Agencias
Con esta obra, el autor se ha propuesto analizar el perfil psicológico del hombre más rico de Chile e identificar los planes, conexiones e interrogantes que puedan influir en su actual gestión presidencial.
Según lo indagado por este periodista, a Piñera no lo quieren, más bien lo soportan como un costo político. "Él nunca ha sido querido por la derecha tradicional. Jarpa (Sergio Onofre Jarpa, ex senador y fundador de Renovación Nacional) siempre lo criticó, acusándolo de ser un mal educado y quienes eran sus amigos también han dejado de serlo. Por ejemplo, Andrés Allamand...", comenta refiriéndose a la relación quebrada con el ex presidente de Renovación Nacional, quien lo presentó e introdujo en el mundo político en la década de los 80.
"Con tal de avanzar en su carrera política es capaz de avasallar con todo, incluso con las lealtades internas. Lo mismo ocurre con el desarrollo de su fortuna. Por eso, para mí no tiene nada de raro que ahora sea presidente. Venía preparándose desde hace demasiados años para esto", continúa el autor.
"La obcecación por lograr sus objetivos es un aspecto dominante de su personalidad. Quiere ser el primero en todo...pero cuando ya domina el juego se aburre y se lanza a un nuevo desafío”, es una de las conclusiones de la investigación, que el autor profundiza: "Sus ex colaboradores cuentan que rara vez recibieron una felicitación porque lo hicieron bien, pero sufrieron descargas de ira y un breve "adiós" cuando se equivocaron".
Este rasgo psicológico explicaría también una serie de contradicciones presentes en el discurso de la máxima autoridad nacional como el de formar alianzas en público y luego romperlas o, como expresa Carmona, "la paradójica relación que mantiene con la figura de Augusto Pinochet, de la que siempre ha renegado, pero de la que es completamente seguidor en cuanto a su política económica".
Los actuales conflictos del presidente
Esta publicación surge en medio de un atribulado inicio de gobierno, marcado por cuestionamientos que no han pasado desapercibidos en la opinión pública, especialmente respecto a los negocios privados del actual Presidente.
A la fecha, la propiedad de uno de los principales canales de televisión abierta es el punto de mayor debate entre los opositores al gobierno, como también en el interior de la coalición gobernante, siendo el propio partido oficialista UDI, el que ha solicitado al presidente que deje el canal por "ruido que genera la situación".
En tanto, los voceros de la Concertación, han asegurado que no aprobaran la ley de TVN que modifica las facultades y estructura de la empresa, hasta que Piñera no se deshaga de su señal televisiva; y la misma actitud de rechazo se mantendrá respecto a los nuevos nombramientos del directorio del canal estatal, puesto que se considera incompatible designar cargos en la televisión estatal y en el Consejo Nacional de Televisión (principal órgano fiscalizador), siendo dueño de una emisora televisiva.
Carmona reflexiona al respecto: "Pienso que esa dualidad político-empresario es éticamente impresentable. Una persona debe dedicarse a una cosa o la otra. No se pueden montar dos caballos a la vez, ni 'servir' a dos patrones". Recuerda cuando Piñera fue acusado de utilizar su condición de senador para sacar ventajas en escandaloso traspaso de acciones a Endesa España mientras la operación estuvo en pleno desarrollo.
"Yo, con todo esto me doy cuenta de que no me gusta que Chile sea gobernado por un rico, con un gabinete de ricos. A mí me gusta la verdadera democracia, esa que incluye a todos los sectores sociales, incluidos los trabajadores. Esa es una democracia de verdad", concluye el autor.
Ernesto Carmona Ulloa, escritor y periodista de la Universidad de Chile y pertenece a la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
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