viernes, 7 de enero de 2022

La exigencia de una moratoria a las macrogranjas ganaderas empieza a recorrer el Estado


El Salto Diario

Foto: Área de gestación de una macrogranja de cerdos en Aragón. Aitor Garmendia (Tras los Muros)

Después de que en Castilla-La Mancha se atendiera la reclamación, desde diferentes organizaciones ecologistas han llevado al País Valencià la campaña por el fin de las macroexplotaciones ganaderas, en la que demandan al ejecutivo autonómico valenciano que ponga límites a la ganadería industrial mediante una norma que prohíba la creación de nuevas granjas intensivas y evite la ampliación de las instalaciones ya existentes.

Se trataría de una moratoria como la anunciada hace una semana por el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, según la cual su gobierno dejará de otorgar concesiones para la instalación de nuevas explotaciones ganaderas intensivas de porcino.

Para Amigos de la Tierra, con esta decisión Castilla-La Mancha marca “el pistoletazo de salida para las próximas moratorias” a la ganadería industrial en los territorios del Estado, y en ese sentido se muestran esperanzados de que el País Valencià sea “la próxima comunidad autónoma que siga sus pasos”. Para la organización ecologista, se trata de “un claro ejemplo de que las administraciones, si quieren, pueden promover políticas públicas para frenar la ganadería intensiva en nuestro país”, tal como señala Andrés Muñoz, responsable de Soberanía Alimentaria de la organización ambientalista.

De esta manera, con el anuncio de la comunidad vecina como “preludio”, Amigos de la Tierra y Food and Water Action Europe presentaron el martes en València el informe El Sector Ganadero en el País Valenciano. Una oportunidad para impulsar la ganadería extensiva y ecológica, a través del cual urgen a la Administración valenciana a erradicar antes de 2030 este modelo ganadero que, señalan, “pone en jaque la salud de la población y al medio ambiente, además de arruinar fincas familiares de ganadería extensiva”.

Andrés Muñoz Rico, coautor del informe y responsable de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra, señala que “el apoyo desmesurado a las explotaciones industriales en detrimento de la ganadería extensiva ha agravado la situación del sector que ha pasado de tener un carácter familiar y de pequeña escala a concentrarse en unas pocas empresas multinacionales”, y al respecto indica que “ejemplo de ello” es lo ocurrido con las explotaciones avícolas y porcinas en las comarcas del interior como Los Serranos, la Plana de Utiel-Requena, el Alt Maestrat y Els Ports.

Desde la organización ecologista subrayan el dato de que en el País Valencià se encuentran las dos ganaderías industriales “más contaminantes” del Estado: las instalaciones de Catarroja y Benlloch. No obstante, indican que el Pais Valencià, “aún estando en situación de privilegio respecto a otras comunidades autónomas” por tener un sector ganadero diversificado con una fuerte presencia en proyectos productivos de pequeña escala y familiares, la región “tiene a sus puertas la amenaza de la expansión de la producción cárnica” al colindar con “cuatro de las regiones autónomas con más explotaciones de ganadería industrial”, con especial relevancia de Aragón y Catalunya. Así, señalan al País Valencià como “una presa fácil para la industria”. Para Muñoz “está claro que la ganadería extensiva a pequeña escala p.

Según se refleja en el informe de la organización ecologista, en los últimos años el País Valencià ha perdido un censo de 22.315 ovinos y un total de 81 granjas dedicadas a la producción de estos animales. Aun así, permanecen en el territorio 1.376 granjas dedicadas a los pequeños rumiantes frente a las 880 de producción porcina. Para Muñoz “está claro que la ganadería extensiva a pequeña escala protege al mundo rural y favorece un empleo de mayor calidad al que se deriva de la ganadería industrial”.

PNL en el Congreso

Precisamente, este miércoles estaba previsto el debate en el Congreso de los Diputados de la Proposición No de Ley presentada por Unidas Podemos el pasado mes de julio planteando que se vete la creación y ampliación de explotaciones ganaderas intensivas en zonas sobrexplotadas o amenazadas. La iniciativa fue registrada inmediatamente después de la controversia generada a raíz del vídeo que publicó en Twitter el ministro de Consumo y coordinador de IU, Alberto Garzón, llamando a reducir el consumo de carne, mensaje que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respondió con la frase de “donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible”.

En la PNL presentada por Unidas Podemos el grupo denuncia el “enorme impacto” de la ganadería intensiva en la contaminación del agua y el aire. Al respecto incide también el informe de Amigos de la Tierra, donde se señala que el modelo de producción industrial tiene “impactos muy negativos tanto medioambientales como sanitarios” y su actividad se ha convertido en “uno de los principales focos de emisión de gases de efecto invernadero”.

Según reitera el informe de Amigos de la Tierra, la contaminación del agua y del aire, provocada por los desechos del ganado, denominados purines, con cantidades ingentes de sustancias tóxicas como amoniaco y nitrógeno, afectan directamente a la salud de la población local y deterioran la flora y fauna de la zona. Ante esto, la Comisión Europea ha decidido llevar a España ante la justicia europea al entender que el país “no ha adoptado medidas” para evitar la contaminación de las aguas provocada por los nitratos derivados de esta actividad, tal y como exige la normativa comunitaria en la Directiva de Nitratos de 1991.

Asimismo, según recuerdan desde la asociación ecologista, la ganadería industrial se ha relacionado directamente con la propagación de dos pandemias mundiales: la aviar y la porcina; y la administración rutinaria de antibióticos a los animales está provocando —según señala la OMS— que haya más bacterias resistentes a la medicación y por tanto que las personas seamos más vulnerables a las infecciones.


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