domingo, 27 de diciembre de 2009
Honduras rompe tratado bolivariano
Vos el Soberano
El fantasma del comunismo que recorrió a Europa en tiempos de Carlos Marx y Federico Engels, apareció en Honduras el 28 de junio, fecha fatídica del golpe de barracas en este pobre país centroamericano.
El leitmotiv del mismo fue el terror que las burguesías del patio le tienen a los pueblos y a los cambios que estos exigen desde hace mucho tiempo. La normal y simple relación con Venezuela y su gobernante, Hugo Chávez, propició el miedo cerval de la empresa privada hondureña y sus títeres las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación de masas que manipulan cínicamente la conciencia y pensamiento del ciudadano humilde.
EL tratado con ALBA, fue la piedra de toque y causa fundamental para que la reacción hondureña y norteamericana hilvanara toda la maraña para violentar la Constitución de los hondureños
Lo único que hizo Hugo Chávez y el gobierno venezolano, fue colaborar económicamente con dinero, petróleo y tractores a la incipiente y débil economía de nuestro país.
No hubo ningún tipo de compromiso ideológico ni político que firmara Mel Zelaya con el comandante bolivariano. Pero las suposiciones subjetivas, el terror de perder privilegios convenció a los golpistas para jugarse el todo por el todo, no importando la violación de la Constitución y la defenestración de un presidente democrático electo por el pueblo en elecciones libres.
Préstamos blandos, combustible y apoyo con maquinaria al agro fue nada más lo que hizo Mel y Hugo Chávez y que con mentiras, campañas tendenciosas obnubilaron la conciencia del ciudadano hondureño presentando esta relación económica y de buena voluntad como si fuera un compromiso de montar el comunismo en esta pequeña nación centroamericana.
Entonces, pues, por suposiciones subjetivas que en ningún momento privaron en la mente del gobernante hondureño y de Venezuela orquestaron y perpetraron el golpe artero contra la Constitución, el presidente constitucional y los intereses del pueblo.
Ahora, a siete meses del golpe de barracas, el Consejo de Ministros aprueba denunciar el tratado de ALBA por el afán intervencionista, según ellos, del Presidente Hugo Chávez y los ataques verbales de los gobiernos que rigen a esos países contra Honduras. Esta propuesta ya está en manos del Congreso para romper con este progresista e importante tratado del gobierno de Mel Zelaya.
Dicen los adversarios de ALBA que ésta solo dejó confrontación política e ideológica en nuestro país y que ensañaron con el pueblo hondueño. Esto es totalmente falso, por el contrario, la confrontación la introdujo la empresa privada y los que viven de los dineros del pueblo porque consideraron que con la participación del pueblo en las decisiones del estado, perderían sus canonjías causa de la corrupción en el engranaje administrativo.
Algunos empresarios no están de acuerdo con esta determinación y mucho menos el Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas, COCOCH, esto es así porque las tres centrales obreras se benefician en la actualidad por los servicios brindados por los 95 tractores que fueron donados por el gobierno venezolano en el marco del convenio.
Uno que otro empresario opina que el desarrollo comercial con el sur es poco, además de que Venezuela dejó sin efecto el acuerdo de PETROCARIBE.
En sí ALBA ofrecía la capitalización de BANADESA, bonos del banco de Venezuela por cien millones de dólares para los programas sociales del sector informal de la economía. Se prometió, también, la donación de cien tractores agrícolas y la independencia energética a través de ALBA PETROCARIBE.
Digan u opinen lo que deseen los empresarios y los golpistas, la verdad de toda esta historia es que los beneficios hubieran sido muy positivos para las masas populares del país porque significaba desarrollo y crecimiento en el aspecto económico y social de la sociedad hondureña.
La medida de romper este tratado es totalmente errónea porque golpea los intereses de las mayorías desposeídas de Honduras.
Desde New Orleans
Por Félix Ovidio Cubías –
Vice Presidente de la Asociación Hispana de
Periódistas, Escritores y Locutores de Louisiana.
(A.H.P.E.L.L.A.)
Miembro de la Louisiana Press Association. (L.P.A.)
Miembro de la National Association of Hispanic Journalist con sede en Washington, D.C. (N.A.H.J.)
El fantasma del comunismo que recorrió a Europa en tiempos de Carlos Marx y Federico Engels, apareció en Honduras el 28 de junio, fecha fatídica del golpe de barracas en este pobre país centroamericano.
El leitmotiv del mismo fue el terror que las burguesías del patio le tienen a los pueblos y a los cambios que estos exigen desde hace mucho tiempo. La normal y simple relación con Venezuela y su gobernante, Hugo Chávez, propició el miedo cerval de la empresa privada hondureña y sus títeres las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación de masas que manipulan cínicamente la conciencia y pensamiento del ciudadano humilde.
EL tratado con ALBA, fue la piedra de toque y causa fundamental para que la reacción hondureña y norteamericana hilvanara toda la maraña para violentar la Constitución de los hondureños
Lo único que hizo Hugo Chávez y el gobierno venezolano, fue colaborar económicamente con dinero, petróleo y tractores a la incipiente y débil economía de nuestro país.
No hubo ningún tipo de compromiso ideológico ni político que firmara Mel Zelaya con el comandante bolivariano. Pero las suposiciones subjetivas, el terror de perder privilegios convenció a los golpistas para jugarse el todo por el todo, no importando la violación de la Constitución y la defenestración de un presidente democrático electo por el pueblo en elecciones libres.
Préstamos blandos, combustible y apoyo con maquinaria al agro fue nada más lo que hizo Mel y Hugo Chávez y que con mentiras, campañas tendenciosas obnubilaron la conciencia del ciudadano hondureño presentando esta relación económica y de buena voluntad como si fuera un compromiso de montar el comunismo en esta pequeña nación centroamericana.
Entonces, pues, por suposiciones subjetivas que en ningún momento privaron en la mente del gobernante hondureño y de Venezuela orquestaron y perpetraron el golpe artero contra la Constitución, el presidente constitucional y los intereses del pueblo.
Ahora, a siete meses del golpe de barracas, el Consejo de Ministros aprueba denunciar el tratado de ALBA por el afán intervencionista, según ellos, del Presidente Hugo Chávez y los ataques verbales de los gobiernos que rigen a esos países contra Honduras. Esta propuesta ya está en manos del Congreso para romper con este progresista e importante tratado del gobierno de Mel Zelaya.
Dicen los adversarios de ALBA que ésta solo dejó confrontación política e ideológica en nuestro país y que ensañaron con el pueblo hondueño. Esto es totalmente falso, por el contrario, la confrontación la introdujo la empresa privada y los que viven de los dineros del pueblo porque consideraron que con la participación del pueblo en las decisiones del estado, perderían sus canonjías causa de la corrupción en el engranaje administrativo.
Algunos empresarios no están de acuerdo con esta determinación y mucho menos el Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas, COCOCH, esto es así porque las tres centrales obreras se benefician en la actualidad por los servicios brindados por los 95 tractores que fueron donados por el gobierno venezolano en el marco del convenio.
Uno que otro empresario opina que el desarrollo comercial con el sur es poco, además de que Venezuela dejó sin efecto el acuerdo de PETROCARIBE.
En sí ALBA ofrecía la capitalización de BANADESA, bonos del banco de Venezuela por cien millones de dólares para los programas sociales del sector informal de la economía. Se prometió, también, la donación de cien tractores agrícolas y la independencia energética a través de ALBA PETROCARIBE.
Digan u opinen lo que deseen los empresarios y los golpistas, la verdad de toda esta historia es que los beneficios hubieran sido muy positivos para las masas populares del país porque significaba desarrollo y crecimiento en el aspecto económico y social de la sociedad hondureña.
La medida de romper este tratado es totalmente errónea porque golpea los intereses de las mayorías desposeídas de Honduras.
Desde New Orleans
Por Félix Ovidio Cubías –
Vice Presidente de la Asociación Hispana de
Periódistas, Escritores y Locutores de Louisiana.
(A.H.P.E.L.L.A.)
Miembro de la Louisiana Press Association. (L.P.A.)
Miembro de la National Association of Hispanic Journalist con sede en Washington, D.C. (N.A.H.J.)
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