lunes, 20 de septiembre de 2010

La línea del miedo

Pascual Serrano

El periodista italiano autor del videoblog www.byoblu.com Claudio Messora, Premio Agenda Roja y XXXI Premio Ischia Internacional de Periodismo, hizo un análisis de la cobertura informativa de las noticias sobre delincuencia en su país. Para ello utilizó un recuento de las noticias sobre sucesos criminales aparecidas en los telediarios italianos durante el quinquenio 2005–2009, elaborado por el Observatorio de Pavia.
Messora observó que durante el último gobierno italiano de centroizquierda de Romano Prodi el número de delitos experimentó un ligero descenso, pero la percepción de inseguridad aumentó 15 puntos, hasta situarse en un 53%. Eso se debió, según el analista, “a que las televisoras escenificaron magistralmente un espectáculo de ilusionismo, transformando la rutina de la delincuencia normal en una película de terror digna de los mejores guionistas”. Después, como por arte de magia, con la aparición del gobierno Berlusconi, los canales de televisión dejaron de dar noticias sobre la pequeña delincuencia.

El analista elaboró el siguiente gráfico:


La línea roja muestra las noticias sobre sucesos criminales, la línea azul describe la evolución real de los delitos y la línea amarilla muestra la percepción que tuvieron los italianos de dichos delitos, lo que Messora bautiza como la “línea del miedo”.

El analista italiano explica que “los delincuentes son un fácil espantajo, siempre a mano para asustar a los ancianos, los empleados sencillos y las amas de casa. Es el equivalente mediático del coco”. Eso explicaría, según él, que los informativos italianos dedicasen el doble de tiempo que el resto de los europeos a robos, atracos, trifulcas y otros actos delictivos.

Cualquiera puede comprender que Venezuela y sus medios privados están viviendo una situación similar, también sucedió en Argentina hace años, la oposición y los medios recurrieron de forma desmedida al problema de la delincuencia para embestir contra el gobierno de Néstor Kirchner.

No se trata de negar o ignorar el problema de la delincuencia, sin duda es una tragedia, pero sí de denunciar su utilización miserable y desinformativa como arma política. El gráfico de Messora es una prueba elocuente.

No hay comentarios: