domingo, 6 de diciembre de 2009

LA PAZ QUE NOS IMPONEN O LA PAZ QUE NOS DAREMOS

Por David I. Díaz Hernández

La farsa ha terminado. El dictador Roberto Micheletti Baín, gobernante de
facto, usurpador del poder, presidente espurio, déspota sanguinario y tirano
homicida, ha arrojado al suelo, con una enorme sonrisa llena de
satisfacción y de cinismo, su máscara de demócrata. Junto a él: ¡Todos los
gorilas!

El día 05 de noviembre de 2009, a las 23:50 horas, más o menos, gritó
histérico ante las cámaras de los medios de comunicación golpistas lo que
todos ya esperábamos: la conformación de un "nuevo" gobierno de
"conciliación" nacional. Lo que hizo fue poner a Gabriela Núñez de Canciller
y a Carlos López Contreras de Ministro de Finanzas, o algo así; lo que hizo,
en fin, fue una farsa sustituyendo a unos golpistas por otros golpistas y, lo
que ejecutó, es, en realidad algo mucho más ofensivo que una farsa, es
una burla descarada que le cuesta sangre y libertad al pueblo hondureño.


El gorila progreseño sonríe satisfecho porque cree que nosotros, el pueblo,
damos por terminado este asunto, como buenos tontos que, según él,
somos. Quisiera hacer aquí un recuento de las diversas falacias que ha
utilizado la dictadura derechista para justificar el golpe militar-político-
burgués del 28 de junio en nuestra patria.

1) Que Mel había publicado en la madrugada del 27 al 28 de junio un
decreto en donde se convocaba e instalaba la Asamblea Nacional
Constituyente, yo puedo afirmar que conseguí y tengo La Gaceta del 27 de
junio de 2009 y confirmé que no hay ningún decreto del Presidente Mel
Zelaya diciendo ni haciendo absolutamente nada;

2) Que Mel había firmado su renuncia, todos sabemos ya que la falsificó
una diputada conservadora del Partido Liberal;

3) Que el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, iba invadir Honduras,
hasta el día de hoy no ha venido, y con lo único que la invadió fue con
algunos tractores para el agro y con la simpatía que el pueblo hondureño de
verdad, no los adoradores de sus amos, le tiene a ese verdadero líder
latinoamericanista;

4) Que las balas utilizadas por los fascistas militares, en su
"honorable" y
"sacrificada" tarea de defender la patria asesinando a su pueblo, eran de
goma, van decenas de muertos y heridos y no fueron asesinados ni heridos
con balas de goma sino balas de verdad, hay videos en manos de miles de
personas que así lo confirman. Esta mentira es exclusivamente atribuida a
Ramón Custodio, quien deberá dar cuenta de ello, aquí en la tierra y en la
vida futura;

5) Que quienes mataron a sus mismos fueron los miembros de la
Resistencia, afirmación verdaderamente disparatada, es como decir que los
militares van a empezar a asesinar generales, coroneles, oficiales,
ministros, empresarios y diputados golpistas para echarle la culpa a la
Resistencia, pero no tuvieron en cuenta que se comprobó que el calibre de
las armas disparadas era de fusiles y armas propiedad de las FFAA;

6) Que la comunidad internacional apoyaría la "sucesión constitucional",
especialmente USA, pero lo que tenemos como apoyo y reconocimiento
internacional es el bloqueo económico que asfixia las finanzas privadas y
públicas hondureñas;

7) Que Mel quería reelegirse, ¿quería? el hubiera, lógica y
filosóficamente, por tanto en la realidad tangible, simplemente no existe, así
que, aparte de que Mel dijo miles de veces que no iba a reelegirse y no
existen razones para no creerle; sustentar una tesis de que iba a reelegirse
y que por eso fue preferible darle un golpe de estado. Esto es similar a la
razón de George W. Bush al decir que podrían existir armas de destrucción
masiva en Irak, luego aseguró que habían pruebas de la existencia de las
adm en Irak, luego invadió Irak y, como todo el mundo sabe, no habían
armas de destrucción masiva en Irak, pero sí quedaron, a partir de la
agresión cientos de miles de muertos, casi todos civiles, entre ellos niños,
mujeres y ancianos; y eso es lo que nos ha dejado el golpe de estado:
hombres asesinados, jóvenes golpeados, mujeres violadas, niños
huérfanos, una democracia más frágil y un pueblo despierto pero aún no
levantado;

8) Que esto no es un golpe de estado porque había una sentencia de la
CSJ. Para que haya una sentencia debe haber un proceso, para que haya
un proceso debe cumplirse el principio "audiatur altera pars" o sea escuchar
a la otra parte, para escuchar a la otra parte debe ser citada formalmente y
debe ser vencida lealmente en juicio cumpliendo con todo ese debido
proceso que existe en todo el universo, excepto en las dictaduras, pero los
golpistas se sacaron una sentencia arreglada (qué sorpresa!!! en Honduras
es primera vez que un juicio y una sentencia estén arregladas!!!) y
mandaron a los gorilas chafarotes (no a los policías, que es a quienes
legalmente corresponde la detención de los supuestos delincuentes
mediante previa orden judicial de arresto) a allanar, a asaltar la casa del
Presidente de la República, nada más; pero para ellos, para los pacifistas,
demócratas y cristianos eso no es un golpe de estado, es una sucesión
(ahora, cínicamente la quieren llamar sustitución) pacífica, tranquila, legal y
justa, además de que, los gorilas de verde no se quedaron aparentemente
al mando del gobierno (habrá que preguntarle al tirano Micheletti si puede
salir del país por su propia voluntad y sin permiso del Vásquez).

Se pueden agotar todas las páginas del mundo encontrando los defectos
que los golpistas han cometido en su farsa supuestamente legal, en la cual
ninguno de estos supuestos juristas nacionales que ostentan los flamantes
cargos de magistrados y jueces, saben que, a conciencia limpia, han
atentado contra los más elementales principios jurídicos.

La farsa continúa desde el domingo 29 de noviembre en que un 65% de la
población electora no votó y, contrario sensu, las urnas resultaron repletas,
mientras los gorilas asesinos, salidos de sus corrales, amedrentaban a la
población a escasos pasos de cada urna, lo cual es totalmente prohibido. El
martes 2 de diciembre siguió la farsa, mediante el vulgar circo de los
primates denominados diputados que, a grito vivo, proclamaron su
culpabilidad ipso iure ante la Corte Penal Internacional ratificando el golpe
de estado y sus funestas consecuencias. Se llenaron la boca gritando: ¡Paz
y Democracia! Y, como muy bien dijo Chelato, (quien votó a favor de la
restitución del Presidente Constitucional Mel Zelaya) que ya tenían cansado
al pueblo por andar gritando tres veces, sin merecerlo: ¡Viva Honduras!, tal
como lo ha puesto de moda entre las salvajes y asesinas turbas
blanqueadas el dictador de sus ensueños.

Vamos a reflexionar un poco en esto. En Honduras hay varias clases de
paz. Existe la paz del obrero: Esa paz que tienen todos los trabajadores de
Honduras para realizar satisfactoriamente su trabajo, con jornadas de más
de 8 horas diarias, yo he conocido obreros que laboran hasta 12 ó 14 horas
diarias de lunes a domingo, en empresas privadas, con esa paz otorgada
tan generosamente por su patrono para que nadie les perturbe su proceso
productivo que redunda en beneficio del dueño del medio de producción
para el que trabajan; esa paz que se les concede para trabajar para su
patrono sin molestas interrupciones que perjudiquen el desarrollo, el
progreso y el bienestar de nuestro amado país, especialmente de sus
familias poderosas, que es a quienes pertenece esta hermosa tierra que no
es de Chávez, ni de Fidel, sino de Ferrari, de Facussé, de Canahuati, de
Nasser, etc.

Existe, también, la paz del ama de casa: Esa ama de casa que se pasa
todo el día en su hogar, cuidando afable y abnegadamente a su prole, que
es la prole del obrero, sin que el hambre, la necesidad, la enfermedad, la
usura, el agiotaje, el préstamo en mora, los altos precios y los bajos
salarios, la inflación quebranten o siquiera perturben un segundo esa bella
paz de la que tanto se jactan los medios de comunicación en sus
agradables anuncios, con cancioncitas preciosamente compuestas por
excelentes compositores de fama mundial, como Tony Sierra. Esa paz en
las que las amas de casa aparecen retocadas y sonrientes en la televisión,
con hijos sanos y fuertes, dándonos consejos para evitar que venga Chávez
a Honduras, sin recordar que muchos de los focos que, en la curda
realidad, iluminaron las casas de cartón de las miles de colonias marginales
existentes en la ciudad, fueron donados por ese Presidente que ahora
denuestan y cuyo dinero se han robado impunemente los ladrones de cuello
blanco de siempre.

Existe la paz que garantizan los héroes nacionales, vestidos de verde, de
negro y de moteado. Esos héroes que han demostrado su garbo, su valor,
su coraje, su desinterés por la patria matando civiles desarmados porque,
seguramente, eran muy peligrosos, aunque no tuvieran armas, ni en sus
manos, ni en sus casas. Esos héroes de las FFAA y de la Policía que han
pateado infinidad de ancianos, de mujeres, de jóvenes y que, riéndose con
descaro, dan de culatazos en la cara de un ser humano o con un bate
golpean el vientre de otro ser humano que se encontraba caído, o han
destrozado la piel de una espalda humana, para más señas de un médico,
con gruesas cadenas de metal, la paz de las masacres efectuadas por
militares y paramilitares en El Paraíso. Ésa es la hermosa paz que nos
garantiza esta dictadura con sus FFAA y su Policía.

Existen un sinnúmero de paces en Honduras. La paz de los estudiantes que
no tienen acceso a una educación de calidad porque existe un complot para
que la educación gratuita sea ineficaz e improductiva, y la educación de
calidad sólo sea accesible a la clase alta. La paz de la igualdad en el
acceso a la tecnología para todos los habitantes de Honduras, incluidos los
de los ex bolsones, los de Lempira, Valle, Gracias a Dios, los municipios de
Francisco Morazán, Yoro, etc. La paz que tienen garantizada todos los
hondureños para tener acceso a un trabajo digno, bien remunerad y libre de
explotación. La paz de poder emitir libremente su pensamiento, de leer lo
que uno quiera, de decir lo que uno quiera, de andar por donde uno quiera.
La paz que otorga a los jóvenes pobres tener derecho a becas para estudiar
en el exterior, sin que los hijos de los ministros, embajadores, funcionarios
o comisionados de los DDHH les quiten esas becas que le s corresponden,
porque ellos tienen el suficiente dinero para mandar a sus hijos a estudiar a
Harvard, Cambridge, Oxford, Bologna o La Sorbona.

Ésa es la paz que nuestros GOLPISTAS (digo nuestros por ser de nuestro
país, lastimosamente) quieren que defendamos. Ésas son las leyes que
nuestros diputados GOLPISTAS nos han ofrendado en el altar de la patria.
Ésa es la Honduras de paz y democracia que nos quieren imponer con su
golpe de estado, con su represión, con su fraude electoral y con sus
asesinatos.

Ya hemos perdido mucho. Queda en nuestras manos aceptar esa paz que
no nos ofrecen sino que nos imponen o construir, con la lucha
inclaudicable, nuestra propia y verdadera paz.

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