jueves, 22 de abril de 2010
El Tribunal de La Haya falla a favor de Argentina sobre la papelera Botnia
TeleSur
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), falló a favor de Argentina por 13 votos a 1 sobre la disputa que mantiene con Uruguay desde el 2006 por el establecimiento de la planta de pasta de celulosa, Botnia, que generó un conflicto limítrofe entre ambas naciones; sin embargo, el órgano consideró que no se aportaron "pruebas concluyentes" que permitan establecer que la papelera esté "afectando la calidad de las aguas" de un río fronterizo.
El órgano adjunto a la Organización de Naciones Unidas (ONU), sentenció que Uruguay ha violado las obligaciones de carácter procedimental, pero no las medioambientales. Sin embargo, el fallo contempla que la papelera puede seguir operando en suelo uruguayo.
El acuerdo bilateral suscrito en 1975, establece que Uruguay debe informar a su vecino sobre la construcción y funcionamiento de una planta pastera en su orilla del río Uruguay, hecho que fue incumplido por Montevideo y es la causa que motivó el reclamo argentino.
A este respecto, el juez de la CIJ cuestionó la posición de Uruguay de no informar sobre sus "proyectos" a Buenos Aires por medio de la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) y erigir la controvertida fábrica de la finlandesa Botnia y la española Ence a pesar de las continuas "peticiones" del organismo.
Aunado a este escenario, Buenos Aires denunció el desequilibrio medioambiental causado por la misma planta de celulosa que favorece la contaminación aérea y sonora de la región conformada por Gualeguaychú (Argentina) y Fray Bentos (Uruguay), cuestión que fue desestimada por el juez Peter Tomka en su lectura.
"Uruguay no incumplió sus obligaciones de fondo" en relación al ecosistema previstas en el estatuto del río Uruguay de 1975.
En este sentido, el juez desechó la solicitud argentina de reubicar la planta, actualmente localizada 30 kilómetros al noroeste de Montevideo. Buenos Aires tampoco recibirá una indemnización ante los daños propinados por la actividad de la fábrica en cuestión.
Según la CIJ de la ONU, la CARU "desempeña un papel central" en la gestión conjunta del río Uruguay por parte de las naciones vecinas y "no puede ser utilizada según los intereses de cada parte".
Argentina y Uruguay mantienen un conflicto debido a la instalación de una planta de producción de pasta de celulosa perteneciente a la empresa finlandesa, ubicada en territorio uruguayo y sobre las aguas binacionales del Río de Uruguay, cerca de las poblaciones uruguaya de Fray Bentos y argentina de Gualeguaychú.
Argentina demandó a Uruguay ante la Corte Interamericana de Justicia argumentando que la instalación de las plantas de celulosa es contaminante y se ha realizado en violación del Estatuto del Río Uruguay.
Reacciones bilaterales
La consejera legal de la Cancillería argentina, Susana Ruiz Cerutti, se mostró "satisfecha" luego de conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya sobre la planta de Botnia tras lo cual destacó que "no habrá más proyectos unilaterales" de Uruguay.
"Vinimos (a La Haya) porque Uruguay no informó sobre los proyectos que afectan a ambos países y la Corte nos ha reconocido que no fuimos informados", declaró la embajadora argentina ante la corte que encabeza la delegación del país durante el litigio.
Ruiz Cerutti sostuvo que Montevideo no actuó "de buena fe" al estimar que en 2004 había informado correctamente a Argentina durante una reunión de alto nivel y agregó de esa manera habría conseguido el "consentimiento" de su país.
Por su parte, el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Alejandro Litcovich dijo a teleSUR que "el fallo emitido por el Alto Tribunal de La Haya pretende dejar en términos satisfactorio a ambos gobiernos, pero no podemos decir lo mismo del lado de los pueblos que seguimos sufriendo las consecuencias de los efectos contaminantes."
Considera que el pronunciamiento permitirá aceptar una resolución al conflicto limítrofe que desde hace cuatro años mantienen Argentina y Uruguay pero que a su vez no cierra el conflicto para los habitantes de la zona que esperaban una sentencia mucho más contundente en la que se contemplara la reubicación de la planta papelera.
Al ser consultado si con esta resolución las Asambleas de Galeguychú cederían en sus protestas, refirió que "por el contrario toman mayor fuerza ya que no se ha resuelto el conflicto fundamental, la reubicación, seguiremos luchando".
En el caso uruguayo, el Gobierno señaló que la decisión de La Haya es satisfactoria en tanto no emitió condena alguna sobre la instalación de la planta de celulosa Botnia respecto a los conflictos ocasionados en el ecosistema de las localidades fronterizas.
El corresponsal en Uruguay para teleSUR, Fabián Cardozo, señaló desde el hilo telefónico que el fallo sólo critica al Gobierno de Tabaré Vásquez por no informar sobre la instalación de la planta.
Por otra parte, lLa presidenta argentina, Cristina Fernández, sostuvo este martes que si la empresa papelera finlandesa Botnia hubiese "respetado el tratado bilateral, nada hubiese sucedido", en relación con el fallo emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el conflicto por las actividades de la compañía, localizada en el río ubicado en la frontera que comparten ambas naciones latinoamericanas.
"Si no se hubiera violado el tratado, nada de esto hubiese sucedido", enfatizó la mandataria a la prensa venezolana luego de terminar la firma de acuerdos bilaterales con su homólogo Hugo Chávez en Caracas.
''La consecuencia más importante es que no va a poder volverse a instalar ningún tipo de actividad en el río de Uruguay sin la autorización de ambos países'', enfatizó.
También agregó que una enseñanza importante de toda esta situación era la relevancia de respetar los acuerdos para evitar conflictos futuros. "No sólo en la región sino en todo el mundo, si respetamos todos los acuerdos que firmamos habrá mucha menos conflictividad'', sostuvo Fernández.
Consideró que, si bien se comprobó que el gobierno argentino tenía razón en sus afirmaciones, hubiera sido mejor que el tratado se hubiera cumplido para no haber llegado a esas instancias. "Se ha comprobado que teníamos razón, pero tampoco es bueno, me hubiera gustado no tener razón y que se hubiera cumplido con el tratado".
Fernández acotó que pese al conflicto y al fallo de la La Haya, Argentina y Uruguay seguían manteniendo sus relaciones y su cariño mutuo, así como también lo acontecido servía para implementar nuevos mecanismos de control.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), falló a favor de Argentina por 13 votos a 1 sobre la disputa que mantiene con Uruguay desde el 2006 por el establecimiento de la planta de pasta de celulosa, Botnia, que generó un conflicto limítrofe entre ambas naciones; sin embargo, el órgano consideró que no se aportaron "pruebas concluyentes" que permitan establecer que la papelera esté "afectando la calidad de las aguas" de un río fronterizo.
El órgano adjunto a la Organización de Naciones Unidas (ONU), sentenció que Uruguay ha violado las obligaciones de carácter procedimental, pero no las medioambientales. Sin embargo, el fallo contempla que la papelera puede seguir operando en suelo uruguayo.
El acuerdo bilateral suscrito en 1975, establece que Uruguay debe informar a su vecino sobre la construcción y funcionamiento de una planta pastera en su orilla del río Uruguay, hecho que fue incumplido por Montevideo y es la causa que motivó el reclamo argentino.
A este respecto, el juez de la CIJ cuestionó la posición de Uruguay de no informar sobre sus "proyectos" a Buenos Aires por medio de la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) y erigir la controvertida fábrica de la finlandesa Botnia y la española Ence a pesar de las continuas "peticiones" del organismo.
Aunado a este escenario, Buenos Aires denunció el desequilibrio medioambiental causado por la misma planta de celulosa que favorece la contaminación aérea y sonora de la región conformada por Gualeguaychú (Argentina) y Fray Bentos (Uruguay), cuestión que fue desestimada por el juez Peter Tomka en su lectura.
"Uruguay no incumplió sus obligaciones de fondo" en relación al ecosistema previstas en el estatuto del río Uruguay de 1975.
En este sentido, el juez desechó la solicitud argentina de reubicar la planta, actualmente localizada 30 kilómetros al noroeste de Montevideo. Buenos Aires tampoco recibirá una indemnización ante los daños propinados por la actividad de la fábrica en cuestión.
Según la CIJ de la ONU, la CARU "desempeña un papel central" en la gestión conjunta del río Uruguay por parte de las naciones vecinas y "no puede ser utilizada según los intereses de cada parte".
Argentina y Uruguay mantienen un conflicto debido a la instalación de una planta de producción de pasta de celulosa perteneciente a la empresa finlandesa, ubicada en territorio uruguayo y sobre las aguas binacionales del Río de Uruguay, cerca de las poblaciones uruguaya de Fray Bentos y argentina de Gualeguaychú.
Argentina demandó a Uruguay ante la Corte Interamericana de Justicia argumentando que la instalación de las plantas de celulosa es contaminante y se ha realizado en violación del Estatuto del Río Uruguay.
Reacciones bilaterales
La consejera legal de la Cancillería argentina, Susana Ruiz Cerutti, se mostró "satisfecha" luego de conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya sobre la planta de Botnia tras lo cual destacó que "no habrá más proyectos unilaterales" de Uruguay.
"Vinimos (a La Haya) porque Uruguay no informó sobre los proyectos que afectan a ambos países y la Corte nos ha reconocido que no fuimos informados", declaró la embajadora argentina ante la corte que encabeza la delegación del país durante el litigio.
Ruiz Cerutti sostuvo que Montevideo no actuó "de buena fe" al estimar que en 2004 había informado correctamente a Argentina durante una reunión de alto nivel y agregó de esa manera habría conseguido el "consentimiento" de su país.
Por su parte, el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Alejandro Litcovich dijo a teleSUR que "el fallo emitido por el Alto Tribunal de La Haya pretende dejar en términos satisfactorio a ambos gobiernos, pero no podemos decir lo mismo del lado de los pueblos que seguimos sufriendo las consecuencias de los efectos contaminantes."
Considera que el pronunciamiento permitirá aceptar una resolución al conflicto limítrofe que desde hace cuatro años mantienen Argentina y Uruguay pero que a su vez no cierra el conflicto para los habitantes de la zona que esperaban una sentencia mucho más contundente en la que se contemplara la reubicación de la planta papelera.
Al ser consultado si con esta resolución las Asambleas de Galeguychú cederían en sus protestas, refirió que "por el contrario toman mayor fuerza ya que no se ha resuelto el conflicto fundamental, la reubicación, seguiremos luchando".
En el caso uruguayo, el Gobierno señaló que la decisión de La Haya es satisfactoria en tanto no emitió condena alguna sobre la instalación de la planta de celulosa Botnia respecto a los conflictos ocasionados en el ecosistema de las localidades fronterizas.
El corresponsal en Uruguay para teleSUR, Fabián Cardozo, señaló desde el hilo telefónico que el fallo sólo critica al Gobierno de Tabaré Vásquez por no informar sobre la instalación de la planta.
Por otra parte, lLa presidenta argentina, Cristina Fernández, sostuvo este martes que si la empresa papelera finlandesa Botnia hubiese "respetado el tratado bilateral, nada hubiese sucedido", en relación con el fallo emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el conflicto por las actividades de la compañía, localizada en el río ubicado en la frontera que comparten ambas naciones latinoamericanas.
"Si no se hubiera violado el tratado, nada de esto hubiese sucedido", enfatizó la mandataria a la prensa venezolana luego de terminar la firma de acuerdos bilaterales con su homólogo Hugo Chávez en Caracas.
''La consecuencia más importante es que no va a poder volverse a instalar ningún tipo de actividad en el río de Uruguay sin la autorización de ambos países'', enfatizó.
También agregó que una enseñanza importante de toda esta situación era la relevancia de respetar los acuerdos para evitar conflictos futuros. "No sólo en la región sino en todo el mundo, si respetamos todos los acuerdos que firmamos habrá mucha menos conflictividad'', sostuvo Fernández.
Consideró que, si bien se comprobó que el gobierno argentino tenía razón en sus afirmaciones, hubiera sido mejor que el tratado se hubiera cumplido para no haber llegado a esas instancias. "Se ha comprobado que teníamos razón, pero tampoco es bueno, me hubiera gustado no tener razón y que se hubiera cumplido con el tratado".
Fernández acotó que pese al conflicto y al fallo de la La Haya, Argentina y Uruguay seguían manteniendo sus relaciones y su cariño mutuo, así como también lo acontecido servía para implementar nuevos mecanismos de control.
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