viernes, 25 de diciembre de 2009
Seguimos con usted, nuestro presidente.
Vos El Soberano
A Mel por siempre
Indira Flamenco
Son casi las doce de la noche del día veintitrés de diciembre, mientras hago los preparativos pertinentes de la cena navideña de mañana, asoma una sonrisa en mis labios y la imagen decorosa de nuestro presidente. Viene a mi memoria los días célebres de las multitudinarias marchas de la resistencia, la alegría en el rostro de miles de compañeros que al unísono repetían la consigna” Urge Mel, Urge Mel”, con el estallido de voces, corrían los secuaces de los negocios de la oligarquía a bajar las cortinas, temerosos que esculpiéramos la verdad, en su muralla de falacias
El mundo entero supo de nuestras proezas y temblaron los poderosos, porque esa urgencia del pueblo hondureño, ese lazo irrefutable de solidaridad y empatía con el presidente, implicaba un alarido escabroso para los golpistas. Transcurridos seis meses de valentía, seguimos sin claudicar, no pudieron silenciarnos, ni con las armas, ni con la masificación de la idiotez, ni con la represión, ni con su descomunal poderío, ni aún con la muerte de muchos compañeros, cuyas voces están perpetuadas en nuestros corazones.
Es usted un hombre bienaventurado mi presidente, el pueblo hondureño sigue abrazando sus anhelos, su lucha sigue siendo la nuestra, y para cientos de gobernantes, usted sigue siendo el legítimo presidente de esta república secuestrada por la mentira, infectada por la codicia, acribillada por la corrupción y por la bota militarista.
Este veinticuatro de diciembre, a través de esas paredes que recubren su dignidad, sonará el eco de millones de hondureños que desde el fatídico 28 de junio, enarbolan una bandera de resistencia contra los dardos golpistas; llegará hasta sus oídos, desde el centro de la Pacha Mama, un susurro primigenio, las voces de los indígenas y garífunas, de los campesinos, artistas, intelectuales, escritores, amas de casa, sindicalistas, vendedores, obreras, feministas, profesionales de todos los niveles, niños, niñas, ancianos y todos los que conformamos el verdadero pueblo, quienes unánimemente entonaremos el canto que no conocerá el olvido: “Urge Mel, Urge Mel, viene Mel, Viva Mel!!! ¡!SEGUIMOS CON USTED, NUESTRO PRESIDENTE!!
24 de diciembre de 2009
A Mel por siempre
Indira Flamenco
Son casi las doce de la noche del día veintitrés de diciembre, mientras hago los preparativos pertinentes de la cena navideña de mañana, asoma una sonrisa en mis labios y la imagen decorosa de nuestro presidente. Viene a mi memoria los días célebres de las multitudinarias marchas de la resistencia, la alegría en el rostro de miles de compañeros que al unísono repetían la consigna” Urge Mel, Urge Mel”, con el estallido de voces, corrían los secuaces de los negocios de la oligarquía a bajar las cortinas, temerosos que esculpiéramos la verdad, en su muralla de falacias
El mundo entero supo de nuestras proezas y temblaron los poderosos, porque esa urgencia del pueblo hondureño, ese lazo irrefutable de solidaridad y empatía con el presidente, implicaba un alarido escabroso para los golpistas. Transcurridos seis meses de valentía, seguimos sin claudicar, no pudieron silenciarnos, ni con las armas, ni con la masificación de la idiotez, ni con la represión, ni con su descomunal poderío, ni aún con la muerte de muchos compañeros, cuyas voces están perpetuadas en nuestros corazones.
Es usted un hombre bienaventurado mi presidente, el pueblo hondureño sigue abrazando sus anhelos, su lucha sigue siendo la nuestra, y para cientos de gobernantes, usted sigue siendo el legítimo presidente de esta república secuestrada por la mentira, infectada por la codicia, acribillada por la corrupción y por la bota militarista.
Este veinticuatro de diciembre, a través de esas paredes que recubren su dignidad, sonará el eco de millones de hondureños que desde el fatídico 28 de junio, enarbolan una bandera de resistencia contra los dardos golpistas; llegará hasta sus oídos, desde el centro de la Pacha Mama, un susurro primigenio, las voces de los indígenas y garífunas, de los campesinos, artistas, intelectuales, escritores, amas de casa, sindicalistas, vendedores, obreras, feministas, profesionales de todos los niveles, niños, niñas, ancianos y todos los que conformamos el verdadero pueblo, quienes unánimemente entonaremos el canto que no conocerá el olvido: “Urge Mel, Urge Mel, viene Mel, Viva Mel!!! ¡!SEGUIMOS CON USTED, NUESTRO PRESIDENTE!!
24 de diciembre de 2009
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