Radio Progreso
Los promotores de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, ZEDE, argumentan que dichos proyectos se están impulsando con el objetivo de generar empleo y desarrollo, y los que se oponen es porque no desean que el país salga adelante.
Sobre el tema, la Conferencia Episcopal de Honduras, a través de una declaración al Pueblo de Dios el pasado 28 de julio, sentó su posición en contra de las ZEDE y demandó su derogación. ¿Significa esto que los Obispos de Honduras están en contra del desarrollo?
“De ninguna manera, sería algo que iría en contra de nuestra misión. El desarrollo humano, integral y sostenible es algo que siempre ha sido sostenido por todos los Papas, por Aparecida, por Puebla, por Medellín, las grandes conferencias latinoamericanas”, dijo en Radio Progreso, Monseñor Guido Charbonneau, Obispo de la Diócesis de Choluteca.
Explicó que en la Encíclica del Papa Pablo VI, “Populorum Progressi”, por el Progreso de los Pueblos, hablaba y promovía el paso de una sociedad menos desarrollada a una sociedad más desarrollada, progreso para todos.
Citó también la encíclica del Papa Francisco, “Fratelli Tutti”, donde nos muestra que debemos ser y sentirnos todos hermanos. “Estamos de acuerdo con el desarrollo, pero no cualquier desarrollo, sino un desarrollo para todos los pueblos sin atentar contra la naturaleza”, dijo Monseñor Charbonneau.
Radio Progreso (RP) dialogó con Monseñor Guido Charbonneau (GC) sobre el posicionamiento de la Iglesia Católica frente a las ZEDE.
RP. Choluteca está en la mira de las ZEDE, ¿cómo lo han tomado ustedes?
GC. Lo hemos tomado, al principio con bastante sorpresa porque los habitantes de la parroquia de San Marcos de Colón han aprendido que estaba en construcción una ZEDE, la gente pensaba que era como una empresa agropecuaria como muchas que existen en el sur del país, nadie estaba en contra, pero se sorprendieron mucho cuando aprendieron lo que era una ZEDE.
RP. ¿Cómo reaccionaron al enterarse?
GC. Los sacerdotes, los agentes de pastoral, los delegados de la palabra comenzaron a reaccionar y nos comunicaron eso a los sacerdotes de la Diócesis y también a Cáritas que es un brazo de apoyo de la Pastoral Social, entonces empezamos a reaccionar. A pesar de que esta ley de las ZEDE existe desde 2013, estaba un poco inactiva, nadie le hacía caso, pero ahora que está despertándose eso, pues nos pusimos “aguja” como se dice.
RP. ¿Qué les preocupa a los Obispos?
GC. Dos o tres cosas o más. Vemos que estas Zonas de Empleos y Desarrollo Económico no van a beneficiar a la mayoría de la población pobre. Dicen los de la ZEDE que van a promover empleo, eso es lo mismo que ofrece la minería, las hidroeléctricas y uno ve que no se benefician de esto y queda cada vez más pobre. Otra cosa que nos preocupa es la creación de mini Estado dentro de un Estado, porque es crear otras instituciones y debilitar las que tenemos. Y vemos también que hay gente que hace lo que quiere con nuestra Constitución.
RP. ¿Qué le dicen al Gobierno que insiste en las ZEDE?
GC. En nuestra declaración, en el mensaje al Pueblo de Dios que hicimos los Obispos, hemos tratado de llamar la atención para que se pueda reconsiderar este proyecto, y lo que pedimos es que se derogue esta ley, se derogue lo que se ha hecho en la Constitución para implementar las ZEDES, es un poco radical, pero no vamos por buen camino con la instalación de estas ZEDE.
RP. Y al Congreso Nacional y al Poder Judicial, ¿cuál es el mensaje de la Iglesia Católica?
GC. Hemos dicho que ha llegado el tiempo para que ellos demuestren si quieren o no el bienestar de la población. Que demuestren para qué fueron elegidos y a quien representan realmente. A los miembros de la Corte Suprema de Justicia les hemos pedido que no se presten al juego político del Congreso Nacional, que mantengan su independencia no plegándose a intereses contrarios al bien de la República.
RP. ¿Cómo ha recibido la feligresía católica el mensaje de los Obispos?
GC. He escuchado en Choluteca que ha sido bien recibido, y pienso que se necesitaba ese apoyo de la Conferencia Episcopal a esta causa justa. Los agentes de pastoral estamos concienciando a nuestra gente porque hay muchos que ignoran lo que pasa. En la zona sur en general, la población está en contra del proyecto. Hay gente interesada en el proyecto, puede ser que tengamos diálogos con ellos también para escuchar lo que van a decir.
Los que promueven las ZEDE en San Marcos de Colón han tenido acercamientos con la gente tratando de presentar los beneficios, que, según ellos, van a aportar las ciudades modelo. Es bueno escuchar otras voces, pero no fiarse de promesas que no se van a cumplir.
RP. ¿Se han acercado al Obispado los promotores de la ZEDE?
GC. Me han pedido una cita para esta semana, pero yo tengo otros compromisos, posiblemente la otra semana me harán una visita, no los voy a recibir solo, habrá gente de Cáritas y otras que conocen bien la ley, y que podamos dialogar como seres humanos, como gente razonable pero haciendo valer nuestro punto de vista y ellos también expondrán su punto de vista, no sé si vamos a legar a un consenso pero sí a un diálogo que haga ver la posición no sólo de la Iglesia sino también de la Plataforma del Sur.
RP. ¿El país necesita debate y diálogo?
GC. Creo que sí. El debate honrado, racional y con los argumentos, no usando la violencia. El diálogo, el Papa, lo promueve a cada rato, es un camino que nos puede llevar a una solución, pero cuando es una imposición de un cierto sector, de un gobierno, eso no va de acuerdo con la democracia.
RP. ¿Están los Obispos en contra del desarrollo?
GC. De ninguna manera, sería algo que iría en contra de nuestra misión. El desarrollo humano, integral y sostenible es algo que siempre ha sido sostenido por todos los Papas, por Aparecida, por Puebla, por Medellín, las grandes conferencias latinoamericanas.
En la Encíclica del Papa Pablo VI “Populorum Progressi”, por el Progreso de los Pueblo, hablaba y promovía el paso de una sociedad menos desarrollada a una sociedad más desarrollada, progreso para todos. El Papa Francisco nos escribió una Encíclica “Fratelli Tutti”, donde nos muestra que debemos ser y sentirnos todos hermanos. Estamos de acuerdo con el desarrollo, pero no cualquier desarrollo, sino un desarrollo para todos los pueblos sin atentar contra la naturaleza.
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