En su visión, el país caribeño "va a demorar años y años para resolver" el problema, pues todavía vive en medio de los escombros. "Los escombros todavía están casi en todos lados en medio de las calles", revela, recordando que sólo algunas vías principales fueron desobstruidas.
Para él, lo que se puede observar en la visita al país fue la violencia del terremoto, comprobada por las graves consecuencias y por el número de víctimas. "Fueron más de 200 mil muertos", recuerda, destacando que entre los fallecidos había personas importantes en la estructura administrativa de Haití, como ministros, profesores, jueces, canciller y sacerdotes. "La muerte de personas importantes dejó un vacío en la responsabilidad del manejo del país", afirma.
Ante todo este cuadro de devastación, Don Demetrio hizo una reflexión a partir de la cuestión histórica del país. "¿Cómo es que se permitió llegar al estado en que Haití llegó?", se cuestiona, recordando acciones realizadas contra la nación caribeña, como la deuda externa y el boicot económico.
Don Demetrio resalta que Haití vive, actualmente, una fase de transición, pasando del período de emergencia hacia el de reconstrucción. "El problema ahora es reorganizar por entero al país: retomar la economía, la ciudadanía y la plena soberanía. Cosas que no ocurren de un día para otro, demorarán años para reconstruir el país", destaca.
Para el presidente de Cáritas, el desafío es qué hacer para ayudar al país caribeño en esta nueva etapa. En su opinión, la ayuda debe ser equilibrada: por un lado, la solidaridad internacional y, por el otro, la soberanía nacional. "Es preciso que ellos tomen la iniciativa para ser protagonistas", comenta.
Según él, la ayuda de Cáritas, en este momento, deberá dar prioridad a la educación. De acuerdo con él, ya está en fase "de madurez" una propuesta para reconstruir escuelas y viabilizar la educación en el país caribeño. "La educación es una urgencia. Es una prioridad absoluta para Cáritas", enfatiza.
Además de la solidaridad internacional, Don Demetrio destaca también el trabajo que viene siendo realizado en el país por la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), liderada por las tropas brasileras. "Muchos creen que las fuerzas deberían retirarse. Pienso que ahora no. Ellas tranquilizan a la población, organizan la distribución de alimento", opina.
Rebate las críticas contrarias a la ocupación militar extranjera en territorio haitiano afirmando que las fuerzas armadas "dieron un ejemplo de actuación por la postura, respeto y valoración de la cultura del pueblo". Don Demetrio considera "cobardía" retirar ahora a las tropas de la ONU del país. "Ellas quieren alentar al gobierno local, también desean la soberanía del país", sostiene.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
* Periodista de Adital
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