Más de 15 personas detenidas, dos periodistas lesionados, otras más afectadas por los gases lacrimógenos y el ataque a la unidad móvil de Radio Progreso, fue lo vivido este 1 de mayo en Tegucigalpa, capital de Honduras, en el marco de la conmemoración del día del trabajador y trabajadora.
La jornada pacífica terminó cuando la policía nacional comenzó a lanzar gas lacrimógeno a un grupo de jóvenes que se encontraban en las inmediaciones del parque central. En cuestión de minutos aquella zona se convirtió en batalla campal, policías lanzaban gas y la respuesta eran piedras. Esta misma escena se vive en el país en los últimos días.
En la represión salieron agredidos los periodistas Geovany Villalobo de canal 11 y Mike Lino del canal Q hubo, quienes fueron atendidos por personal de la Cruz Roja. Las personas que se encontraban en la zona también salieron afectadas por el uso excesivo del gas lacrimógeno por parte de los agendes policiales.
Según denuncia de ACI-Participa, la Policía Nacional retiene a jóvenes menores de edad. Alrededor de quince (15) jóvenes fueron retenidos por elementos de la Policía este día mientras participaban en las movilizaciones del 1° de Mayo en la ciudad de Choluteca, zona Sur de Honduras.
Los jóvenes retenidos fueron agredidos físicamente, y además, le robaron sus zapatos, camisas e incluso teléfonos celulares para después dejarlos tirados a la deriva.
Una mañana de consignas
En horas de la mañana en el Distrito Central, se concentraron más de 20 mil personas, que salieron desde el barrio La Granja hacia el parque Central. Como parte de cierre de la movilización representantes de sindicatos, gremios y partidos políticos dieron lectura a un comunicado en el que expresaron sus demandas.
El dirigente obrero Juan Barahona en la lectura del posicionamiento dejó claro que es necesario seguir luchando por la defensa de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras.
Otro de los puntos que recalcaron fue la lucha contra las privatizaciones, despidos y normativas que pretenden entregar a las entidades públicas al capital privado. Asimismo, exigieron la desmilitarización de la sociedad, la derogación de la Ley de Secretos Oficiales y finalmente la salida de Juan Orlando Hernández del poder.
Por su parte el dirigente magisterial Carlos Lanza dejó claro que es urgente darle seguimiento a estas demandas a través de la movilización permanente.
Lanza cree que se debe convocar a un encuentro de luchadores y luchadoras para definir una ruta de lucha y organizarla para enfrentar al régimen en las calles. Además, manifestó qué hay que aprovechar el resurgir del magisterio que años anteriores fue la Columna vertebral del movimiento popular.
Finalmente apuntó en la necesidad de que la base sepa elegir a una dirección consecuente que le apueste a la movilización y no a la negociación con el régimen de Juan Orlando Hernández.
En ciudad como San Pedro Sula, El Progreso, Tela y Tocoa, las movilizaciones culminaron sin mayor novedad. A mitad de la mañana los obreros y obreras se encontraron en las plazas y parque públicos para dar lectura a los tradicionales posicionamientos, que este año 2019, fueron alrededor del rechazo a los procesos de privatización de la salud y educación, en momentos donde se busca aprobar decretos encaminados a ese objetivo.
Alto a la represión
En un reciente comunicado en conjunto, la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lamentaron los incidentes violentos ocurridos en el contexto de las recientes manifestaciones en Honduras en relación con la aprobación en el Congreso Nacional de la Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema de Salud y Educación, sobre la reforma del sector sanitario y educativo
Tanto la Oficina como la Comisión están dando seguimiento a los acontecimientos e instan “a todas las autoridades a respetar el ejercicio de los derechos en el marco de las manifestaciones de la protesta social”. Asimismo, llaman a quienes se manifiestan en reclamo de sus derechos a hacerlo de forma pacífica y abstenerse de todo acto de violencia. En este sentido, ambos organismos aseguran que los organizadores de las manifestaciones no deben ser considerados responsables por el comportamiento violento de otras personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario