Criterio
En los últimos días las alianzas entre candidatos a cargos de elección popular comenzaron a surgir con el objetivo de detener al Partido Nacional en su continuidad en el poder, sin embargo, expertos aseguran que pueden surgir contrariedades en caso de ganar las votaciones.
La primera alianza de hecho se dio a nivel presidencial luego que el candidato de la Unidad Nacional Opositora por Honduras (UNOH), Salvador Nasralla, renunciara a su aspiración presidencial y se uniera a Xiomara Castro siendo nombrado designado presidencial.
En el caso de la ciudad industrial, San Pedro Sula, el candidato a alcalde del Partido Libertad y Refundación (Libre), Omar Menjívar, y del Partido Salvador de Honduras (PSH), Julio Montessi, renunciaron a su aspiración y se unieron en una alianza con el candidato independiente y empresario, Roberto Contreras.
El acuerdo pactó que Contreras sería el candidato a alcalde, mientras Menjívar será el vicealcalde y Montessi el primer regidor, esto con la finalidad de evitar que el actual alcalde Armando Calidonio, del Partido Nacional, continúe otro periodo más como edil.
Criterio.hn conoció de primera mano que, desde el fin de semana, un grupo de empresarios fueron parte de las reuniones que sostuvieron los candidatos a la alcaldía de San Pedro Sula y se comprometieron a financiar la campaña de Contreras a cambio de garantías y eliminar los cargos impositivos surgidos en la administración de Calidonio bajo el denominado proyecto San Pedro Sula Siglo XXI.
“Mi lealtad sigue siendo para el partido, los compromisos que hemos hecho los vamos a cumplir. Hoy tenemos garantizado el poder del gobierno municipal de San Pedro Sula y estoy seguro de que, don Roberto Contreras estará a la altura de lo que espera nuestro partido, nuestra base, pero sobre todo lo que espera el pueblo de San Pedro Sula. Vamos a sacar a los cachurecos con esta unidad”, expresó Menjívar.
En tanto, en la capital de la república, el candidato del PSH, Cárlenton Dávila, se unió a la candidatura de Jorge Aldana y se está a la espera que el candidato del Partido Liberal, Eduardo Martell, se enliste en la unidad luego de pláticas que se están sosteniendo y de esa manera acabar con la hegemonía de los candidatos del Partido Nacional que desde 1986, a excepción del periodo 1994-1997, han ganado las votaciones.
Los riesgos por conflictos de intereses
Ante estos hechos, analistas consideran que podrían surgir conflictos de intereses a causa de las posturas ideológicas de los candidatos que no compaginan con las ideologías de los demás partidos con los que están forjando pactos de gobernanza.
Para el analista político Olban Valladares, es imperativo forjar alianzas y derrotar al oficialismo, sin embargo, considera que existen riesgos que podrían ser determinantes al momento de asumir el poder en caso de lograr un triunfo electoral.
A criterio de Valladares, las alianzas “no son pactos oscuros para favorecer a un grupo” y quedar en peores condiciones que las actuales por lo que se debe armonizar fuerzas con alguna afinidad y luego cumplir o hacer cumplir un programa de gobierno con objetivos precisos que no han sido expuestos en las alianzas municipales no así a nivel presidencial.
Valladares advierte que las alianzas, para que fructifiquen y sean positivas en beneficio del país, necesitan que giren alrededor de ideales, forradas bajo un interés por el país no por partidos políticos.
“Si bien es cierto, el ejercicio de las alianzas es buenas, el peligro es que nos estamos metiendo de manera empírica sin saber en realidad qué es una alianza, sin bases sólidas reflejadas en programas de gobierno, sin compromisos de las partes de hacer cumplir mediante documentos escritos y firmados las decisiones y sin que el pueblo hondureño conozca exactamente cuál es el verdadero propósito de juntarse ya no solo para derrocar un régimen si no para ver qué va a pasar”, añade.
No obstante, Valladares celebra que la población hondureña está oponiéndose tenazmente en la forma que se ha hecho gobierno y sobre todo la manera inefectiva en que pasan gobiernos y los niveles de pobreza, atraso y violencia aumentan.
Un gobierno de diversidad política
La politóloga y catedrática universitaria, Divina Alvarenga, considera que las alianzas no son malas, sin embargo, implica que el próximo gobierno será transitorio y de instauración de una democracia liberal con diversidad política que la gente de izquierda, como se autodenomina el partido Libre, deberá entender que no va a haber grandes cambios porque será un gobierno demócrata liberal.
“En el Partido Libre hay tendencias de corte liberal, dentro del partido radica el socialismo democrático porque la mayoría de las bases son liberales y apuestan por una democracia liberal y el Partido Salvador de Honduras es neoliberal, aunque hay coincidencias, en la parte económica hay diferencias, pero en la parte social está dentro de esa misma variable”, dijo.
En pocas palabras, Alvarenga añade que no regirá una ideología política solo dos proyectos importantes que es detener el menoscabo del territorio bajo las Ciudades Modelo disfrazadas como Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) y comenzar un proceso de unidad que implica la diversidad política.
Según los expertos, las condiciones y acuerdos deben quedar claros, no se puede dejar nada para después, sobre todo cuando ha aflorado mucha desconfianza entre todas las partes.
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