica de los comunicadores y comunicadoras de la Voz de Zacate Grande y para las comunidades que habitan en la península.
La presencia policial y las acciones arbitrarias de Facussé atentan contra la libertad de expresión y contra el derecho de los pueblos ha informarse.
La presencia de cinco agentes de la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC) de Amapala, Valle, en las instalaciones de la recién creada radio comunitaria La Voz de Zacate Grande, alarmó a la comunidad de Puerto Grande, que creía que los policías habían llegado para cerrar la emisora.
De acuerdo al relato de los comunicadores sociales José Rivera y Herbert Morales, los agentes policiales llegaron a la zona, transportados a través del Golfo de Fonseca en una lancha propiedad del terrateniente Miguel Facussé junto a varios de los guardias de la seguridad privada, que resguarda las mansiones de descanso del terrateniente.
Los policías que nos mostraron identificación, expresaron a la comunidad que su presencia en el lugar era de rutina y que procederían a tomar fotografías de las instalaciones de La Voz de Zacate Grande.
Asimismo los agentes consultaron a los comunicadores que se encontraban ejerciendo labores de locución en la radio comunitaria, sobre el alcance que tiene la emisora, cuya señal se escucha en el 97.1 del FM y que llega a 8 comunidades asentadas en la península en un radio de acción de 25 kilómetros.
Los agentes de la DGIC sostuvieron a los pobladores y pobladoras que ellos habían sido enviados por el Ministerio Público del departamento de Valle, por lo que el Fiscal General Luis Alberto Rubí, deberá aclarar estos hechos.
De acuerdo a denuncias de los pobladores, desde que se iniciaron los trabajos de construcción de la emisora, el terrateniente Miguel Facussé ha enviado emisarios para amenazar a la comunidad y exponer su rotunda oposición para que funcione una radio comunitaria en la zona.
El pasado miércoles 14 de abril, se inauguraron formalmente las transmisiones de La Voz de Zacate Grande y desde tempranas horas de la madrugada guardias de seguridad de Miguel Facussé realizaron ráfagas de disparos al aire con sus armas de fuego, para amedrentar a los vecinos y vecinas.
Al término de la celebración a la que asistieron defensores y defensoras de derechos humanos, dirigentes y dirigentas comunitarias, líderes y lideresas indígenas y negras, religiosas, estudiantes y miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, el joven Jose Adín Vargas Osorio fue agredido en su rostro y hombro por un guardia de seguridad de Miguel Facussé.
Al respecto, procuradoras de derechos humanos del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), periodistas italianos, artistas argentinos y pobladoras y pobladores, estuvieron en peligro de muerte, cuando los vehículos en que se conducían fueron rodeados por al menos 8 guardias de seguridad que portaban escopetas 12 y fusiles M-16 (de uso militar), cuando se realizó la labor de documentar la denuncia.
El Cofadeh documentó el caso y denunció que los guardias de seguridad de Miguel Facussé actúan en total impunidad a vista y paciencia de las autoridades policiales y judiciales. En su momento la Coordinadora General del Cofadeh, Bertha Oliva expresó "que las comunidades de Zacate Grande están en total indefensión".
El Cofadeh considera que el hostigamiento policial y paramilitar en la zona, promovida por el terrateniente Miguel Facussé representa una fuerte amenaza para la integridad física y psicológica de los comunicadores y comunicadoras de la Voz de Zacate Grande y para las comunidades que habitan en la península.
La presencia policial y las acciones arbitrarias de Facussé atentan contra la libertad de expresión y contra el derecho de los pueblos ha informarse.
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