Por Aram Aharonian *
Siguiendo la teoría del tero y mientras sigue agrediendo a Cuba con el bloqueo, el Departamento de Estado de EE.UU. emitió un comunicado para reclamar que Cuba respete “derechos y libertades”.
El tero es una pequeña ave zancuda de unos 35 centímetros de largo, que abunda en los campos de Sudamérica, aunque me dicen que también se halla en Costa Rica. Suele usar otros alias, o nombres de guerra, como avefría, alcaraván, pellar, queltehue. Cuida a sus huevos o crías en parejas: uno se mantiene alerta en el suelo cuidando a las crías, mientras el otro vuela en dirección de la amenaza y con una vocalización estridente y vibrante canta su terotero lejos del nido, distrayendo al depredador. Grita tero en una parte, y tiene en otra el nido.
Mientras las fuerzas de seguridad colombianas asesinaban y torturaban a la población para detener el estallido social, mientras mercenarios colombo-estadounidenses asesinaban al presidente haitiano Jovenal Möise, el tero estadounidense prefirió atacar a Cuba, montado en unas reales manifestaciones de protesta en la isla, reafirmando que como castigo sostenía las 243 medidas en contra de la mayor de las Antillas.
El bloqueo estadounidense contra Cuba no sólo es expresión de una postura intervencionista e imperialista, sino que, en la medida en que causa graves sufrimientos y penurias al conjunto de la población cubana, constituye un castigo colectivo tal y como se define en el artículo 33 de la Convención de Ginebra y es, por lo tanto, un crimen de lesa humanidad.
Siguiendo la teoría del tero y mientras sigue agrediendo a Cuba con el bloqueo sesentón, el Departamento de Estado de EE.UU. emitió un comunicado para reclamar a Cuba que respete “derechos y libertades” de sus ciudadanos tras las protestas que se dieron durante este mes en ese país, con el que consiguió alinear a algunos países de la región como Brasil, Colombia, Ecuador, Honduras y Guatemala, faltaba más.
La declaración no fue firmada por algunos de los principales aliados de EEUU, como Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Japón y España, a pesar del entusiasmo que mostraron por colaborar con el presidente demócrata Joe Biden. Todos estos países han votado en la ONU a favor del fin del bloqueo estadounidense a Cuba. De hecho, la Asamblea General de la ONU condenó, a fines de junio, por abrumadora mayoría y por vigésimo novena vez la brutal medida impuesta contra la isla desde 1962.
Por su parte, el presidente argentino Alberto Fernández reafirmó la política de no intervención en terceros países y recordó que en las últimas dos reuniones del G-20 pidió «que se terminen los bloqueos en el mundo, porque cuando bloquean a un país bloquean a una sociedad, y eso en los menos humanitario que existe». «No hay nada más inhumano en una pandemia que bloquear a un país», sentenció.
Lo que el gobierno de Estados Unidos llama embargo –y que está codificado en diversas leyes y órdenes ejecutivas de los sucesivos gobiernos de Washington– afecta a innumerables empresas de todo el mundo y hasta a compañías estadounidenses deseosas de invertir y hacer negocios –también- en la isla.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador planteó que Biden debe tomar una decisión al respecto del bloqueo contra Cuba y dijo que hay que separar lo político de lo humanitario. Y anunció el envío de dos buques de la Armada de México con oxígeno, alimentos y medicinas, ya que consideró inconcebible que se quiera castigar a un país independiente con un bloqueo.
Propuso, como una medida inicial, que Washington permita el envío de remesas de residentes en ese país a familias en la isla: no se pueden bloquear los envíos de recursos, porque ni siquiera es dinero del gobierno.
Obviamente, la política definida hace 200 años no funciona, no es buena para nadie; ya no tiene que haber invasiones, anexiones, bloqueos, sino cooperación para el desarrollo entre todos los pueblos. López Obrador señaló que hay que ser solidarios frente a esta situación de bloqueo que quiere someter políticamente al pueblo y al gobierno de Cuba. No basta con votar cada año en la Organización de Naciones Unidas contra el bloqueo.
El ministerio de las colonias
Frente a la insolencia e injerencia de Estados Unidos, repetida por el “demócrata” Joe Biden, crecen las voces contra su ministerio de las colonias, la Organización de Estados Americanos (OEA). El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, propuso reemplazarla por otra entidad continental verdaderamente autónoma, adaptada a la nueva realidad regional.
Luis Arce, presidente de Bolivia, expresó su apoyo a la idea cde un nuevo organismo continental “que exprese los equilibrios regionales, respete la autodeterminación de los pueblos y no dé cabida a la hegemonía de un solo Estado”.
En presencia de los cancilleres de América Latina y del Caribe reunidos (virtualmente) para rendir homenaje a Simón Bolívar en el 238 aniversario de su natalicio, que la política injerencista y neocolonialista de Washington hacia América Latina, impuesta hace más de dos siglos, está agotada, no tiene futuro ni salida y ya no beneficia a nadie, y elogió la resistencia del pueblo y del gobierno cubanos en la defensa de su soberanía.
Durante el gobierno de Barack Obama –donde Biden era vicepresidente– las relaciones con Cuba experimentaron una marcada distensión, restablecieron relaciones diplomáticas formales y algunas de las disposiciones del bloqueo quedaron sin efecto, pero Donald Trump, no sólo revirtió esa distensión, sino que reforzó el bloqueo con 240 medidas hostiles adicionales que causaron un perjuicio de unos cinco mil millones de dólares a la ya alicaída economía cubana.
El proteccionista y conservador Biden, más interesado en retener los votos de los cubanoestadounidenses de Florida, ha decidido seguir la línea de Trump en lo que a Cuba se refiere. Y empecinarse en esa agresividad es moral, política y económicamente desastroso, pero no sólo para Cuba sino para el propio gobierno estadounidense que trató de invisibilizar la populosa manifestación a pie desde Miami hasta Washington para exigir, en nombre de cubanos residentes en Estados Unidos, el cese del bloqueo.
Obviamente, el gobierno constitucional boliviano está decididamente en contra de la administración de Luis Almagro como secretario general de la OEA, en particular por su controvertido papel en el informe preliminar de la organización sobre las elecciones de octubre de 2019 en Bolivia, que fue decisivo para abonar la teoría de que había existido fraude y provocó el derrocamiento de Evo Morales.
Casuales casualidades
El avión privado de la empresa dominicana Helidosa (siglas HI949) que usaron el 21 de mayo para trasladar a los organizadores colombianos y estadounidenses del magnicidio del presidente de Haití Jovenal Moïse la madrugada del 7 de julio, fue el mismo que llevó hasta Barbados al exdiputado opositor venezolano Juan Guaidó, un “presidente interino” made in Washington, que hoy pocos recuerdan.
El Cessna Citation Mustang de cuatro puestos también fue usado para transportar a la primera dama de Haití (y ahora viuda) Martine Moïse, a su salida de una clínica en Miami hasta su país natal, luego que fuera atacada durante el asesinato de su esposo. Este avión ejecutivo se convirtió en una de las pistas clave para resolver el crimen.
La compañía de aviación Helidosa, propiedad del excandidato presidencial dominicano Gonzalo Castillo, admitió los servicios de traslado de los mercenarios y el de la viuda, reseñó el portal La Tabla, que reveló las imágenes del viaje que trasladó al financista ecuatoriano Walter Veintemilla, al médico haitiano Christian Sanon, al exmilitar colombiano Arcángel Pretel Ortiz y al contratista venezolano Antonio Intriago, dueño de la empresa CTU Security, señalada de contratar a los exmilitares colombianos.
Pero lejos de reconocer la participación de militares colombianos tanto en el intento de invasión a Venezuela (Operación Gedeón) como en el magnicidio de Moïse, junto a mercenarios estadounidenses, el presidente de Colombia Iván Duque pidió a EEUU declarar a Venezuela país promotor del terrorismo por la supuesta protección a los rebeldes disidentes que presuntamente dispararon contra el helicóptero de Duque el 25 de junio, operación que algunos califican de falsa bandera. Otro grito del tero.
“Claramente esa anuencia del régimen dictatorial de Venezuela amerita una declaratoria de Estados Unidos”, solicitó Duque durante un acto en el que participó el embajador estadounidense en Colombia, Philip Goldberg, faltaba más. Estados Unidos considera países patrocinadores del terrorismo a Irán, Corea del Norte, Siria y, recientemente, volvió a incluir a Cuba.
Los que gritan cerca del nido, es porque los protegen, y no corren peligro de que sin nido los dejen, decía Marcos Velázquez en su Terotero.
*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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