Por Gilberto Ríos Munguía*
Más que una acción valiente del periodismo auténtico interpreté la invitación del presidente del congreso de facto Juan Orlando Hernández a Radio Globo como una estrategia del político para cooptar los espacios de la audiencia de una radio que supo mantenerse con una línea clara e importante en los peores momentos del golpe de Estado. Recordemos que la oligarquía y el imperialismo así lo planificaron desde hacía unos meses en los que saturaron de anuncios publicitarios sus programas, en los que incluso se escuchaba con toda normalidad el nombre y algunas veces hasta la voz del golpista, asesino y roba carros Romeo Vásquez Velásquez.
David y Héctor han sabido mantener durante la entrevista una actitud profesional pero más allá que enfrentar a Juan Orlando lo han evidenciado en la contradicción de acciones y palabras. Algo que por cierto, ya lo teníamos perfectamente claro. Mientras el Frente Nacional lucha por un concepto superior de justicia social y castigo para asesinos del pueblo, ladrones del Estado y demás agrupaciones que apoyaron un golpe del 28 de junio, Juan Orlando habla de “perdón y olvido” para lograr una reconciliación de la sociedad hondureña que a fin de cuenta solo beneficiaría a los delincuentes que representa.
El daño causado al país por el propio Juan Orlando Hernández en el año 2010 promoviendo leyes antipopulares, que profundizaron el modelo neoliberal y que beneficiaron fundamentalmente a los sectores más retrogradas que participaron directamente en el golpe de Estado, es un hecho que al menos en la memoria popular no tendrá perdón y menos olvido. Juan Orlando Hernández político demagógo, cínico defensor de las políticas de ultraderecha, de una clase dominante que asesina diariamente al pueblo; además se manifiesta orgullosamente “un político” que hace lo mismo que los demás hacen para lograr posiciones de poder.
Como político y como familiar de políticos, habla solamente del espacio que se merecen para lograr el equilibrio perfecto entre la empresa privada y los personajes públicos que engañan al pueblo apoderándose del Estado para gobernar a favor de la oligarquía minoritaria.
Peor aún, Juan Orlando Hernández ha sabido interpretar bien que no tener freno moral alguno es lo que hace un “buen político”, además se jacta de tener más votos siguiendo la misma fórmula en cada una de las elecciones a las que se siguen sometiendo. Ese desenfreno moral lo modela como próximo candidato a la presidencia de la república, con la venia, el apoyo incondicional de los empresarios golpistas del COHEP y de la Embajada Norteamericana.
La estratégica es clara; Carlos Flores Facussé tiene ya su candidato: Juan Orlando Hernández. Hugo Llorens comparte plenamente la decisión. ¿Son del mismo partido político? Más importante que eso es justamente que representa los intereses de la misma clase económica y social, ya que el espejismo de los dos partidos que representan distintos sectores ha caído luego del secuestro y expatriación del Presidente Manuel Zelaya, que intentaba preguntarnos si queríamos que en Honduras las cosas fueran diferentes.
Las mentiras se acaban para la oligarquía, los mentirosos como Juan Orlando abundan mientras la política siga representado en Honduras los más oscuros intereses de empresarios, narcotraficantes, asesinos y ladrones que el pueblo afortunadamente identifica después del 28 de junio con mucha facilidad. Justamente esta es la lucha propuesta por el Frente Nacional de Resistencia Popular, única alternativa para el cambio real en nuestro país.
* Miembro del Comité Político
FNRP
No hay comentarios:
Publicar un comentario