Una encuesta realizada a mil 548 hondureños y hondureñas en 16 departamentos del país sobre diversos factores políticos y sociales en Honduras, señala que 8 de cada diez encuestados aseguró sentirse “poco o nada beneficiados” con la gestión del régimen de Porfirio Lobo Sosa.
La encuesta fue levantada del 30 de noviembre al 11 de diciembre del año pasado por el Instituto Universitario de Opinión Pública, IUDOP, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA, de El Salvador, junto al Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación, ERIC-SJ, de Honduras.
En la encuesta también se abordó a la población sobre la situación del país “luego de los acontecimientos del 28 de junio de 2009”. A lo anterior, el 41.4 por ciento de la población indicó que la situación ha empeorado, el 37.8 por ciento que las cosas siguen igual y el 20.9 por ciento restante dijo notar mejoría.
Mientras que el 63.9 por ciento aseguró que la expulsión del ex presidente José Manuel Zelaya Rosales fue un golpe de Estado, el 30.8 por ciento rechazó esa aseveración y el resto de los encuestados se mostraron indecisos.
Reproducimos la nota de prensa difundida por IUDOP y el ERIC-SJ:
Los logros y los fracasos de gestión de Lobo
Al ser consultados sobre los principales logros del actual gobierno, el 38.2 por ciento de los hondureños y hondureñas no advierte acierto alguno. Entre el grupo que reconoce logros, cerca de una cuarta parte de las menciones (23.6 por ciento) se concentran en la entrega de bonos y ayuda al pueblo. El resto de aspectos mencionados reúnen pequeños porcentajes (combate a la delincuencia, la unidad nacional, mejora de la economía, etc.). El 2.9 por ciento indicó que es muy temprano para evaluar y el 13.2 por ciento no respondió a la pregunta. Es claro que los logros más concretos advertidos por la ciudadanía, se remiten a la entrega del bono 10,000 y otras transferencias monetarias otorgadas por el gobierno de Lobo a grupos vulnerables de la población.
En el otro lado de la moneda, los principales fracasos atribuidos a la gestión de Lobo son la mayor violencia e inseguridad (13.5 por ciento), el desempleo (9.9 por ciento), la situación económica y el alto costo de la vida (8.5 por ciento) y la falta de cumplimiento de promesas (8.3 por ciento). Otros aspectos como la violencia política, gobernar para favorecer a los golpistas y la pobreza, fueron señalados en menor proporción. Un 14.2 por ciento dijo que no hay fracasos en esta gestión de gobierno y el 5.6 por ciento no opinó al respecto. Un balance de los fracasos identificados revela que la mayor parte de estos son de índole económica, seguidos de los relativos a la seguridad.
La delincuencia
Los aspectos asociados a la economía, seguidos de la delincuencia e inseguridad constituyen las principales fuentes de preocupación pública. Sin embargo, a la hora de valorar cada uno de estos aspectos, es el estado de la delincuencia la que reúne las apreciaciones más críticas. Dos terceras partes de los hondureños y hondureñas (63.4 por ciento), creen que la delincuencia aumentó durante el año que recién finaliza; una cuarta parte asegura que siguió igual (25.2 por ciento), mientras que sólo una décima parte de la gente (11.4 por ciento) asegura que ha disminuido en 2010. Asimismo, para un poco más de la mitad de los entrevistados (51.7 por ciento), la presencia del narcotráfico ha aumentado en el país. A su vez, el 23.4 por ciento de la ciudadanía reveló haber sido víctima directa de un hecho delincuencial en el transcurso del año recién pasado.
Un dato revelador relacionado con la imagen de las instituciones encargadas de velar por la seguridad pública es que la mitad de los entrevistados (50.5 por ciento) creen que la policía está involucrada con la delincuencia, mientras que sólo un poco más de la quinta parte (22.9 por ciento) considera que la policía protege a los ciudadanos frente a los delincuentes. El 18.9 por ciento de la población opina que algunos miembros de la policía protegen y otros están involucrados con el crimen. Estos resultados están vinculados con la inseguridad que en un importante conglomerado de ciudadanos hondureños parece generar la presencia de las fuerzas del orden. Consultados directamente sobre qué tan seguros se sienten los ciudadanos ante la presencia de miembros de la policía, el 61.9 por ciento asegura sentirse poco o nada seguro, frente al 38.1 por ciento que señala sentirse o algo o muy seguro.
La economía
El sondeo revela que el 42.2 por ciento de la población piensa que la economía nacional empeoró con el actual gobierno, el 41 por ciento que sigue igual y un 15.8 por ciento opina que ha mejorado. Al ser consultados sobre la economía familiar, más de la mitad (51.6 por ciento) cree que siguió igual, seguido del 31.3 por ciento que señala que empeoró. Sólo el 14.1 por ciento de la gente asegura que su economía doméstica ha mejorado. Siempre en materia económica, el 55.0 por ciento de los hondureñas y hondureñas sostienen que la pobreza aumentó durante 2010, el 36.0 por ciento piensa que siguió igual, mientras que sólo el 9.0 por ciento cree que disminuyó.
Por otra parte, al ser consultada la población sobre qué tanto ha aumentado el costo de la vida con la actual administración, siete de cada diez considera que aumentó en algo o en mucho, frente a tres de cada diez que dijo que ha aumentado poco o nada. No obstante estas apreciaciones negativas de la economía, al ser consultada la población sobre las perspectivas económicas del país para el próximo año, cuatro de cada diez consideran que mejorará, seguida de tres de cada diez que anticipa que estará peor. El 23.4 por ciento de los entrevistados sostienen que va a estar exactamente igual.
La imagen del presidente y la situación política
La encuesta también exploró la evolución que la imagen de Porfirio Lobo ha tenido entre los hondureños y hondureñas. Al respecto, las opiniones se dividieron en tercios. Para el 35.7 por ciento de entrevistados su imagen ha empeorado ahora que está a cargo del gobierno; el 31.5 por ciento dijo que sigue igual, mientras que un porcentaje similar (31.0 por ciento) considera que la imagen de Lobo ha mejorado. Sin embargo, las valoraciones sobre el mandatario se vuelven más críticas a la hora de indagar en torno a su independencia en la toma de decisiones. Para el 55.2 por ciento de la población, el presidente está siendo manipulado por otros sectores, frente al 30.7 por ciento que piensa que Lobo tiene control de las decisiones gubernamentales. Un 14.1 por ciento no respondió ante la pregunta de si tiene control o está siendo manipulado. Al indagar entre el grupo que opina que Lobo está siendo manipulado, sobre los sectores que estarían controlando sus decisiones, el 45.7 señaló a los ricos y poderosos del país, el 13.6 por ciento a los gobiernos extranjeros u organismos internacionales y el 10.0 por ciento aludió a los miembros de su gabinete y/o asesores. Otros actores mencionados en menor medida fueron el Congreso Nacional, los golpistas y los partidos Nacional y Liberal, entre otros.
En cuanto al cumplimiento de las promesas de campaña, el 53.0 por ciento asegura que Lobo no las ha cumplido, el 28.6 por ciento sostiene que sólo ha cumplido con algunas y el 15.7 por ciento opina que ha cumplido con todas las promesas hechas durante la contienda electoral. Respecto a la promesa de lograr la unidad nacional en Honduras, seis de cada diez creen que Lobo no ha la cumplido, en contraposición al 35.5 por ciento de la gente que opina que si ha cumplido con esta promesa. Siempre en torno a la figura de Porfirio Lobo, se consultó a la gente sobre su capacidad para sacar a Honduras de la crisis política en que se encuentra desde los eventos de noviembre de 2010. Al respecto, las opiniones se muestran dividas. El 50.9 por ciento considera que es algo o muy capaz, frente al 47.6 por ciento que asegura que es poco o nada capaz de sacar al país de la crisis política.
Confianza en las instituciones y en algunos actores nacionales
La encuesta exploró también la confianza que los hondureños y hondureñas le otorgan a diferentes instituciones de gobierno y a algunos actores relevantes de la vida nacional. Los datos muestran que la entidad en que más confían los hondureños es la iglesia Católica. Le siguen, las Iglesias Evangélicas y las alcaldías. En el otro extremo, en los últimos niveles de la confianza ciudadana se encuentran el Congreso Nacional, los partidos políticos y los empresarios.
Opiniones sobre la situación política.
El sondeo exploró además las percepciones sobre la situación política del país. Al ser consultados sobre la situación general del país, luego de la expulsión del presidente Manuel Zelaya, el 41.4 por ciento opina que ha empeorado, el 37.9 por ciento considera que sigue igual y el 20.9 por ciento asegura que la situación del país ha mejorado. Sin embargo, estas opiniones varían cuando se consulta por la situación política del país en 2010 respecto al año anterior. Los datos muestran que el 37.0 por ciento de la gente considera que esta mejoró respecto año anterior, seguido del 33.4 por ciento que opina que siguió igual, mientras que el 28.6 por ciento que sostiene que la situación política empeoró. El 1.0 por ciento no respondió a esta pregunta.
Por otra parte, dos de cada tres ciudadanos se muestra algo o muy de acuerdo ante la afirmación que la expulsión de Manuel Zelaya fue un golpe de Estado, mientras que el 65.5 por ciento está algo o muy de acuerdo con el regreso de Zelaya al país. Sin embargo, las opiniones se dividen a la mitad ante la aseveración “la manera en que sacaron a Zelaya fue incorrecta pero necesaria para el pais”.Un 48.9 por ciento de los ciudadanos se expresan algo o muy de acuerdo, mientras que el 46.8 por ciento está muy o algo en desacuerdo. En esa misma línea, el 58.8 por ciento se muestra algo o muy de acuerdo con el juzgamiento de Michelleti por haber impulsado el golpe de Estado.
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