Nodal
El gobierno del presidente electo Joe Biden, que ha prometido frenar las deportaciones de inmigrantes, heredará una tarea gigantesca en la gestión de los centros de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
En la actualidad hay alrededor de unos 15,000 migrantes en los centros de detención, tras haber ingresado de manera ilegal a Estados Unidos.
Tras varias denuncias de mal manejo que derivaron en la muerte de migrantes -algunos de ellos menores de edad- Biden prometió que va a asegurarse de que el personal rinda cuentas por los “tratos inhumanos”.
A la cabeza del Departamento de Seguridad Interior (DHS), que administra estos centros, Biden nominó a Alejandro Mayorkas, un inmigrante cubano.
Otros miles esperan en México
Estados Unidos ha enviado a territorio mexicano a unos 60,000 migrantes, la mayoría provenientes de Centroamérica y otros países latinoamericanos, bajo el programa “Quédate en México” impuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Esa política dispone que los solicitantes de asilo llegados a la frontera sur del país deben esperar en territorio mexicano la resolución de sus casos.
Pero la emergencia sanitaria derivada de la propagación del covid-19 en ambas naciones dejó en pausa los trámites.
Dicha política, denominada Protocolos de Protección al Migrante (MPP), fue anunciada en diciembre de 2018.
Tras las multitudinarias caravanas de finales de 2018 y principios de 2019, Trump amenazó a México con sanciones comerciales si no tomaba medidas para detener la oleada migratoria.
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