*Golpistas desesperados por reconocimiento internacional
La invitación de Porfirio Lobo a líderes de la Resistencia, de manera
individual, a reunirse para un "gran diálogo nacional", el lunes 14 de diciembre en el Hotel San Martín, es engañosa, abusiva y burlesca.
Pretende hacer ver a la Resistencia como una sumatoria simple de
personas y desconocerla como fuerza social, integradora y popular.
La Resistencia no caerá en la trampa de ser utilizada para acciones politiqueras, que pretendan mostrar al mundo una falsa ventana de reconciliación como requisito formal del Acuerdo Guaymuras-San José,
ni como estrategia para escapar, astutamente, de las sanciones internacionales.
*Ningún diálogo, sin participar en el diseño y planificación del propio diálogo,
sin el auspicio del gobierno legítimo,
sin el reconocimiento expreso y público de que hubo un golpe de Estado, de que se cometieron, y continúan cometiéndose, delitos contra la Constitución, otras leyes y contra los derechos humanos;
sin el retorno a la constitucionalidad;
sin la liberación, física, moral y jurídica de
de la persona y de la institucionalidad presidencial.
*Ningún diálogo, sin indicadores de acciones contundentes de la Fiscalía y de la Corte Suprema, de agilizar, seria y responsablemente, juicios por delitos contra los derechos humanos;
sin liberación definitiva de las y los resistentes acusados de "terrorismo y sedición" por mostrar pancartas contra el Golpe.
*Ningún diálogo, sin cambios en la conducta de los medios masivos que ofenden, se burlan, criminalizan y desprestigian con peyorativos a las y los hondureños que piensan diferente, que se oponen y se manifiestan
contra el Golpe y denuncian la ilegitimidad del acto electorero.
*Ningún diálogo, bajo las armas, con persecución policial y militar
contra hombres, mujeres y niños.
Con militares encapuchados en las calles y en los barrios; con represión y muerte;
con falsas, infundadas y ligeras acusaciones de la Policía;
con desigualdad en el ejercicio de los derechos de manifestación y de
expresión;
con medios de comunicación reprimidos, asaltados, excluidos y obstaculizados por tener una política editorial independiente del régimen de facto.
*Ningún diálogo, con hostigamiento y persecución a defensores y defensoras de derechos humanos;
con la acusación, ofensiva y mentirosa, de no querer a Honduras.
Siempre inculparán a la Resistencia...
de no querer el "diálogo" y la "reconciliación".
Reconciliarse requiere de la disposición para entender al otro como igual
de tener el objetivo verdadero
de acercarse, y tener la esperanza fiel
de volver a forjar el amor, el respeto y la amistad humana.
De aclarar y reconocer los hechos.
De liberar las conciencias,
de hacer una aceptación genuina
de nuestras responsabilidades,
de ser honesto y sincero,
de trabajar las ofensas,
de aceptar los errores,
de comprender las razones,
de comprender el sufrimiento y el dolor del igual y del opuesto,
de actuar en desagravio,
de comportarse en justicia y Ley,
de pedir disculpas y perdón,
de restaurar la integridad personal causada por el daño físico, moral y
de la imagen a las víctimas del odio.
De modificar las conductas
de hacerlo social y público,
de modificar el contexto en que los hechos ocurrieron
para impedir que se repitan.
La reconciliación no es un proceso administrativo,
no es un instrumento,
no es un requisito formal para obtener objetivos oportunistas,
conveniencieros, ni resultados superficiales,
que no sean el reencuentro de una relación modificada
en el respeto a las diferencias humanas.
Es un fin que podría favorecer la gobernabilidad,
pero que no puede ser manipulado para eso.
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