martes, 15 de diciembre de 2009
Zelaya, ¡No haga acuerdos con Lobos!
Alainet
Por Juan Colmenares
El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, recibió órdenes de Estados Unidos a través de Graig Kelly. El punto central es aprovechar la necesidad de Zelaya de salir de la embajada brasileña para activar la comunidad internacional y lograr de Zelaya el reconocimiento de las elecciones al hacer cualquier acuerdo con Lobo, no importa lo que hablen, aceptar reunirse con Lobo es ya 50% de ese reconocimiento.
De la misma forma que el gobierno de unidad fue una misión dada por Estados Unidos a Micheletti a través de Shanon. Esa misma propuesta se continúa hoy, pero esta vez tiene el significado de reconocer la elección de Lobo.
¿Caerá Zelaya otra vez en las trampas diplomáticas de EUA para consolidar el golpe militar en Honduras?
Zelaya perdió la oportunidad legal, que todavía tiene, de invalidar la imposición de Micheletti como dictador de Honduras al exigir que cambie su estado de “ausencia absoluta”. Pues esa ausencia absoluta nunca existió y fue solo una ausencia involuntaria y en violación de la constitución de Honduras que prohíbe la expatriación de cualquier ciudadano hondureño.
Este es un punto central en la imposición de Micheletti, porque no se podía dejara Honduras sin gobierno al desaparecer “absolutamente” Zelaya.
También Zelaya perdió la oportunidad de impugnar su supuesta carta de renuncia e invalidarla.
Y Zelaya nunca se declaró inocente de la violación al art. 239 de la Constitución, lo que se interpreta como que el que calla otorga. Cada vez que se hiciera una acusación legal tan seria como la de cometer un crimen de traición a la patria o la violación de la Constitución la respuesta siempre debió ser inmediata, clara y contundente: Zelaya jamás violó la Constitución y jamás traicionó a su patria. Las asambleas constituyentes son recursos legales y la única prueba que tienen de que Zelaya “propuso” la terminación de los artículos pétreos es un video que ha circulado ampliamente y en el cual Zelaya promete que la reelección será parte de la Constituyente, pero esa promesa no es una propuesta. Que Zelaya esté en desacuerdo con algún artículo pétreo no es jamás una propuesta. Impulsar la Asamblea Constituyente no es ilegal. Los golpistas usaron un ejemplo dado por Zelaya como cuerpo de un delito que Zelaya jamás cometió.
Zelaya debe mostrarle al mundo que la Constitución de Honduras es contradictoria no pueden existir castigos automáticos inmediatos si al mismo tiempo se prohíbe que cualquier hondureño sea sentenciado sin juicio y sin haber ejercitado su derecho de defensa.
No es una corte menor como la de Letras y lo Contencioso la que dirime asuntos de carácter constitucional y anticonstitucional del presidente, eso es terreno exclusivo de la Corte Suprema de Justicia de acuerdo a la Constitución.
La Corte Suprema de Justicia jamás trató el caso de Zelaya, simplemente aprobó una solicitud subjetiva y especulativa del Fiscal General de la República y autorizó un arresto militar, que enmascaraba el golpe militar. Estos son hechos ilegales que Zelaya debe denunciar al mundo.
La debilidad más grande de Zelaya es su casualidad ante la ley, cuando los golpistas la han estudiado y dominado hasta el punto de saber como torcerla y aún así mantener esa distorsión dentro del marco legal. A Zelaya lo han cogido corto legalmente y legalmente lo han ido sacando de todos sus derechos y prerrogativas con el mayor cinismo y ante la vista ingenua de quienes se supone que estén a la defensa de Zelaya, la ley, la democracia y los mejores intereses para Honduras.
Zelaya debe ser el líder en la defensa de los derechos y beneficios que la actual Constitución le otorga, pues no es una nueva constitución en la que se escudan los golpistas, sino en la actual tergiversada a su manera, conveniencia y beneficio.
Zelaya debe exigir el cumplimiento de la Constitución y mostrarse ante el mundo como el más grande defensor de la actual Constitución de Honduras, porque es la que rige, así haya que cambiarla completamente en el futuro. No fue en el futuro que se dio el golpe militar y la Constitución no admite golpes militares, expatriación ni una “sucesión” que no está escrita en ella.
Con solo defender los puntos enumerados aquí el mundo puede concluir que la Corte Suprema de Justicia no cumplió con la Constitución, ni cumplió con su deber constitucional de procesar a Zelaya como un problema de su incumbencia como el más alto organismo judicial de la república. Por lo tanto los documentos de la Corte son anticonstitucionales, no tienen validez ni credibilidad. Zelaya no tuvo nunca por qué obedecer documentos ilegales, corruptos y malintencionados. De haberlo hecho hubiera violado la Constitución.
Con solo defender los puntos enumerados aquí el mundo puede concluir que el Congreso Nacional de Honduras es corrupto y manipulado por décadas por Micheletti y que el poder ejecutivo de Zelaya fue el centro de una guerra mancomunada de los poderes legislativo y judicial contra el poder ejecutivo, violando todo principio de trabajo independiente, pacífico y de colaboración. El poder ejecutivo de Zelaya no tuvo otra alternativa que moverse protegiéndose al tiempo que avanzando el beneficio de Honduras.
Si Zelaya no hace ningún acuerdo con Lobo, teniendo en cuenta que Lobo no manda sino Micheletti y que cualquier arreglo durante el gobierno de Lobo simplemente legaliza las elecciones al reconocer al elegido, resultado de esas elecciones.
Zelaya tiene la ley de su lado, pero ha regalado el poder de la ley a los golpistas. Ellos se han gozado a Zelaya como se les ha dado la gana. Es hora de que Zelaya comience a poner la ley como su arma de triunfo internacional contra los golpistas de Honduras o de cualquier otro país latinoamericano.
Por Juan Colmenares
El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, recibió órdenes de Estados Unidos a través de Graig Kelly. El punto central es aprovechar la necesidad de Zelaya de salir de la embajada brasileña para activar la comunidad internacional y lograr de Zelaya el reconocimiento de las elecciones al hacer cualquier acuerdo con Lobo, no importa lo que hablen, aceptar reunirse con Lobo es ya 50% de ese reconocimiento.
De la misma forma que el gobierno de unidad fue una misión dada por Estados Unidos a Micheletti a través de Shanon. Esa misma propuesta se continúa hoy, pero esta vez tiene el significado de reconocer la elección de Lobo.
¿Caerá Zelaya otra vez en las trampas diplomáticas de EUA para consolidar el golpe militar en Honduras?
Zelaya perdió la oportunidad legal, que todavía tiene, de invalidar la imposición de Micheletti como dictador de Honduras al exigir que cambie su estado de “ausencia absoluta”. Pues esa ausencia absoluta nunca existió y fue solo una ausencia involuntaria y en violación de la constitución de Honduras que prohíbe la expatriación de cualquier ciudadano hondureño.
Este es un punto central en la imposición de Micheletti, porque no se podía dejara Honduras sin gobierno al desaparecer “absolutamente” Zelaya.
También Zelaya perdió la oportunidad de impugnar su supuesta carta de renuncia e invalidarla.
Y Zelaya nunca se declaró inocente de la violación al art. 239 de la Constitución, lo que se interpreta como que el que calla otorga. Cada vez que se hiciera una acusación legal tan seria como la de cometer un crimen de traición a la patria o la violación de la Constitución la respuesta siempre debió ser inmediata, clara y contundente: Zelaya jamás violó la Constitución y jamás traicionó a su patria. Las asambleas constituyentes son recursos legales y la única prueba que tienen de que Zelaya “propuso” la terminación de los artículos pétreos es un video que ha circulado ampliamente y en el cual Zelaya promete que la reelección será parte de la Constituyente, pero esa promesa no es una propuesta. Que Zelaya esté en desacuerdo con algún artículo pétreo no es jamás una propuesta. Impulsar la Asamblea Constituyente no es ilegal. Los golpistas usaron un ejemplo dado por Zelaya como cuerpo de un delito que Zelaya jamás cometió.
Zelaya debe mostrarle al mundo que la Constitución de Honduras es contradictoria no pueden existir castigos automáticos inmediatos si al mismo tiempo se prohíbe que cualquier hondureño sea sentenciado sin juicio y sin haber ejercitado su derecho de defensa.
No es una corte menor como la de Letras y lo Contencioso la que dirime asuntos de carácter constitucional y anticonstitucional del presidente, eso es terreno exclusivo de la Corte Suprema de Justicia de acuerdo a la Constitución.
La Corte Suprema de Justicia jamás trató el caso de Zelaya, simplemente aprobó una solicitud subjetiva y especulativa del Fiscal General de la República y autorizó un arresto militar, que enmascaraba el golpe militar. Estos son hechos ilegales que Zelaya debe denunciar al mundo.
La debilidad más grande de Zelaya es su casualidad ante la ley, cuando los golpistas la han estudiado y dominado hasta el punto de saber como torcerla y aún así mantener esa distorsión dentro del marco legal. A Zelaya lo han cogido corto legalmente y legalmente lo han ido sacando de todos sus derechos y prerrogativas con el mayor cinismo y ante la vista ingenua de quienes se supone que estén a la defensa de Zelaya, la ley, la democracia y los mejores intereses para Honduras.
Zelaya debe ser el líder en la defensa de los derechos y beneficios que la actual Constitución le otorga, pues no es una nueva constitución en la que se escudan los golpistas, sino en la actual tergiversada a su manera, conveniencia y beneficio.
Zelaya debe exigir el cumplimiento de la Constitución y mostrarse ante el mundo como el más grande defensor de la actual Constitución de Honduras, porque es la que rige, así haya que cambiarla completamente en el futuro. No fue en el futuro que se dio el golpe militar y la Constitución no admite golpes militares, expatriación ni una “sucesión” que no está escrita en ella.
Con solo defender los puntos enumerados aquí el mundo puede concluir que la Corte Suprema de Justicia no cumplió con la Constitución, ni cumplió con su deber constitucional de procesar a Zelaya como un problema de su incumbencia como el más alto organismo judicial de la república. Por lo tanto los documentos de la Corte son anticonstitucionales, no tienen validez ni credibilidad. Zelaya no tuvo nunca por qué obedecer documentos ilegales, corruptos y malintencionados. De haberlo hecho hubiera violado la Constitución.
Con solo defender los puntos enumerados aquí el mundo puede concluir que el Congreso Nacional de Honduras es corrupto y manipulado por décadas por Micheletti y que el poder ejecutivo de Zelaya fue el centro de una guerra mancomunada de los poderes legislativo y judicial contra el poder ejecutivo, violando todo principio de trabajo independiente, pacífico y de colaboración. El poder ejecutivo de Zelaya no tuvo otra alternativa que moverse protegiéndose al tiempo que avanzando el beneficio de Honduras.
Si Zelaya no hace ningún acuerdo con Lobo, teniendo en cuenta que Lobo no manda sino Micheletti y que cualquier arreglo durante el gobierno de Lobo simplemente legaliza las elecciones al reconocer al elegido, resultado de esas elecciones.
Zelaya tiene la ley de su lado, pero ha regalado el poder de la ley a los golpistas. Ellos se han gozado a Zelaya como se les ha dado la gana. Es hora de que Zelaya comience a poner la ley como su arma de triunfo internacional contra los golpistas de Honduras o de cualquier otro país latinoamericano.
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