Paradójico resultó que mientras los miembros de la OFRANEH realizaban sus ritos, en las calles, bajo el inclemente sol y acompañados con incienso y cantos ancestrales, en el interior de Casa de Gobierno, la Organización de Desarrollo Étnico –ODECO- brindaba, junto a las autoridades del gobierno, conmemorando los 214 años de la presencia garífuna en el país.
Miranda dijo al respecto que, “no venimos a casa presidencial a pedir que nos reciba una persona que no ha podido resolver, a través del diálogo, un conflicto con el magisterio, no queremos celebrar, ni tampoco tenemos por qué hacerlo”, dijo tras agregar que lejos del brindis en Casa Presidencial, el pueblo garíguna lo que necesita es el respeto a sus derechos humanos y el acceso a la tierras de su gente.
La singular protesta culminó en las afueras de Casa de Gobierno, lugar en la cual la comunidad garífuna dio a conocer su pliego de exigencias y un recordatorio a la población hondureña en general de que, sin una refundación, el país continuará tal como está: con una voraz inequidad social.
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