Que los pueblos del mundo que han rechazado el retroceso de Honduras provocado por el golpe de Estado, sean testigos de los atentados terroristas que ejercieron los aparatos de seguridad del estado en contra de la vida y la cultura el pasado 15 de septiembre de 2010 en la ciudad de San Pedro Sula.
Un principio fundamental del arcaico fascismo es una sumisión de la razón a la voluntad y la acción que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos.
Base intelectual que empíricamente efectúa la continuación del gobierno espurio en Honduras y firmo con sangre el pasado 15 de septiembre en la ciudad de San Pedro Sula al reprimir primitivamente al pueblo pacífico sampedrano, que esperaban escuchar la música liberada del grupo musical café Guancasco, cuya trayectoria es reconocida internacionalmente.
Café Guancasco es una agrupación artística que han resistido valientemente los mandatos fascistas de la retrograda burguesía que domina al gobierno de facto de la actual administración, cuya herencia golpista emite un fuerte hedor a gas lacrimógeno, represión, sangre, heridos, censura, asesinato y persecución de periodistas que se resisten a involucionar la historia de Honduras.
Con un claro mensaje que la independencia de Honduras es un artilugio que la burguesía terrorista de Honduras coloca a su antojo, también se confirmó que la emancipación es inexistente, puesto que la libertad de expresarse a través de las disciplinas artísticas como bien lo hace Café Guancasco, es un delito, para aquellos fanáticos del fascismo hitleriano que dejó millones de asesinatos en el siglo pasado.
Era Post golpe
La destrucción de los instrumentos de la resistente banda Café Guancasco como si una guitarra o una batería fueran a propiciar un asesinato como bien lo hacen las armas que utilizan el ejército hondureño y la Policía Nacional, es una característica que evoca a la locura y el odio contra los ciudadanos que repudian la era post golpe de Estado que a cada segundo se transforma en una guerra de baja intensidad que persigue a los que se oponen a sus mandamientos dictados del más puro fascismo.
Ese uniforme azul o verde olivo que visten los que se hacen llamar la seguridad nacional será recordado en la historia de Honduras con un tinte oscurecido por la sangre de quienes han muerto por la liberación de la patria de estos traidores evolucionados en irracionales animales.
Ante estos estorbos para rescribir la nueva historia de Honduras, los hondureños caminan victoriosos, puesto que están redactando los hechos que enaltecen al corazón de América como un país valiente que volvió a nacer después del 28 de junio de 2009.
La partera
Café guancasco conforman esta nueva era a través de los sonidos rebeldes que emiten en sus presentaciones públicas, sembrando así esa nueva identidad que está forjando al nuevo hondureño.
La contribución cultural que hace esta banda, desafina el oído de los terroristas burgueses y sus lacayos burócratas, cuyo analfabetismo cultural brilla cuando mandan a sus jaurías de “gorilas” ha atacar un movimiento que es indetenible. Lo que demuestra su incapacidad de responder como seres racionales a la fuerte masa que se opone a su salvajismo. Sin embargo los pensamientos del filosofo y revolucionario alemán Federico Engels pueden tomar forma en Honduras, cuando afirmó que: “La violencia es la partera de la historia”.
Fuente: http://morazanresiste.blogspot.com/
Fuente: http://www.desacato.info/
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