lunes, 11 de abril de 2011

El cuento del hambre: A tres años de la huelga de fiscales contra la corrupción


Vos el Soberano

“Dicen que cuando hay hambre; también hay conciencia para exigir justicia

y cuando estamos saciados deseamos que otros hagan justicia por los que tienen hambre”

Había una vez un país lleno de color verde por doquier, olor a incienso y mirra, donde los sonidos se convierten en un eterno eco de ríos y piedras y donde el sabor a tierra esta permanente en la boca de los niños panzones que como heraldos de la verdad revolotean por los pueblos y los barrios.

En ese mismo país, la ley y el hombre falso,  impusieron el yugo para que nadie pueda  soñar y vivir intensamente, en ese mismo país; hoy camínanos muchas veces sin rumbo, sin palabras que hablar, con mucho silencio que callar, con rabia entre los dientes por ver como la escandalosa impunidad, el imperio de la injusticia, y la pandemia de la corrupción nos trata de matar sigilosamente a la vista de todos y de todas.

Pero en ese mismo país hace 3 años, propiamente después del 7 de abril del 2008, un grupo 9 hondureños y hondureñas que luego aumento a 64  más, decidieron desafiar a ese sistema engendrador de impunidad e injusticia, a la clase política empresarial corruptores por excelencia  y hasta los tejedores del sistema (el imperio)

Lo hicieron con la fuerza de sus estómagos y con la voluntades de sus robustos corazones, que luego contagió de esperanza a miles de hombres y mujeres portadores de una sola cara de dignidad para que como pueblo castigáramos con la prisión para todos los políticos que han asesinado de hambre a nuestro pueblo y que hoy de golpe, a garrote, represión y disuasión se sientan en el poder como si fueran a quedarse de por vida.

Durante eso 38 días de hambre y dignidad, nació un nuevo sol de rebeldía en los corazones de los hombres y mujeres de abajo y ese fue el primer gran paso de una niña gigante que poco a poco ha venido gestando en el vientre de todos y de todas, para enfrentarse sin miedo a la brutalidad de los uniformes azules y verde olivo, para enfrentarse a los fariseos violentos, para enfrentarse a la decadencia de los 5 partidos tradicionales que hoy por hoy son parte de la gran familia golpista, que comen del mismo plato y que después niegan lo que comieron.

En esos días de hambre y dignidad vimos a muchos cantar con los ojos cerrados nuestro himno nacional, como si ese canto surcara el horizonte y se convirtiera en el hermoso orgullo de ser hondureños y hondureñas que vibramos de amor, alegría y color que hace que nos reconstruyamos día con día, pase lo que pase.

Desde el 7 de Abril hasta el 14 de Mayo, se gesto en el vientre de la huelga de hambre, una niña llamada ETICA, en un país donde el ejercicio y la praxis de esa palabra tienen el calificativo de estupidez y las cualidades de lo imposible, porque eso nos han dicho el sistema corrupto por mucho tiempo, estigmatizando una lucha sincera y honesta ante la barbarie, el caos y el desorden,  la tranza y el aprovechamiento de la coyuntura según sean las negociaciones.

Esta niña (ETICA), hija de tanta hambre de padre y madre que vivió durante 38 días debajo del congreso nacional, ha decidido no nacer todavía, porque no es tiempo, porque debe tener un espacio importante en donde crecer y desarrollarse y hoy en día todo se está derrumbando por la falta de honestidad en las decisiones políticas de la derecha recalcitrante y por la falta de profundidad en la vieja izquierda que no quiere replantear nada y que han vendido confianzas como en un mercado de pulgas.

Allí, abajo de ese congreso vimos la verdadera cara de los políticos, una cara deformada por el egoísmo y cicatrizada de mentiras, una cara tan falsa que los hacen ser los eternos enemigos del pueblo.

Desde allí abajo vimos como eso fantoches de la política se fundieron en las aspiraciones más perversas para controlar cualquier atisbo de insurrección y prepararon lo que después fue el primer golpe de estado del siglo XXI en el mundo entero y sin valores ni principios algunos, los golpistas de todos los niveles repetirían enseguida una mentira 100 veces hasta crearla, desde los que dispararon y mataron a garrotes y cuchillos a los compañeros y compañeras, hasta los que siguen diciendo por un miserable sueldo que nadie ha muerto y que nada ha pasado, suficientes palabras para seguir  matado a los compas MARTIRES  más de cien veces.

En un escenario donde impera la corrupción en la mayoría de los niveles y espacios,  hace falta la  ÉTICA, la alegría de esa niña que luche con una verdaderamente visión  estratégica por los cambios revolucionarios y no por reciclajes políticos que seguirán enterrando  las aspiraciones de las grandes mayorías.

Puede que sigamos legítimamente peleando en la calles contra la fuerza del régimen, pero podemos ser prisioneros de nuestras desgracias sino le imprimimos la práctica de la ética que hace más solidas las capacidades que luego se convierten en vivencias y experiencias de cada hondureño y cada  hondureña que construye dignidad y poder popular.

Desde la huelga de hambre nos hicimos un examen como sociedad y verificamos que nuestros actos y comportamientos no superan nuestra diferencias, inconformidades, oportunismos y nuestros vicios políticos y si seguimos así, difícilmente veremos cristalizado el derecho que tenemos de tener el poder político en nuestras manos para cambiar desde abajo las cosas y no desde arriba porque será como poner a una dictadura ciega y sorda sobre otra dictadura funcionalista, fundamentalista y fascista.

Hoy recordamos la huelga de hambre, como el inicio de una nueva etapa que no ha terminado de definirse, como la gestación de un nuevo ser humano que sea capaz de levantarse y brillar con luz propia y no bajo la falda oscura del tradicionalismo político, como ese ser humano que vea que sus ríos no tienen precio, que la tierra le pertenece a los campesinos, que los recursos naturales no son mercancía, que los pueblos indígenas son el principio y el fin de nuestra diversidad, que no hay ni debe haber diferencia entre hombres y mujeres que tienen los mismos anhelos y que desean que un mundo no existan riquezas que nos maten ni hambrunas que nos rematen.

Desde la huelga de hambre empezamos a sentir más esa lucha de clases y supimos que nuestro pateamiento ANTI CORRUPCIÓN sigue siendo la columna vertebral de las acciones políticas que trascienden lo meramente coyuntural y que cada vez se convierte en lo evidentemente más visible a golpear hasta derribar con la fuerza de la dignidad y del poder popular a las estructuras formales del sistema.

Desde la huelga de hambre vimos como los rostros de dignidad de los de abajo nos enseñaron que esa lucha de clases no será verdadera sino la hacemos desde los lugares más remotos del país, allí donde han hecho nicho el tradicionalismo político y donde todavía la miseria es un elemento de trafico para la clase política empresarial  corrupta y militar violenta.

Dos años después de la huelga de hambre y en pleno proceso deconstrucción del MADJ, nos aturdió  el golpe de estado como a muchos que hoy nos fundimos en la resistencia y sabemos que no es fácil reponerse, pero es indispensable crecer en medio de la crisis y en definitiva proponernos romper nuestros propios esquemas y hacer que la ETICA sea la niña que vive en nuestra mirada estratégica que desde abajo y sin ambiciones personales construya un nuevo país en donde la niñez que hoy han visto tanta maldad pueda sostener y proyectar un nuevo sistema político que no sea el actual, en donde los ancianos y ancianas que hoy han visto tanta violencia, descansen con la entera seguridad que sus hijos y los hijos de sus hijos serán distintos a los insanos de actualidad.

Recordamos la huelga de hambre en donde muchos mártires del golpe de estado se sintieron bien y dibujaron sus anhelos para que ahora como pueblo organizado podamos pintar ese futuro que solo pueda estar en manos del pueblo y no de curules, ni liderazgos rancios.

Por ellos, por nuestros hombres y mujeres que han muerto durante el golpe de estado y por los miles que siguen muriendo de hambre, dedicamos este cuento que no tiene fin, este cuento de hambre de Justicia y sed de Dignidad.

¡Desde la Dignidad, Contra la Impunidad!

Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia

7 de Abril del 2011

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