Viento Sur
Por Erika Arteaga-Cruz, Juan Cuvi
América Latina alberga a unos 800 pueblos y nacionalidades Indígenas diferentes, el equivalente al 9-8% de su población. La tasa media de mortalidad infantil en los niños indígenas es un 60% superior a la de los niños no indígenas /1. En 2018, Ecuador informó de que el 50,6% de su población indígena vivía en la pobreza, en comparación con el 20,9% de la población no indígena /2. Entre 2014 y 2017, la mortalidad materna fue un 69% superior en las mujeres indígenas que en las mestizas /3. La desnutrición crónica afecta a uno de cada cuatro niños ecuatorianos, y la tasa se duplica en los niños indígenas /4.
Estas cifras evidencian desigualdades históricas y estructurales. A pesar de los discursos de modernización y desarrollo, el viejo proceso de colonización y sometimiento de los pueblos indígenas continúa. La apropiación violenta del territorio, el desplazamiento forzado de pueblos y comunidades, o la depredación de sus espacios vitales para la explotación petrolera y minera son algunas facetas de esta dominación.
Una de las formas más sutiles y a la vez más violentas de subordinación es la imposición cultural. En el ámbito de la salud, esta imposición se mantiene a través del modelo biomédico desarrollado en los países de altos ingresos. Sin embargo, los Pueblos Indígenas cuentan con sistemas de salud propios muy eficientes. Durante la pandemia de COVID-19, y ante las escasas respuestas estatales, implementaron acciones concretas para responder a la crisis sanitaria: aislarse voluntariamente en sus comunidades, impedir la entrada de empresas petroleras y mineras a sus territorios, promover el intercambio de alimentos entre las regiones con bajos contagios y las regiones con altos contagios (para las que no había ninguna previsión gubernamental de seguridad alimentaria), registrar el número de casos de COVID-19, priorizar los remedios a base de plantas, producir material informativo en sus propias lenguas /5 y hacer que las parteras tradicionales atendieran los partos, entre otras medidas /6. La pandemia también puso de manifiesto las graves limitaciones del modelo biomédico hegemónico basado en concepciones tecnológicas y pragmáticas de la atención sanitaria.
Esta experiencia vivida reactiva un debate en América Latina: la posibilidad de construir otros sistemas de salud que, actuando como contrapeso del sistema oficial, respondan a las necesidades específicas de los sectores indígenas y rurales. La propuesta de plurinacionalidad del movimiento indígena implica un cuestionamiento radical a un Estado nacional que ignora sistemáticamente la diversidad en la que se basa la sociedad. Esta diversidad no se limita al ámbito cultural, sino que plantea cuestiones que van desde el reconocimiento de los derechos colectivos hasta la reivindicación de los autogobiernos comunitarios /7. La reconstitución de las prácticas y los conocimientos ancestrales en materia de salud vinculados a una relación horizontal con el Estado es parte sustancial de estas exigencias.
La idea de sistemas interculturales de atención a la salud (es decir, la unidad en la diversidad en un diálogo entre iguales) se ha enfrentado a varias limitaciones. En 1999 se debatió la posibilidad de combinar el modelo de la medicina basada en la evidencia con algunas especialidades de la medicina alternativa -una rama denominada medicina integrativa-. La principal dificultad es que ambas concepciones difieren en su núcleo: experiencia, práctica y conocimiento acumulados (medicina alternativa) frente a la sofisticación tecnológica lineal, ascendente e infinita (medicina basada en la evidencia) /8.
El conocimiento ancestral de los Pueblos Indígenas de la región andina de Sudamérica tiene otra entrada epistemológica: es histórico, forjado en la resistencia y caracterizado por la transmisión oral. Para estos Pueblos, la energía, la comprensión astronómica, el significado del cosmos y la complementariedad son importantes. La cultura andina está estrechamente relacionada con las fuerzas naturales y cósmicas. El equilibrio se consigue mediante rituales en los equinoccios y solsticios, con una relación constructiva entre elementos opuestos (complementariedad) y mediante la reciprocidad con la Tierra. El tiempo andino es multidimensional. El futuro está, lingüística y vivencialmente, atrás, mientras que el pasado está adelante. La historia no es el despliegue de un espíritu absoluto hegeliano, y menos aún de un progreso o desarrollo ilimitado, sino una repetición cíclica que corresponde al orden del universo en el que se basa la cosmovisión de las culturas andinas, a través de la observación cuidadosa de los movimientos astrales expresados en los ritmos de la naturaleza /9. El proceso salud-enfermedad es, pues, una recuperación permanente del equilibrio colectivo.
Pensar en la salud como un derecho colectivo y como una responsabilidad con la Tierra /10 implica construir sistemas alternativos de atención a la salud con base territorial, manejo comunal de la tierra, recolección de alimentos, conservación de semillas y disponibilidad y reproducción de recursos terapéuticos. Por lo tanto, la relación con el Estado debe considerar una articulación basada en el poder de decisión de las comunidades, para asegurar la comprensión de las prácticas ancestrales de salud.
La integración de este modelo médico generaría una cultura de participación social. La articulación cuerpo-espíritu-entorno amplía y expande la tradicional visión médica vertical. La inclusión de muchos y variados elementos en el curso de la enfermedad favorece un tipo de conocimiento extensivo, opuesto al intensivo y vertical de la biomedicina. Al centrar su atención en el elemento biológico, la biomedicina reduce el horizonte y la amplitud del proceso salud-enfermedad y prioriza el papel del médico y la tecnología. En cambio, los modelos médicos ancestrales involucran a toda la comunidad en el proceso.
La lucha por la equidad en salud en América Latina se traduce en la exigencia de sistemas nacionales de prestación de servicios, servicios que suelen ser financiados por la extracción de recursos naturales de la Tierra con fines económicos. Preguntar si la lucha por la cobertura sanitaria universal promovida por la OMS va de la mano de la colonización de los sistemas de salud ancestrales, que son expresiones locales de resistencia a la expansión del capitalismo, es una pregunta válida. El modelo andino de salud precede y trasciende la Declaración de Alma-Ata. Incorpora no sólo la visión de la necesaria equidad, sino también una epistemología diferente: el equilibrio de todos los elementos y factores de la vida.
Referencias
1/ CEPAL-UNFPA-OPS. Salud materno infantil de pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina: aportes para una relectura desde el derecho a la integridad cultural. October, 2010 https://www.cepal.org/es/publicaciones/3797-salud-materno-infantil-pueblos-indigenas-afrodescendientes-america-latina-aportes
2/ CEPAL. El impacto del COVID-19 en los pueblos indígenas de América Latina-Abya Yala: entre la invisibilización y la resistencia colectiva. https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/46543/S2000817_es.pdf
3/ Cruz HN. Mortalidad materna en el Ecuador: una mirada crítica. Plataforma por el Derecho a la Salud, Quito2019
4/Ministerio de Salud Pública e Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Tomo 1, ENSANUT ECU 2012). https://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/Estadisticas_Sociales/ENSANUT/MSP_ENSANUT-ECU_06-10-2014.pdf
5/ Aguirre M. La pandemia se ensañó con los pueblos indígenas. Plataforma por el Derecho a la Salud, Quito2020
6/ Organización Panamericana de la Salud. El impacto de la COVID-19 en los pueblos indígenas de la Región de las Américas: perspectivas y oportunidades. https://iris.paho.org/handle/10665.2/53361
7/ Cartuche Vacacela . De la plurinacionalidad del Estado a los gobiernos comunitarios. Rev Converg Crit. 2016; 2: 51-66
8/ Dalen JE. Is integrative medicine the medicine of the future? A debate between Arnold S. Relman, MD, and Andrew Weil, MD. Arch Intern Med. 1999; 159: 2122-2126
9/ León M. Escuela de formación de derechos colectivos y economìa comunitaria Puka Ñawpa. Pueblo Kitu Kara. March 14, 2020 https://www.facebook.com/971049106267484/videos/521784395428537
10/Kimmerer RW. Braiding sweetgrass: Indigenous wisdom, scientific knowledge and the teachings of plants. Milkweed Editions, Minneapolis2013.
The Lancet Global Health, octubre 2021. https://www.thelancet.com/journals/langlo/article/PIIS2214-109X(21)00341-7/fulltext
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