Si bien dicen que en esta ocasión "ejercitarán la estrategia, la tecnología y el procedimiento del combate antisubmarino", esos ejercicios son realmente una operación de ataque preventivo, señala un comentario del diario Rodong Sinmun.
Añade que con esas maniobras Washington y Seúl pretenden entrenar y completar también los métodos de combate y el orden de acciones militares contra este territorio.
El periódico denuncia que las autoridades surcoreanas engañan a la opinión pública al ocultar el carácter agresivo y peligroso de los ejercicios con frases como "detener la provocación del Norte" y "dar una señal clara".
Según se informó, en esas operaciones de cinco días frente a la costa occidental de la península, Estados Unidos participará con los destructores USS Curtis Wilbur y USS Fitzgerald y un submarino de ataque rápido.
Surcorea lo hará con cuatro destructores, un submarino, fragatas de alta velocidad y aviones P-3C, entre otros medios de guerra.
Estas maniobras se sumarán a las Ulji Freedom Guardian, de 11 días y concluidas el 26 de agosto, por lo cual Pyonyang las considera una grave provocación militar que perturba la paz y lleva la situación al borde de la guerra, de acuerdo con el citado comentario.
Las tensiones en la región se incrementaron luego del hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan en marzo, suceso que Surcorea y Estados Unidos atribuyeron a la RPDC. Esa última rechazó las acusaciones y pidió enviar expertos para investigar los hechos en el lugar, pero la solicitud fue denegada.
Como parte de las presiones contra Corea Democrática, a finales de julio pasado Washington y Seúl efectuaron operaciones similares con la participación de 20 barcos, incluido el portaaviones USS George Washington, 200 naves aéreas y ocho mil efectivos.
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