Hablar de derechos humanos en Centroamérica se ha vuelto tan controversial como lo fue en los años del confl icto armado en las décadas pasadas. Por eso es necesario un informe sobre el estado actual de los derechos humanos, pues hay mucho por resolver urgentemente en este campo ahora y para los años próximos. Hay quienes no quieren oír de "derechos humanos," como si fuera una "espina" que quieren quitar y desechar, porque duele.
Nuevamente para la Federación Luterana Mundial en Centroamérica es un privilegio colaborar en la elaboración de este informe. El mismo es producto de una red centroamericana de entidades expertas y comprometidas en la promoción y defensa de derechos humanos. Cada institución de los seis países de Centroamérica y Panamá parte de una óptica desde las bases de la sociedad, población que sigue sufriendo abusos de sus derechos, pero al mismo tiempo nunca deja de luchar para que sus derechos se respeten.
¿Por qué el respeto a los derechos humanos es un tema controversial? El respeto universal a los derechos humanos fundamentado en inspiradas declaraciones internacionales suena simple. ¿Quién en teoría no está de acuerdo en que hay que respetarlos? Este informe señala hechos concretos, tendencias, y poderes que van en contra del cumplimiento pleno de los derechos humanos en la región, pues, de la teoría al hecho, hay mucho trecho.
Existen "espinas" en una injusticia estructural evidente en la pobreza marcada en barrios marginados de las ciudades y en las aldeas más apartadas en montañas y llanuras de nuestras sociedades; en la falta de servicios públicos; en la corrupción e incapacidad de instituciones gubernamentales y empresas privadas; en poderes fácticos que afectan a todos y todas y circunscriben la posibilidad de un desarrollo humano íntegro para todos y todas sin distinción; en un golpe de Estado que hace recordar que hay poderes sociales, económicos, políticos y militares que jamás van a querer perder sus privilegios.
Para quitar las "espinas" hay que verlas de cerca y hacer el esfuerzo preciso para erradicarlas. En el contexto actual de Centroamérica, identificar las espinas y querer erradicarlas requiere valentía, visión y compromiso. Los hombres y mujeres de las entidades que contribuyen a este informe exudan estas características; creen que es posible construir un mundo mejor y lo van haciendo día tras día. Denuncian las violaciones de derechos humanos, capacitan comunidades enteras para conocer y defender sus derechos y mantienen en alto los principios universales de dignidad para todas y todos.
Damos gracias a Dios por ellos y ellas, y le pedimos su protección y fortaleza. Nos unimos a ellos y ellas en "comunión" (común unión) Luterana y ecuménica, para lograr el objetivo del respeto pleno de los derechos humanos universales. Seguramente vamos a tener que volver a hacer lo mismo el próximo año, pues la lucha continua y los desafíos son grandes. Juntos esperamos contribuir a corto y largo plazo en la construcción de un mundo de justicia, paz y bienestar para todas y todos.
Bendiciones a todas y todos los que trabajan para identificar y erradicar las "espinas" de la injustica, y contribuyen a la sanación de las heridas de las violaciones.
Sinceramente,
Revdo. Philip G. Anderson (Felipe)
Representante Regional en Centro América
Federación Luterana Mundial
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Lea el documento en su versión íntegra.
* Grupo de Apoyo Mutuo
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