lunes, 17 de enero de 2011

Pineda no descarta que las reformas constitucionales motiven el derrocamiento de Lobo


“A los políticos y especialmente al presidente Lobo usted les puede tener la confianza que se le tiene a una cobra que se posa  en sus rodillas”, expresó el abogado Raúl Pineda Alvarado, cuando Revistazo.com le consulto su opinión acerca de la reforma aprobada al artículo 5 de la Constitución de la República.


Pineda Alvarado, reconocido analista político y miembro de la Unión Cívica Democrática (UCD), no descarta la posibilidad de que el pueblo hondureño tenga que volver a vivir una situación similar a la registrada el 28 de junio de 2009, cuando fue derrocado de la presidencia de la República, Manuel Zelaya Rosales.

“Parece que inevitablemente vamos a llegar a sufrir lo mismo del 28 de junio, esta reforma va a ser impugnada por alguien y el Ministerio Publico está obligado a hacerlo, la Corte puede declarar la inconstitucionalidad de esto porque ya lo hizo cuando se creó la figura del vicepresidente; estos artículos no pueden ser modificados en la forma en que se ha hecho.  Consecuentemente siento que vamos a un debate y a una lucha innecesaria, una lucha de poderes que en nada abona a la estabilidad democrática”, expresó.

Asimismo dijo que la reforma al artículo 5 constitucional, forma parte del preámbulo para reformar los artículos pétreos y agilizar la reelección presidencial  o llevar al país a una Asamblea Nacional Constituyente que cambie el tipo de gobierno representativo y republicano que establece la actual constitución por un sistema socialista.

De acuerdo a su opinión, la reforma constitucional es políticamente peligrosa y legalmente inconstitucional. “Recuerde usted que el artículo 206 dice que las facultades  del Congreso Nacional son indelegables y el Congreso mediante este Decreto está delegando en particulares, la facultad de legislar en el entendido que una vez que se emite una opinión, el Congreso está obligado a  promulgarlo como ley”, refirió.

Aseguró que  la verdadera intencionalidad no es favorecer a la población o los intereses de la patria, pues el hecho de haber dejado amarrados los resultados de la consulta a una decisión del Congreso Nacional, es una forma de veto y una oportunidad para darle más poder al poder. “El problema de la iniciativa popular es que no señala el tiempo en que deba discutirse, como en el Ecuador que le da al Congreso 180 días para resolver lo que quiere la ciudadanía”.

“Todos se han querido quedar“
El entrevistado dijo que  dentro del abanico de posibilidades podría estar la pretensión de Porfirio Lobo para quedarse en el poder.

“Porque hasta hoy no existe ni ha existido ningún presidente en Honduras que no haya querido quedarse  en el poder; por ejemplo, yo estuve en varias reuniones y la gente le decía en inglés a Callejas, el presidente Suazo a sus dos años estuvo promocionando una continuidad en el mismo y creo que el único que inocentemente no quiso quedarse en el poder fue el ingeniero Azcona, debido a la mala imagen de su gobierno”, citó como episodio.

Expresó que Lobo, de continuar en la ruta que lleva, dentro de  tres años va a estar con una imagen deteriorada y con él, va a arrastrar al presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, quien tiene posibilidades de convertirse  en candidato y su sucesor.

“Básicamente veo que la conducta del presidente es una copia al calco del ex presidente Zelaya, por eso considero que son clones. Yo invito a los líderes de mi partido para que empiecen a comportarse como verdaderos estadistas y no como líderes provincianos que porque ganan una elección quieren hacer lo que les da la gana”.

A  su criterio históricamente el comportamiento de la clase política en el Congreso Nacional ha sido de hacer reformas constitucionales mucho más rápido que cuando se hacen enmiendas a una ley secundaria.

“Los diputados tienen un problema muy grande que es la integridad; sus discursos no coinciden con sus acciones porque tienen una gran capacidad para cambiar de opinión. El otro problema es el envilecimiento de la clase política, los favores, las canonjías y las ayudas; el diputado no llega contaminado al Congreso, se contamina en base a los resultados económicos”, cuestionó.

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