Zelaya pidió a Brasil y Argentina que gestionaran con México su salida de Honduras, reveló el canciller. Pese a que el gobierno de México hizo la solicitud del salvoconducto a Zelaya, las autoridades de facto se negaron a este trámite ''por la forma en que se solicitó'"
El canciller de Brasil, Celso Amorim, criticó este jueves la negativa del gobierno de facto de Honduras a un pedido de salvoconducto para llevar al presidente constitucional, Manuel Zelaya, a México, al calificarla inaudita ya que no pueden crear condiciones para que el mandatario salga del país
"Esa alegación del gobierno golpista es inaudita, no pueden crear condiciones para que (Zelaya) salga del país (...) demuestra la marginalidad de ese gobierno respecto a las normas internacionales", dijo Amorim horas después que el régimen alegara que la solicitud es "improcedente por la forma en que se solicitó".
Para realizar el viaje, México pidió un salvoconducto para que el mandatario llegara al país como huésped junto a su familia. Sin embargo, esto fue rechazado por el régimen de facto hondureño al advertir que sólo aceptará que Zelaya salga del país como asilado, condición que el presidente se negó a aceptar.
"Yo no estoy pidiendo asilo político a ningún país del mundo", dijo Zelaya en entrevista exclusiva a teleSUR este miércoles.
"El régimen de facto sacó un documento de la manga como condición para mi salida hacia México, una condición denigrante, indigna, que me estaba sometiendo a presentar renuncia sobre mi investidura de presidente", agregó.
Amorim dijo que la salida de Zelaya fue gestionada por Brasil y Argentina, a pedido de Zelaya, que sugirió México como destino.
"Me levanté hoy (jueves) pensando que Zelaya estaría ya en México y me enteré que no fue así, por una exigencia absurda", explicó Amorim a la prensa local.
Desde el 21 de septiembre pasado, Zelaya se encuentra refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. El país sudamericano no reconoce el proceso electoral ilegítimo del pasado 29 de noviembre en Honduras ni sus resultados y condena fuertemente al régimen de facto instalado en junio.
"No tenemos ninguna intención de reconocer esas elecciones a corto plazo, eso fue reiterado por el Mercosur, pero nos interesa mucho que el presidente Zelaya pueda salir (del país) con seguridad, que nuestra embajada no sea atacada", concluyó Amorim.
En las inmediaciones de la sede diplomática brasilera en Tegucigalpa, donde Zelaya permanece refugiado desde hace más de dos meses, se han congregado algunos de sus partidarios y se han intensificado las medidas de seguridad.
La situación de Manuel Zelaya se ha tornado cada vez más compleja luego que el 4 de diciembre el Congreso de Honduras rechazara restituirlo en el cargo del cual fue despojado de manera violenta el 28 de junio a través de un golpe de Estado. Acción rechazada por la mayoría de los países de América y el mundo.
El canciller de Brasil, Celso Amorim, criticó este jueves la negativa del gobierno de facto de Honduras a un pedido de salvoconducto para llevar al presidente constitucional, Manuel Zelaya, a México, al calificarla inaudita ya que no pueden crear condiciones para que el mandatario salga del país"Esa alegación del gobierno golpista es inaudita, no pueden crear condiciones para que (Zelaya) salga del país (...) demuestra la marginalidad de ese gobierno respecto a las normas internacionales", dijo Amorim horas después que el régimen alegara que la solicitud es "improcedente por la forma en que se solicitó".
Para realizar el viaje, México pidió un salvoconducto para que el mandatario llegara al país como huésped junto a su familia. Sin embargo, esto fue rechazado por el régimen de facto hondureño al advertir que sólo aceptará que Zelaya salga del país como asilado, condición que el presidente se negó a aceptar.
"Yo no estoy pidiendo asilo político a ningún país del mundo", dijo Zelaya en entrevista exclusiva a teleSUR este miércoles.
"El régimen de facto sacó un documento de la manga como condición para mi salida hacia México, una condición denigrante, indigna, que me estaba sometiendo a presentar renuncia sobre mi investidura de presidente", agregó.
Amorim dijo que la salida de Zelaya fue gestionada por Brasil y Argentina, a pedido de Zelaya, que sugirió México como destino.
"Me levanté hoy (jueves) pensando que Zelaya estaría ya en México y me enteré que no fue así, por una exigencia absurda", explicó Amorim a la prensa local.
Desde el 21 de septiembre pasado, Zelaya se encuentra refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. El país sudamericano no reconoce el proceso electoral ilegítimo del pasado 29 de noviembre en Honduras ni sus resultados y condena fuertemente al régimen de facto instalado en junio.
"No tenemos ninguna intención de reconocer esas elecciones a corto plazo, eso fue reiterado por el Mercosur, pero nos interesa mucho que el presidente Zelaya pueda salir (del país) con seguridad, que nuestra embajada no sea atacada", concluyó Amorim.
En las inmediaciones de la sede diplomática brasilera en Tegucigalpa, donde Zelaya permanece refugiado desde hace más de dos meses, se han congregado algunos de sus partidarios y se han intensificado las medidas de seguridad.
La situación de Manuel Zelaya se ha tornado cada vez más compleja luego que el 4 de diciembre el Congreso de Honduras rechazara restituirlo en el cargo del cual fue despojado de manera violenta el 28 de junio a través de un golpe de Estado. Acción rechazada por la mayoría de los países de América y el mundo.
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