Radio Progreso
Desde la espiritualidad ignaciana y la opción preferencial por los sectores pobres y vulnerables teniendo como base el evangelio de Jesús, la Compañía de Jesús cumple 75 años de Misión Apostólica en Honduras.
Los primeros sacerdotes en llegar a estas zonas caracterizadas por las bananeras y las montañas fueron jesuitas estadounidenses quienes llegaron como una extensión de la misión que se tenía en Belice. Luego llegaron los jesuitas españoles a inicios de los años setentas con un gran nivel de empoderamiento de los documentos de Medellín (La teología de la liberación).
La Compañía de Jesús es una orden sacerdotal de la iglesia católica. Sus integrantes son popularmente conocidos como “jesuitas”. Fue fundada por el español San Ignacio de Loyola en 1540, y está presente en 127 países y en todos los campos de la sociedad.
Hoy, 31 de julio, se celebra la fiesta de San Ignacio de Loyola, quien falleció este día en 1556. Es por eso que todo julio es considerado como el mes ignaciano en las diferentes obras de la Compañía de Jesús.
A Honduras, la primera misión jesuita llegó en 1946 y se asentó en Minas de Oro, Comayagua, luego llegaron a la ciudad de Yoro, Olanchito y El Progreso, para luego extenderse al departamento de Colón. Llegaron con una modalidad de trabajo sencillo, humilde, básicamente de acompañamiento pastoral entre los campesinos, indígenas, hombres y mujeres pobres.
Y esta característica ha permanecido en Honduras y el resto de Centroamérica. Sin embargo, esto ha permitido que desde las fuerzas represivas de los Estados, a muchos jesuitas se les haya perseguido y asesinado por calificarlos de subversivos o comunistas, cuando su único delito ha sido defender la justicia y los derechos humanos.
Los jesuitas en el mundo han encarnado el cristianismo de múltiples caras a las que desde el año 2013 se le añade una más: la dignidad papal. El papa Francisco, jesuita argentino, está imprimiendo nuevos horizontes dentro de la Iglesia. Tenemos que ser «una Iglesia pobre y para los pobres”, ha manifestado en reiteradas ocasiones.
Retos de la Compañía de Jesús
El sacerdote jesuita Gregorio Vásquez, Párroco de la Parroquia San Isidro Labrador en Tocoa, Colón, destacó que la opción preferencial por los sectores pobres y vulnerables es el reto principal que portan cada día los jesuitas desde sus diferentes obras. Desde su lucha por los derechos humanos, la justicia y la igualdad.
Indicó que el trabajo de los jesuitas se desarrolla en ámbitos muy diversos. Se destaca desde la dedicación al mundo de la educación en colegios y universidades, la acción social al servicio de los sectores más pobres y vulnerables, el trabajo intelectual en el campo de la cultura, la teología y la ciencia, o el acompañamiento espiritual, entre otros.
En la actualidad hay muchos desafíos apostólicos para la iglesia y en especial a la Compañía de Jesús. Y estos desafíos los va colocando la misma realidad hondureña. Desde los vicios dictatoriales, de injustica, de corrupción, impunidad y un sistema injusto que mantiene a la mayoría de la población sumida en la pobreza y la miseria.
El padre Vásquez indicó que, la iglesia tiene que ir dando respuestas a esta realidad desde la perspectiva evangélica. Desde el binomio de la fe y la justicia. Y el caso de la Compañía de Jesús, manifestó que las actuales “Preferencias Apostólicas Universales” son las que marcan el quehacer de los jesuitas, en cuatro áreas vitales en la situación actual del mundo:
1. El discernimiento y los Ejercicios Espirituales: Ayudar a las personas a encontrar a Jesucristo y seguirle. 2. Caminar con los excluidos: Caminar con los pobres, los vulnerables, los excluidos y aquellos que la sociedad considera indignos, en una misión de reconciliación y justicia.
3. Cuidar de nuestra casa común: Trabajar, con profundidad evangélica, para proteger y renovar la Creación de Dios. 4. Acompañar a los jóvenes en el camino: Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro lleno de esperanza.
Obras Jesuitas en Honduras
Actualmente la Compañía de Jesús tiene presencia en tres parroquias de la zona norte hondureña: la parroquia San Ignacio de Loyola en El Progreso; la Parroquia Santiago Apóstol del municipio de Yoro y la parroquia San Isidro de Tocoa, Colón.
La Compañía de Jesús también desarrolla en Honduras un trabajo educativo a través del Instituto San José y tres colegios técnicos; el Instituto Loyola, Jesús Nazareno y el Bandeiras, ubicados en El Progreso, y manejados por Fe y Alegría. También se le apuesta a la cultura desde el Teatro La Fragua, ubicado también en la ciudad ribereña.
Otra gran obra es el Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación, ERIC-SJ, que tiene 41 años de existencia y complementa la labor social de los jesuitas con una presencia mayoritaria entre los sectores más pobres de Honduras, desde esta obra se hace análisis, comunicación e investigación, todo al servicio del pueblo.
Radio Progreso, que en diciembre de este 2021 cumplirá 65 años, es una obra de la Compañía de Jesús. Es una emisora promotora de alegrías y de acompañamiento a la población a través de la música, la información y el análisis.
Con una sociedad marcada entre la riqueza de unos pocos y la miseria de muchos, los jesuitas en Honduras siguen con su opción preferencia por los más empobrecidos y trabajando por la justicia del Reino, al tiempo que ayudan a que la voz de los pobres instruya a la Iglesia acerca del Evangelio, utilizando la riqueza de la fe popular y de las culturas de los pueblos.
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