viernes, 23 de abril de 2010

Los países necesitan avanzar contra la esclavitud infantil

Adital

Hace quince años, Iqab Masih, un niño ex-trabajador de una fábrica de alfombras fue asesinado en La India por su denuncia del trabajo esclavo. La esclavitud y las prácticas análogas a ella son consideradas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) una de las peores formas de trabajo infantil. Es difícil saber con exactitud cuántos millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo trabajan en condiciones de esclavitud: explotados laboral o sexualmente. El último 16 se celebró el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil.

A pesar de que la mayor parte de los países del mundo han ratificado los Convenios núms. 138 y 182 de la OIT relativos a la edad mínima de admisión al empleo y contra las peores formas de trabajo infantil respectivamente, todavía hay mucho por hacer para garantizar a niñas, niños y adolescentes el disfrute pleno de sus derechos.

De hecho, según datos de 2004, cerca de 218 millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo viven en trabajo infantil. De ellos, casi 166 millones tienen entre 5 y 14 años de edad, y más de 126 millones realizan trabajos peligrosos.

En América Latina y el Caribe, aproximadamente 5,7 millones y medio de niños y niñas de entre 5 y 14 años trabajan.

El trabajo esclavo es uno de los tipos de trabajo forzoso. En el caso del trabajo infantil, tal y como se indica en el Informe del Director General de 2009 sobre trabajo forzoso El costo de la coacción, "el trabajo infantil es equiparable con el trabajo forzoso no sólo cuando un tercero fuerza a niños a trabajar bajo la amenaza de una pena, sino también cuando un niño realiza parte de un trabajo forzoso impuesto a toda su familia".

La OIT ha emprendido una nueva iniciativa de investigación sobre el trabajo forzoso infantil en varios países del mundo (entre ellos, Guatemala y Ecuador) en colaboración con las oficinas nacionales de estadística. Este estudio tiene como objetivo entender los mecanismos de contratación y los medios de coacción y explotación.

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