domingo, 5 de septiembre de 2010
El hondureño emigra porque el Estado lo obliga
Vos el Soberano
Mauricio Varela Bardales
En memoria de los 21 hondureños asesinados en México en agosto de 2010 y de otros tantos miles que han muerto a través de los años intentando huir de este país
La migración humana es todo aquel desplazamiento que hacen las personas de un lugar a otro con el fin de establecer un nuevo domicilio y mejorar sus condiciones de vida. Históricamente se han dado enormes desplazamientos humanos por motivos geográficos, sociales y económicos y siendo esta una actividad natural del comportamiento humano vemos como hoy en día estos motivos siguen siendo las mismas causas de la migración.
Honduras ha sido un país ultrajado por una raza política salvaje que ha legislado en su favor y de grupos económicos que financian sus campañas. Es así como han saqueado las arcas del estado destruyendo cualquier posibilidad de tener un pueblo sano y educado. Y estas condiciones inhumanas nos conducen a un estado anárquico, sin orden ni ley provocando así un clima permanente de violencia sin respeto a la vida, ni a la moral. Y por si fuera poco, también coexistimos con una mafia de grandes empresarios que compran conciencias de diputados, jueces, fiscales y funcionarios con el único fin de verse beneficiados eternamente con concesiones de los recursos estatales sin pagar nada a cambio. Todo esto genera el éxodo masivo de hondureños fuera de las fronteras del país. A tal grado que hay cifras que indican que 4.5 millones de hondureños viven en la pobreza (causada por estos grupos mencionados) y de estos tratan de emigrar al menos 200 ciudadanos por día.
Y es que la emigración en de Honduras debe verse como una huida colectiva del peor país de Latinoamérica, es un instinto natural de sobrevivencia escapar de esta triste realidad y sus consecuencias son graves para lo que queda de sociedad civilizada viviendo acá. Pues esto produce una terrible desintegración familiar, con la deserción de padres de familia que dejan atrás a hijos e hijas sin esas figuras paternas y maternas y que buscan sus sustitutos en el hampa callejero. Al perder la disciplina familiar es casi natural que haya deserción escolar y fomento a la incultura y la ignorancia. Además hay que mencionar que muchos sin principios morales, ni educación formal, ni respeto por la sociedad, ni por los individuos llegan a otros países a perfeccionar sus técnicas delincuenciales y una vez deportados regresan a transmitirlas aumentando el crimen organizado en un país sin investigación criminal y con un sistema judicial casi inexistente.
Sin embargo el estado hondureño ve la migración humana como un negocio, pues es la fuente de divisas más importante del país reportando más de 2 mil quinientos millones de dólares anuales y en lugar de crear condiciones adecuadas en el país, fomenta la estampida hacia el norte. Y así vemos como es prioritaria la aprobación del Estatus Temporal de Permanencia (TPS) o la de conseguir empleos temporales en plantaciones agrícolas en el oeste gringo. Es decir que desde hace unos 40 años el estado hondureño lejos de tutelar el bienestar de sus ciudadanos en el país, ha promovido que se vayan y envíen las remesas familiares para sostener una economía manipulada mientras unos pocos se agencian los fondos gubernamentales.
Por lo tanto es el estado el mayor culpable de las tragedias que viven nuestros compatriotas en esas aventuras migratorias, todas las violaciones, asesinatos, mutilaciones y vejámenes. Es el estado quien debe velar por el bien común, de crear las condiciones mínimas de trabajo, de acceso a la educación y salud para que sus habitantes. Deben de dar tregua a este pueblo y buscar un equilibrio social en el que existan más oportunidades para los que han sido oprimidos históricamente, mas justicia que encarcele a los que le roban al pueblo, mayor transparencia en los asuntos de gobierno, mayor participación ciudadana en las decisiones de estado, respeto a los derechos humanos, más cuidado a nuestros niños y niñas, libertad de expresión, apertura al arte y la cultura, protección al medio ambiente y una real conciliación nacional.
Es hasta ahora que han asesinado a por lo menos 21 hondureños en México es que se llama la atención de las autoridades y con un cinismo pasmoso reciben a estos hondureños con honores, figurando ante las cámaras, sin que tengan la mas mínima idea de las vicisitudes que pasaron estos hondureños muertos y sus familias por huir de sus políticas inhumanas.
Y es por eso que causa indignación que el régimen actual (al igual que los anteriores) exija justicia a otros estados, si han sido ellos los que han negado el bienestar de nuestros conciudadanos obligándolos a emigrar, son ellos los que deben ser juzgados por ser los creadores de la miseria en que vivimos, es el sistema carcomido por la corrupción el que no permite vivir en este país, es la hipocresía política, empresarial y hasta eclesiástica la que nos mantiene en una sociedad desigual. Basta de desintegrar a nuestras familias y conducirlos al patíbulo de la migración ilegal.
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