sábado, 12 de diciembre de 2009
Honduras: entre la dignidad y la vergüenza, salir o no salir del Presidente Zelaya
Vos el Soberano
Por Galel Cárdenas
Al parecer, el gobierno de facto, que siempre se encuentra entre la espada y la pared, es decir entre lo que piensa y desea la comunidad internacional y su programa golpista transnacional, repetimos al parecer, esta vez está compelido por un problema que acarrea el nuevo gobierno que se avecina y que de cualquier manera no será al calco una dictadura a troche y moche, si no un gobierno represivo lavado el rostro por unas elecciones espurias.
El nuevo presidente, del derechista Partido Nacional, se ha propuesto romper el cerco democrático que está diseminado por todo el mundo, realizando una gira mediante la cual lograse el reconocimiento al menos de los países que lo han apoyado como son Costa Rica, panamá, Colombia, Perú, a nivel latinoamericano.
Entusiasmado Pepe Lobo se lanzó a realizar el periplo que correspondía y según sus planes en Costa Rica, Panamá y República Dominicana pondría la primera piedra de su edificio gubernativo reconocido al menos por estos países.
Y le sucedió lo que en argot popular se llama ¨carrera de caballo, parón de burro¨, ya que al llegar a Costa Rica, acompañado por los ineficaces candidatos a la presidencia, debidamente derrotados, don Oscar Arias, después de felicitarlo le expresó que tenía un mensaje del Departamento de Estado, padre del golpe militar, en el sentido de que para reconocerlo debería cumplir con el fementido Plan Tegucigalpa- San José, en el que se propone una amnistía, una comisión de la verdad y la restitución del Presidente Zelaya.
Así que al llegar a Panamá, y a lo mejor oír el mismo mensaje, dio media vuelta y se regresó a su Tegucigalpa azul, con las cajas destempladas y el rostro desencajado, siempre acompañado de la carga inútil de los ex candidatos a la presidencia nacional.
Y con su acostumbrada sonrisa artificial y burlesca, expresó lo que le manda el imperio, por lo que inmediatamente se puso al habla con el nuevo interlocutor Presidente de la República Dominicana y con el dictador Micheletti.
Todo iba por buen camino, hasta que el grupo de esos inteligentes asesores, en una cachurecada más de la cual son expertos, al pedir México la autorización para la salida del Presidente Zelaya, le enviaron una propuesta acompañada de una nota mediante la cual renunciaba a su cargo. Cuestión que el Presidente Zelaya rechazó de inmediato.
Los medios golpistas montaron su show publicitario, creyendo que el Presidente desesperado firmaría la renuncia correspondiente. No contaban, claro, con la dignidad y patriotismo del huésped de honor que reside en la Embajada de Brasil
Y el mismo Lobo de la misma loma golpista hasta se dio el lujo de atacar al Presidente, tal como están acostumbrados, dialogar con el garrote en la mano.
El problema de este Lobo gubernativo es que recibe un país en la quiebra casi total, aislado del mundo globalizado -que es como estar enfermo en un hospital aislado por la contaminación que padece el paciente-, sin posibilidades de empréstitos de organismos internacionales de países amigos de Honduras. Bueno, en términos generales es como recibir un cascarón inútil, ya que un gobierno sin financiamiento para proyectos, presupuesto, y demás actividades gubernamentales, no tiene sentido, peor perspectivas de gobernabilidad. Un gobierno así sólo podría sobrevivir si aplica un paquetazo cruel y despiadado contra los bolsillos ciudadanos, devalúa la moneda y se dedica a pedir a la comunidad internacional como un mendigo harapiento sin dignidad ni vergüenza.
Esta presión obliga a Lobo Sosa a cumplir con los requerimientos de la comunidad internacional, y a regañadientes, y con toda la cara dura, deberá implicarse en el diálogo que ya ha convocado el Presidente dominicano Leonel Fernández, para el lunes 14 de diciembre, allá en Santo Domingo.
La salida del Presidente Mel Zelaya es ineludible, y fundamental, aunque la dictadura no quiera otorgar la salida correspondiente, pero, es un dictado del Departamento de Estado. Así que Lobo Sosa, nuevo Presidente del país, tendrá que hilar fino, aunque rumie su negativa interior a hacerlo, y le aconsejen proseguir las artimañas golpistas, intelectuales, asesores y demás parafernálicos personajes de la política vernácula nacional.
Entre tanto, por otra parte, la Resistencia prosigue su organización y la construcción de su oferta política con el objetivo de que las elecciones del año 2014 se convierta en el año de la derrota de la oligarquía nacional.
Por Galel Cárdenas
Al parecer, el gobierno de facto, que siempre se encuentra entre la espada y la pared, es decir entre lo que piensa y desea la comunidad internacional y su programa golpista transnacional, repetimos al parecer, esta vez está compelido por un problema que acarrea el nuevo gobierno que se avecina y que de cualquier manera no será al calco una dictadura a troche y moche, si no un gobierno represivo lavado el rostro por unas elecciones espurias.
El nuevo presidente, del derechista Partido Nacional, se ha propuesto romper el cerco democrático que está diseminado por todo el mundo, realizando una gira mediante la cual lograse el reconocimiento al menos de los países que lo han apoyado como son Costa Rica, panamá, Colombia, Perú, a nivel latinoamericano.
Entusiasmado Pepe Lobo se lanzó a realizar el periplo que correspondía y según sus planes en Costa Rica, Panamá y República Dominicana pondría la primera piedra de su edificio gubernativo reconocido al menos por estos países.
Y le sucedió lo que en argot popular se llama ¨carrera de caballo, parón de burro¨, ya que al llegar a Costa Rica, acompañado por los ineficaces candidatos a la presidencia, debidamente derrotados, don Oscar Arias, después de felicitarlo le expresó que tenía un mensaje del Departamento de Estado, padre del golpe militar, en el sentido de que para reconocerlo debería cumplir con el fementido Plan Tegucigalpa- San José, en el que se propone una amnistía, una comisión de la verdad y la restitución del Presidente Zelaya.
Así que al llegar a Panamá, y a lo mejor oír el mismo mensaje, dio media vuelta y se regresó a su Tegucigalpa azul, con las cajas destempladas y el rostro desencajado, siempre acompañado de la carga inútil de los ex candidatos a la presidencia nacional.
Y con su acostumbrada sonrisa artificial y burlesca, expresó lo que le manda el imperio, por lo que inmediatamente se puso al habla con el nuevo interlocutor Presidente de la República Dominicana y con el dictador Micheletti.
Todo iba por buen camino, hasta que el grupo de esos inteligentes asesores, en una cachurecada más de la cual son expertos, al pedir México la autorización para la salida del Presidente Zelaya, le enviaron una propuesta acompañada de una nota mediante la cual renunciaba a su cargo. Cuestión que el Presidente Zelaya rechazó de inmediato.
Los medios golpistas montaron su show publicitario, creyendo que el Presidente desesperado firmaría la renuncia correspondiente. No contaban, claro, con la dignidad y patriotismo del huésped de honor que reside en la Embajada de Brasil
Y el mismo Lobo de la misma loma golpista hasta se dio el lujo de atacar al Presidente, tal como están acostumbrados, dialogar con el garrote en la mano.
El problema de este Lobo gubernativo es que recibe un país en la quiebra casi total, aislado del mundo globalizado -que es como estar enfermo en un hospital aislado por la contaminación que padece el paciente-, sin posibilidades de empréstitos de organismos internacionales de países amigos de Honduras. Bueno, en términos generales es como recibir un cascarón inútil, ya que un gobierno sin financiamiento para proyectos, presupuesto, y demás actividades gubernamentales, no tiene sentido, peor perspectivas de gobernabilidad. Un gobierno así sólo podría sobrevivir si aplica un paquetazo cruel y despiadado contra los bolsillos ciudadanos, devalúa la moneda y se dedica a pedir a la comunidad internacional como un mendigo harapiento sin dignidad ni vergüenza.
Esta presión obliga a Lobo Sosa a cumplir con los requerimientos de la comunidad internacional, y a regañadientes, y con toda la cara dura, deberá implicarse en el diálogo que ya ha convocado el Presidente dominicano Leonel Fernández, para el lunes 14 de diciembre, allá en Santo Domingo.
La salida del Presidente Mel Zelaya es ineludible, y fundamental, aunque la dictadura no quiera otorgar la salida correspondiente, pero, es un dictado del Departamento de Estado. Así que Lobo Sosa, nuevo Presidente del país, tendrá que hilar fino, aunque rumie su negativa interior a hacerlo, y le aconsejen proseguir las artimañas golpistas, intelectuales, asesores y demás parafernálicos personajes de la política vernácula nacional.
Entre tanto, por otra parte, la Resistencia prosigue su organización y la construcción de su oferta política con el objetivo de que las elecciones del año 2014 se convierta en el año de la derrota de la oligarquía nacional.
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